viernes, 14 de febrero de 2014

OTRA DERROTA

Fui al Parque Central con mi compañero Garrone, después de caminar seis cuadras llegamos entre un mundo de gente, autos, policías, vallas de contención y una oscuridad alarmante para beneplácito de chorros y arrebatadores.
Puerta menor de la entrada al Palco. presentamos tal cual se nos solicita, los carné de prensa de AUF que nos habilitan a ingresar, con el agregado de que días antes hay que enviar un mail diciendo que uno va a estar presente, increible pero cierto, un absurdo total, todo ello porque son solo 64 las plazas asignadas para la bancada de prensa.
El funcionario muy correcto él, nos dice, tengo un solo asiento parta ustedes, pregunto en forma irónica, así que el otro se sienta en la falda. Algo había que decir. Lamentable situación, así las cosas le dicen a Garrone, vos regresa por a las 22.10 a lo mejor sobra alguna y te la doy. 
Así de clarito todo, un vía crucis para poder ver a nuestro equipo en nuestra cancha, con carné de prensa 51 años de socio, hoy vitalicio, 25 años de programa partidario, el mas añejo de la radiotelefonía. Por supuesto no dejé a mi compañero solo y a la deriva.
Resolvimos ver a nuestro muy buen amigo y mejor persona el Ing. Ramón Requesens, y fuimos a saludarlo a su palco, como siempre nos recibió con su característica cordialidad y generosidad y en conocimiento de la situación que estábamos viviendo nos invitó a ver el partido junto a él.
Y así fue todo, muy cómodos nos aprontamos para observar un Parque Central repleto con un colorido que emocionaba y con cierta incomodidad,que nos generaba para ver comodamente un parante de los que dividen a los palcos. Pero mucho mas incómodas fueron todas las peripecias vividas durante largos minutos, por la ineficacia de quienes tienen la obligación de contemplar por derecho propio a quienes nos brindamos por la institución dando todo sin pedir nada y destratados en forma absolutamente inmerecida. No nos fuimos de pura casualidad, ya la indignación era grande. Comentamos todo esto para que se sepa y llegue a quienes debe llegar y actúen en consecuencia, en vez de mejorar, cada vez vamos de mal en peor con la gente nuestra. Lo sostengo a pie juntillas aunque no guste, con el Parque Central que está precioso sin dudas, Nacional se ha achicado, impidiendo a mucha gente ver a su equipo como fue toda la vida, ayer era un partido  para 40 a 50 mil personas y sin embargo lo vieron 22 mil.
Hay un hecho absolutamente respetable, los palquistas y butaquistas tienen ganadas legitimamente sus preferencias por firmas y contratos que hay que respetar como corresponde.
Pero muchos, entre ellos nosotros, estamos pagando las preocupantes situaciones narradas.

Del partido y del resultado final, para quien esto escribe no fue sorpresa, si bien Nacional jugó con pundonor y algo mejor de lo que lo venía haciendo, tampoco fue nada del otro mundo. De Pena con tres bombazos peligrosos, Cruzado que erró un gol imposible y alguna cosa mas como un penal no cobrado, no fueron causa suficiente como para comentarios laudatorios que se han escuchado y leídos por allí. Jugar a la pelota, es lo que se juega en todo el Uruguay, jugar al fútbol con la premisa de que mientras la pelota la tengo yo no la tiene el rival, es lo que pasa en cualquier parte del mundo. Y Gremio que no es el Gremio de otros tiempos, menos mal, tocando, rotando, desmarcándose siempre, para que un jugador libre recepcione y maneje la pelota con criterio mientras los rivales los miran. Con solo eso le bastó para en una jugada bien elaborada convirtieran el gol que les dió el triunfo. Alonso, el llanero solitario, sin un puntero que desborde y le juegue una pelota como la gente, Calzada insolitamente titular vitalicio, lo quieren vender a toda costa y jugando así termina en un cuadro chico. Si a ello le agregamos que el entrenador arma mal el cuadro de entrada y todavía hace peor y tardiamente los cambios, el consumo final no pòdía ser otro que el que finalmente terminó siendo. 
Hace 8 meses, y ya no se cuantas veces lo hemos repetido hasta el cansancio, venimos diciendo que este es un plantel desbalanceado y mal estructurado futbolisticamente hablando, es bueno decir, que la primera y gran responsabilidad fue de Arruabarrena, pero tampoco Pelusso le encuentra la vuelta para mejorar como todos pensábamos. Las justificaciones aparecen desde todos los sectores, la tribuna grita huevo huevo, el técnico estamos trabajando, tenemos lesionados, otros faltos de entrenamiento, cinco suspendidos, poco tiempo de trabajo, jugadores que parecen no darse cuenta que están en Nacional. Gracias que vino Munúa, porque si no el panorama actual sería mucho peor. Lo fui a ver con la esperanza renovada con que voy siempre porque quiero a Nacional, pero no me gusta este equipo, que jugó como local como si estuviera de visitante, lleno de precauciones. Jugatela Pelusso y salí a ganar jugando al fútbol, si perdés nadie te va a reprochar nada, hay que jugar como cuadro grande y no a la retranca. 
Esa es mi posición, no de ahora, sino desde hace largo rato, el futuro es oscuro si no viene en forma urgente un cambio sustancial de mentalidad, en entrenador y en jugadores que también dan la sensación de no entender lo que este quiere. También la dirigencia marcar exigencias acorde a los rendimientos y a las cifras que se pagan. Un poco de rigor bien entendido no es malo para nadies. Se sabía que esta serie era complicada de antemano, pero salimos a disputarla con demasiado respeto, y así es imposible aspirar a cosas trascendentes. La veo muy fea, y ojo en lo local, tampoco la cosa es como para tirar manteca al techo, yo diría mas de lo mismo con rivales de menor valía y así las posibilidades se agrandan. Pero nos estamos convirtiendo en una institución de entre casa ,sin aspiraciones internacionales que son las que dan prestigio deportivo y dinero, mientras la gente joven ve como el tiempo pasa, sin que realmente pase nada de lo que tanto se espera.
Seguiremos esperando y viendo al equipo, para ver si mejora o no, cambiando sustancialmente su manera de jugar y con rendimientos acordes a la camiseta que visten, buenos jugadores, hay y muchos jóvenes con condiciones, pero tengamos cuidado, no los malogremos, sería una verdadera infamia si ello ocurre. Está dicho.


                                                                                                   Enrique Bello


                                                                                     

lunes, 3 de febrero de 2014

NO PODEMOS PERMANECER EN SILENCIO

Se jugó la primera fecha del torneo clausura, segunda parte del campeonato uruguayo 2013 -  2014.
Varios resultados sorpresivos, el triunfo de Liverpool, el de Fenix, el de Sud América, el de Wanderers, pero el que no sorprendió, por lo menos a nosotros fue el de Peñarol frente a River Plate. Porqué no nos sorprendió; se preguntarán muchos de nuestros lectores, pues porque ya presumíamos que algo raro iba a ocurrir. Peñarol está desperado por ganar, ha gastado un platal, el renombrado técnico no podía perder de entrada, algo debía ocurrir fuera de la legitimidad y mas bien dentro de la suciedad, en la que está inmerso el fútbol uruguayo.
Y un señor con nombre de cantante de la década del 70 , sin físico adecuado para conducir  un partido de fútbol, sin personalidad y sin alma hasta para pitar, cumplió a rajatabla con una premisa y sometido a una presión insostenible, como tantas veces ocurre cuando juega el carbonero.
Era impensado que Castillo se comiera un gol de biógrafo a los pocos minutos i allí se les barajaron los naipes, que hago de aquí en mas, habrá pasado por la cabeza de Leodan. 
Y como decía hace años en sus incursiones periodísticas don Carlos Prieto, ustedes lo vieron.
cobrar cualquier cosa, flechando la cancha en forma continua y disimulada, les estaba diciendo a todos los que miraban el partido tanto en el estadio como por televisión, TRANQUILOS  que aquí estoy yo. 
Taborda ya de entrada perseguido sistematicamente, primero por futbolistas de Peñarol para los que era un azote y segundo por el árbitro que con pocos minutos en cancha ya demostraba lo que sería después. Por un foul común Taborda es amonestado con amarilla en forma innecesaria y allí comienza su condicionamiento posterior, ya ni hablar podía, porque la roja rondaba cerca de su cabeza. Un a falta descalificadora de Lima contra el rayo Ramirez, jugador que iba a hacer daño por su velocidad al cotolengo que era Peñarol atrás, que merecía expulsión, la arregló con amarilla. Tal fue así que Fosatti lo sacó al comenzar el segundo tiempo porque sabía que se lo echaban. Obiamente Ramirez afuera y River con otro planteamiento obligado por un mal árbitro que no cumplió con el reglamento. Ya hubo que jugar de otra manera, Darío Rodriguez, Aguiar, Macalusso le metían la pesada a los botijas darseneros, que por su inexperiencia no pudieron liquidar el partido antes de que llegara la debacle final.
A esa altura el malevaje aurinegro se hacía sentir, Orteman mete una plancha descalificadora al brasileño Marquez cuando tenía amarilla y don Leodan no lo echa como hubiera correspondido.
Tal cual se veía, el empate era cosa de tiempo y un error mayúsculo de la defensa de River lo hace posible. A lo mejor era justo el 1 a 1 pero la jugada de la expulsión de Taborda, que  fue foul de Darío Rodriguez, penal contra Peñarol y no se si expulsión, derivó en discusiones y montonera con saque rápido para que un River mal parado y desconcentrado por todo lo vivido cometiera un penal que dejó muchas dudas y que derivó en una derrota darsenera, provocada directamente por otro de los tantos desastrosos jueces que tiene el fútbol uruguayo. 
Les comento algo que me pasó en el intervalo del partido, me llama mi hijo para ver que me parecía el partido y le digo, Taborda no termina el partido, este juez lo va a echar. Es adivinar, por supuesto que no, estaba clavado que iba a suceder y sucedió. La presión surtió el efecto pensado y este Peñarol de viejos hecho pedazos, no podía perder el primer partido del campeonato y con entrenador nuevo, y no solo no perdió, sino que lo ganó. 
Hay periodistas notorios que dicen que Peñarol se lo llevó por delante, obiamente que si,pero suciamente y claramente favorecido por un entorno al que si otros equipos y por supuesto que Nacional, no ponen las barbas en remojo y actúan acorde a las circunstancias, después de lo visto ayer, marcharán al horno sin ningún tipo de miramientos.
Primera gran verguenza del campeonato, ya la frase ganar a lo Peñarol tomó vigencia nuevamente en la boca de mas de uno de los tantos serviles del periodismo, que no ocultan su desperación por hablar bien y con énfasis de la mugre que pone la camiseta aurinegra en las canchas, sea cual sea su rival.  Ganar como sea y a cualquier precio es su consigna. Alguien algún día tendrá que ponerle coto, y lo digo enfáticamente, mucho mas afuera de la cancha que adentro, allí es donde cocinan previamente el gran estofado.
River se fue re caliente del estadio, Taborda que es peñarolense de corazón, se fue del estadio como un dinosaurio, y vaya si tenía razón. Mi madre ante cosas parecidas decía siempre, como estará la cañada cuando el chancho ña cruza al trote.


                                                                                             Enrique Bello