jueves, 6 de julio de 2017

A R T I M E

Miércoles a la noche, programa ídolos, canal 12, valió la pena observarlo y homenajear, a un histórico de Nacional.
Con un problema de salud, que se nota claramente en su hablar, pero muy recuperado, de otros problemas que le ocasionó el ACV de un tiempo atrás, que hasta le permite manejar con casi 80 años, esta figura inconmensurable que un día de agosto de 1969, llegó a Nacional, después de ser un goleador empedernido en Atlanta su club de origen, Independiente, River Plate Palmeiras y la selección Argentina a la que había defendido en el mundial de 1966 en Inglaterra.
No se si fueron los años los que me permiten compartir este comentario. Yo vi a Artime en su máximo esplendor en nuestro Nacional, club al que defendió con enorme cariño, devoción y afecto. Siempre estaba pronto para jugar, nunca faltaba, nunca se lesionaba, lo del eran goles y mas goles. No importaba el rival. Deportista cabal y limpio, lo transformaron en un señor de las canchas. Así fue el respeto que se granjeó de todos sus rivales ocasionales.
Lo traté personalmente cuando jugaba, el entrenador Etchamendy, me dio el privilegio de entrar a los vestuarios antes de cada partido, y en los intervalos. Artime ingresaba al mismo una hora antes, era un lujo verlo prepararse para salir a la cancha, nunca vi un profesional así. No usaba canillera, eran las famosas selecciones de la época por sus tapas bien duras, las que hacían esa función. Los días de frío, niebla, esos desapacibles, debajo de la camiseta, para cuidarse los bronquios, y no resfriarse, o agarrarse alguna tos, usaba diarios bien agarrados. Salía al campo en impecables condiciones, hasta se peinaba antes. Nunca escuché de él una palabra que pudiera molestar a alguien. 
Un día llamaron a los referentes de los planteles de primera y tercera a la sede presuntamente para cobrar. Restuccia  los 
atendió y ante la sorpresa de todos, que estaban molestos, dijo al presidente, don Miguel primero que cobren los chicos de tercera, después nosotros. Los compañeros lo miraron y no podían creer lo que escuchaban, había una deuda de varios meses, y Restuccia les dijo, muchachos ahora no hay plata, pero cuando entre la que estamos esperando, es toda para ustedes y algo mas por el tiempo transcurrido. Artime, frente a varios de sus compañeros dijo ese hombre tiene palabra y va a cumplir.
Y vaya si don Miguel cumplió y con creces poco tiempo después.
Así era el fútbol antes, la relación dirigentes jugadores, la gente en las tribunas, los disfrutaba.
Esa generación a la que perteneció Luis Artime, la íbamos a ver al estadio no a ver si ganaba, sino por cuanto ganaba. Eran los año 70, como en la música, como en el humor sano reidero e inteligente.
En lo personal mis mejores por lejos,años de felicidad tricolor me hice amigo de todos los muchachos, iba todos los días a Los Céspedes a verlos entrenar, compartir con ellos, que privilegio divino me dio la vida, conocer y tratar a Manga, Ancheta, el chueco Masnik, Ubiña el mudo Montero Castillo, y Juan M Mujica, Cubilla, Maneiro, Espárrago, Artime y cascarilla Morales, el cacho Blanco, pocho Brunell, R Bareño, palito Mamelli, el patín Héctor Santos, Juan Duarte y algún otro que por ahí se me escapa. Una vez me dijo Rafael Anavitarte, mirá yo, después del Cr José Pedro Damiani soy la persona con mas pasaportes en el Uruguay, y te puedo asegurar sin temor a equivocarme que el equipo del 71 de Nacional fue el mejor que se paseó por el mundo en aquellos tiempos.
Que satisfacción me produce hablar de todo esto, nadie lo imagina, siento que mi mente va hacia atrás, donde tanta felicidad sentía en las canchas de fútbol. 
No es caualidad para mi, que dos meses después de la llegada de ese personaje magistral que fue Luis Artime con Nacional, algo que él mismo reconoce, lo mejor que le pasó en su vida de deportista, que en octubre conocí a mi novia primero, y quien después fuera mi esposa hasta nuestros días, y que también disfrutó, de lo que fue esta legendaria e inolvidable figura del fútbol, y de nuestro querido CLUB NACIOANL DE FOOTBALL


                                                               Enrique Bello

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