Un comienzo de Copa Sdamericana que si bien no es para dramatizar, como lo hacen los permanentes resultadistas y Nacional los tiene a montones, fue preocupante. Porqué preocupante;
porque se perdió bien contra un equipito de cuarta categoría en Chile y en América.
Debutó Gustavo Díaz como técnico a nivel oficial, y lo hizo de la peor manera, no sólo porque perdió el equipo, sino porque hizo todo mal, desde la integración inicial, el planteamiento táctico, los cambios tardíos y absurdos, como para modificar un pésimo rendimiento a nivel general.
Mal defensivamente, mal en la mitad de la cancha, para marcar e intentar jugar, y mal en ataque con un sólo hombre chiquito y veterano. Un detalle que a mi me parece, y lo vengo sosteniendo desde un tiempo a esta parte, Entre Scotti, el hueso Romero, Recoba, V. Sanchez, Medina, allí tenemos 180 años entre todos. Si agregamos a Nuñez, Damonte, sumamos 60 años, hasta acá hablo de los que jugaron, llegamos a 240 años. y si sumo a Lembo y Taborda que quedaron en el banco de suplentes, superamos los 300 años. No se si me quedó alguno, pero la realidad es que este Nacional es un plantel con demasiados jugadores veteranos por no decir viejos.
Por lo tanto no en condiciones de aguantar todos o casi todos los 90 minutos de cada partido, y una actividad intensa de doble competencia, con viajes incluídos. Allí ha habido una gran falla del entrenador, del gerente deportivo y de los dirigentes que no han tenido en cuenta, así lo entiendo yo, y acepto poder estar equivocado, me lo tendrán que demostrar en la cancha.
Ya de entrada sentí justificaciones donde no las hay, eso me molestó a mi y molestó a la enorme cantidad de gente que opina en las redes sociales y por otras vías.
Que no hubo tiempo de trabajar, que no se pudieron jugar partidos de entrenamiento, que el rival ya había jugado 4 partidos por el torneo local, que nos faltaron los jugadores de la selección olímpica. Rolín, Calzada, que no se sabe si quedarán o nó, que Porta que ya se fué, que Viudéz con el cual hay una discusión complicada con Fonseca.
No, así no Chavo Díaz, esa no sirve, como no sirven ni engrupen a nadie sus deplorables declaraciones al finalizar el partido en Iquique, diciendo planteamos un partido inteligente, estoy conforme con el rendimiento de varios jugadores. Penoso, comenzó mal amigo Díaz, demostrando en las primeras de cambio que está verde y no sabe a donde llegó.
Dijo vamos a revertir de locales este resultado, bueno sería, que frente a este rival de poca monta no lo hiciera, porque si no, ya se tendrá que ir, porque su fracaso será absoluto y terminante
Ver en un debut internacional a nuestro equipo, pegándole a la pelota de punta y para arriba sin el mas mínimo criterio, con un Recoba que miraba para los costados y pensaría, y yo que hago acá, no tengo con quien tocar, no recibo una pelota como la gente, no puedo meter un pase ni un centro, porque no hay delanteros. Damonte que a mi me gustaba mucho en Godoy Cruz, corre sin ton ni son, es desordenado él y desordena a los compañeros, juega al límite siempre, Matías Cabrera, siempre le falta algo, insinúa mas de lo que concreta, el colo Romero, para mi mal ubicado me da la sensación que está verde para titular. Allí jugará Facundo Piriz, de eso no hay duda y Calzada por Damonte.
Ahora si así muerto de miedo, se fue a jugar a Chile con este rival, que hubiera hecho el chavo Díaz, si se hubiera jugado contra un brasileño o un argentino.
Como comienzo decepcionante, no hay otra palabra, fueron dos, como pudieron ser tres o cuatro goles en contra, los que vieron el partido en América por Fox, que no son pocos, vieron en nuestro Nacional a un cuadrito que dió lástima, pesimamente dirigido por un entrenador debutante, que si no cambia su postura, y su forma de declarar, es de tiro corto al frente de este plantel.
Hay que traerle por lo menos dos jugadores de nivel, con esto no alcanza ni para lo local, a Maximiliano Rodriguez el botija de Wanderers hace dos años lo vengo pidiendo, ese sabe jugar al fútbol y no a la pelota, es joven y lleno de condiciones, Recoba aplaudirá su posible llegada, de la que se habla en las últimas horas. Y adelante por favor traigan a alguien que por lo menos tire al arco, que es como se hacen goles.
Lo reitero busquen en equipos del Nacional B argentino, allí hay jugadorazos que vienen a Montevideo y motivados la rompen. A nadie se le ocurre averiguar e informarse, por favor, hay que mirar fútbol de todos lados, aprendamos de una vez por todas.
Una que me olvidé, colocar a Gonzalo Bueno a los 89 minutos y 40 segundos, perdiendo 2 a 0, todo un despropósito de un entrenador que se pasó todo el partido gritando vamos colo. Lo dije mil veces por radio y también lo he escrito, si yo soy jugador de fútbol y un entrenador me manda a la cancha como lo hizo con G Bueno, me saco la camiseta y se la tiro en la cara y asumo las consecuencias disciplinarias, pero no acepto una falta de respeto de esa magnitud y menos a nivel internacional. Así de clarito.
Lo reitero no soy resultadista, pero me senté frente al televisor, a ver un equipo de Nacional, que sabía le faltaba fútbol y competencia, pero eso ya se sabía de antes, no hay que ser llorones, pero ver lo que vi, me quitó el ánimo, jugadores que ganan fortunas, que concentraron una semana en un lugar de lujo como el Horacio Quiroga de Salto, no vengan ahora con versos que nadie cree.
Hay formas de jugar y también hay formas de perder, no como la de ayer, dando vergurenza.
Ojalá en estos quince días que restan para el segundo partido, puedan revertir esta actuación, que creo es absolutamente posible dado el rival; pero y después qué, la gente cree que con esto y algún arreglo que pueda llegar, se está en condiciones de aspirar a lograr la Sudamericana. Que jueguen al 5 de oro, les va a ir mucho mejor. Es mi pensamiento y mi posición serenamente analizada. En mi blog de dalebolsoradio de 24 de junio dejé plasmado un comentario que cobra vigencia inusitada por estas horas. Será casualidad o causalidad.
Deseo siempre lo mejor para nuestra institución, pero también tengo derecho a opinar y emitir mi parecer.
Enrique Bello
