Este domingo 26 otra vez la pelota a la casa del vecino, nuevo clásico que ya cansa. Así y todo entradas agotadas, es masoquista la gente.
Que pasará, las especulaciones son muchas, Peñarol desesperado por romper una racha adversa que lo tiene angustiado y va a salir con todo a revertir, eso es claro y notorio.
Tendrá algún cambio, así lo anuncian. Nacional aparenta colocar los mismos once del otro día, y los decisivos al banco entre ellos el venezolano Otero.
El partido tendrá otros condimentos por broncas acumuladas desde tiempo, pierna fuerte, mal intencionada y mucha tarjeta. Hay copa y un titulito en juego.
Uno espera a un Nacional no tirado a la retranca como es la característica de Lasarte. miedoso si los hay. Peñarol tiene algunos buenos jugadores pero como equipo tiene carencias. Nacional lo mismo, sigue sin jugar con punteros para abrir la cancha, centraliza mucho el juego y se obliga a jugar en largo con pelotazos del arreglate como puedas a ver si pesca. El diente López que hasta ahora no ha sido ni chicha ni limonada, es hora de que se ponga las pilas y gravite poniéndose el cuadro al hombro.
El otro día se ganó bien pero ahí ahí por un Mejía magistral, pero todos los días no son de fiesta, Ruglio está como loco, y moviliza todas sus piezas, el juez entre ellas, al que presionan mucho.
Supongo yo que Nacional se haya movido y barajado el tablero y no se deje pasar por arriba.
Es la antesala del nuevo clásico oficial por el apertura 2025 que irá en el Parque Central y que Peñarol volverá a sufrir.
Esperemos este domingo de enero y ver que pasa.
Enrique Bello