viernes, 12 de abril de 2024

RECOBA OTRA VEZ RESPONSABLE DE MANEJAR MAL AL EQUIPO

Se sabía antes de jugar el partido, que el mismo iba a ser bravo, River es menos de lo que se cree, pero juegan al fútbol mientras acá se juega a la pelota. Pumba pumba.
Mal integrado el equipo titular por el entrenador, jamás puede poner a Evere sobre el lateral izquierdo, yendo y viniendo con un desgaste físico tremendo a pesar de que estuvo tres veces cerca de anotar.
Nacional no tiene medio campo, por allí, los rivales se hacen un festín, nadie marca, corren atrás de la pelota, con Sanabria solo es imposible, le falta otro compañero que marque, ni Pereira  ni Castro están para eso. Galeano colabora pero no es marcador y como delantero una de cal una de arena. 
Ahora bien, voy a hablar de Carneiro, a que entró a la cancha, a mirar el partido, jugando paradito sin incidir ni gravitar en el juego, solo una bajada de pelota a Ébere y mas nada. Demoró una vida para sacarlo, que estaba mirando el entrenador. Mauricio Pereira no puede jugar donde lo pone a defender, él está para jugar del medio hacia adelante por ende lo hace fracasar. Santander como opción de cambio frente a un equipo, que toca en corto con precisión, que sabe jugar al contrataque, y tiene jugadores que saben con la pelota en los pies, no se puede ser tan tozudo en dejar a Bentancur afuera. Mas estilizado, mas rápido y mas penetrante,  no lo puso ni un minuto. Mandó a Zabala a la cancha e hizo mas que varios pero no tuvo compañia. No me gustaron ni Romero ni Polenta, a puro pelotazo para adelante y eso ya no se ve en ninguna parte del mundo, Mejía un gigante salvó una goleada. El golero de River que está bajo, podía haber jugado de saco y corbata porque Nacional no tira al arco, no desborda, no  juega en corto asegurando la pelota, es todo a la que te criaste, voluntad, esfuerzo si, pero hay que jugar al fútbol y eso lo hizo River Plate y por eso nos ganó y nos ganó bien y merecidamente. Nacional se come un segundo gol que no tiene goyete. Síntesis final. 
RECOBA volvió a fracasar estrepitosamente con un plantel mal armado con cambios tardíos y algunos mal hechos. Pero con los dirigentes actuales todo seguirá igual algo que ya es inentendible.

                                                        Enrique Bello 

lunes, 8 de abril de 2024

CUANDO EL EQUIPO PARECE TOMAR FORMA Y MEJORA

Estamos en pleno torneo apertura y en el medio copa libertadores con viajes incluídos.
Mas allá de lesiones y jugadores que no pueden jugar por diferentes situaciones,  Recoba da la sensación de irse dando cuenta de apoco, de que por lo menos 7 u 8 jugadores tienen que ser la base del equipo. 
Es la única forma de afianzar y dar confianza a los futbolistas y no sacarlos o ponerlos al barrer.
El jugador que sabe con anticipación que va a ser titular, entra a la cancha con otra predisposición, y para juzgarlo bien debe permanecer jugando de 5 a 6 partidos seguidos.  Eso es fundamental.
Está pasando con Galeano, parece otro al que vino por la sencilla razón de lo que decimos, está con confianza. esa que falta con Évere que lo ponen de a ratos y no en su lugar. Castro da la sensación de mejorar, ya jugó dos partidos seguidos como doble 5 y lo hizo bien.
En general no me ha gustado Recoba como ha conducido el equipo, pero los resultados obtenidos lo favorecen y ganar es siempre lo mas importante.
Uno sigue con expectativa su actuación al frente del plantel con el que convive permanentemente, y ante eso uno se limita a observar y después opinar.
Se volvió a jugar discretamente frente a Cerro Largo, y ahora llega River Plate en el monumental.
No parece ser gran cosa el millonario, pero está la interrogante de lo que va a hacer Recoba y su planteo.
Ojo puede obtener cualquier resultado, pero que no haga lo que hizo contra Peñarol que fue a defenderse y jugar a la retranca buscando no perder, más allá del escandaloso penal no cobrado.
Esa es mi preocupación, algunos la critican por solo ser resultadistas, en el caso mío voy mas allá, 
analizo con frialdad lo que pasa, respetando todas las opiniones.
Volveremos.

                                                 Enrique Bello