viernes, 25 de octubre de 2019

SIN DRAMATIZAR

Cayó Nacional, fue la primera vez en este clausura, y como venía jugando no era difícil que ocurriera esto. El primer equipo que lo estudió bien y lo atacó, fue River Plate que sin ser nada del otro mundo, le ganó, y le ganó bien desde el comienzo al final y con tres goles. Aquello de cero en nuestro arco se fue al diablo.
Ya lo hemos expresado en otros blog y hubo gente que se molestó, yo no tengo la culpa, de haber acertado. Ningún equipo había atacado a Nacional, no sabíamos como atajaba Rochet, no teníamos idea como defendían los marcadores de punta marcando a hombres veloces y de buen pie, ni como podían enfrentarlos en velocidad y el mano a mano. Contra River se vio claramente eso. 
Carvalho el zaguero es fuerte, pero muy desordenado, a la pelota la hace llorar, le pega para cualquier lado, nadie le dijo que esto es Nacional y que no siempre se puede jugar así. Que hay momentos para reventarla pero no siempre. Viña que proyectándose al ataque lo hace muy bien, marcando en el mano a mano tiene dificultades, lo mismo Cotugno, Corujo parece ser el jugador que da mas seguridad en la marca. 
El medio campo por la intensa actividad, cambia mucho, y yo no se si eso es bueno o malo, hace varios partidos que ha bajado su rendimiento, Ocampo es veloz, tiene cintura, remate, pero es muy discontinuo, hay que trabajarlo mucho, porque hoy no existen jugadores así. 
Dicen que un tropezón no es caída, a mi no me sorprendió la derrota porque tengo la tranquilidad, que lo escribí y lo dije por radio antes, así que no me duelen prendas.
Y ojo que este River que nos ganó, es un equipo mediocre, pero salió a atacarlo a Nacional y le hizo lo que no le había hecho nadie hasta el momento, lo complicó desde el inicio. 
Por eso hay que mirar siempre al rival, y no analizar todo sobre la base del equipo que se es hincha.
Yo no pretendo cambiarle la opinión a nadie, expreso la mía y aguanto la tacada, normalmente acierto, miro el fútbol de frente.
Nacional está en carrera, primero en las dos tablas aún, pero ojo falta mucho, a mi me quedó la sensación de que había una euforia por los triunfos bastante desmedida. Hay días para entrenar, analizar lo que pasó y porqué pasó, recuperar físicamente e ir pensando en un equipo titular definitivamente. Esto de cambiar y cambiar no me convence, digo esto sin conocer detalles internos que respeto. Pero me pregunto si hubiésemos estado en libertadores o sudamericana y jugar entre semana con viajes incluídos, que hacíamos. Así que excusas por jugar cada tres o cuatro días no me sirven. Son profesionales y como tales tienen que estar 0 K.
Nada tuvo que ver Gutierrez en la derrota frente a River, la falla fue de los futbolistas que marcaron muy mal. No hay otra, no hay equipo invencible en el Uruguay, Nacional no lo era y mucha gente pensó que ya estaba todo el pescado vendido, y no se dieron cuenta que hay que seguir remando.
Que el equipo en general había mejorado sustancialmente no queda ninguna duda, pero no se puede subestimar a nadie de antemano y yo creo que en los últimos partidos mas allá de los pobres rivales enfrentados, hubo como un dejarse estar y eso fue contraproducente.
Volver a la seriedad y salir a arrasar es lo que nos queda, y estoy convencido que el entrenador piensa igual que nosotros.

                                                                  Enrique Bello 

domingo, 20 de octubre de 2019

AHORA LE TOCÓ A CERRO

Y sigue el desfile en caída libre de muñecos, que no pueden con el Bolso. Cerro que generó alguna complicación defensiva no esperada, tampoco tuvo la fuerza necesaria y claudicó frente a este Nacional, que aunque no juegue bien como fue este caso, volvió a ganar y a ganar bien y con justicia.
Un detalle no menor fue ver a Corujo muy bien en la zaga, con quites oportunos, a Viña en un nivel que hasta llama la atención y un Ocampo desparejo pero con un golazo al empezar que tranquilizó a todo el equipo. Parejo Cotugno y un Felipe Carvalho expeditivo, pero pegándole a la pelota para cualquier lado, de punta y para arriba o para afuera. Creo que marcando anda bien pero hay que exigirle, que hay veces que puede jugar el balón a compañeros. Muy bien el chori Castro y un Bergessio que la tocó poco.
El medio campo lo mas flojo, muy mal Cardaccio y regularcitos Carballo y Zunino . Mejía sigue en buen nivel. 
Se sigue firme en las tablas y eso es lo mas importante, banco de suplentes mejor conformado que otras veces, por el ascenso de varios juveniles que dieron un salto de calidad y de complicaciones al entrenador a la hora de conformar el plantel para cada partido.
Santiago Rodriguez vuelve de apoco, convirtió lindo gol para liquidar un partido en los descuentos, pero que en varios pasajes del mismo tuvo dificultades que no debieron producirse por lo poquito del rival que se tenía enfrente.
Esto es un mano a mano con Peñarol, ya no quedan dudas, porque el resto de los equipos son amateurs y de una pobreza impropia de un fútbol que se precie de profesional. Los cuadros chicos van a jugar con Nacional y con Peñarol para participar del espectáculo, nada mas, la televisión, alguna nota y a otra cosa. Si no son goleados se van locos de la vida. Como Peñarol aprovechó el mal momento de todo Nacional en la primera parte del año, ahora  es Nacional en la segunda, el que sacó ventajas que Peñarol le puso a entera disposición.
No hay mas para decir, fútbol local pobrísimo, del que Nacional con cambios sustanciales, sacó tajada, por ello está como está. 

                                                                    Enrique Bello









jueves, 17 de octubre de 2019

SIN DESPEINARSE

El título lo dice todo, cuando la diferencia entre los equipos es tan grande no puede ocurrir otra cosa que la que ocurrió frente a Plaza. 
Nacional ganó claramente y sin gran esfuerzo y ni que hablar en forma merecida. Así las tablas de posiciones lo mantienen al tope.
Ahora son los rivales los que tienen que correr de atrás, cuando quedan nueve fechas para culminar. 
Observando detenidamente los partidos de Nacional, arrasa físicamente a los rivales. Allí la diferencia se hace muy notoria.
Las distintas variantes de jugadores, no hacen mella y por lo contrario todos parecen adaptarse al actual momento de bonanza deportiva. Hay titulares, y hay suplentes que parecen titulares y entonces todo se da a pedir de boca. 
El equipo se transforma en utilitario, por la sencilla razón de que sabe que gana el partido en cualquier momento y hasta no jugando bien. Ese no es un tema menor de considerar. 
Pero hay algo que quiero expresar al margen de que nuestro Nacional gane como lo está haciendo con el beneplácito de todos los hinchas que viven un momento de disfrute, que merecen con creces por la adhesión constante que brindan al equipo, juegue donde juegue.
Pero hay que expresarlo contundentemente, que chatura la de la mayoría de los equipos con los que nos enfrentamos y también se enfrenta Peñarol, eso hay que decirlo también y sin vueltas.
Prácticamente ya no quedan dudas faltando tanto, quienes van a definir el campeonato cuando faltan 27 puntos por disputar.
Los equipos chicos salen a la cancha a participar del espectáculo que se televisa, con mínimas posibilidades de aspirar a un buen resultado, y eso hace que los equipos grandes sin mucho esfuerzo los dobleguen físicamente, anímicamente y futbolísticamente y les ganen como y cuando quieren. 
En un fútbol que se precie de medianamente profesional, no pueden existir equipos que salten a la cancha a participar sin aspiraciones.
Eso ha hecho del fútbol uruguayo, algo mediocre, tedioso, aburrido en extremo, y sin nivel. Uno se pregunta se justifica pagar entrada, que no es barata, y en muchos casos viajar al interior para observar partidos que te duermen en la tribuna, porque la diferencia en el juego y en las posturas con los grandes, es inmensa en grado sumo.
Un ejemplo que me viene a la cabeza, todavía no sabemos los nacionalófilos si el arquero Rochet es bueno, tiene condiciones o no. Si no le tiran al arco ni le complican la vida con jugadas peligrosas, solo algún centro y poca cosa mas.
Este equipo de Gutierrez, no ha tenido un rival que le genere alguna exigencia en campo y eso es muy importante para poder evaluar mejor a futbolistas y al colectivo del equipo. Eso me preocupa. si de analizar en profundidad se trata. 
De todas maneras no es culpa de Nacional nada de lo que se está viendo, y nuestro equipo gana y gana y en definitiva es lo que importa y vale. Así veo yo las cosas.


                                                                      Enrique Bello  

jueves, 10 de octubre de 2019

CUANDO LA AUTOCRÍTICA SIRVE

Alvaro Gutierrez,  aprendió mucho al aplicarla, en esta su segunda era en Nacional. Ya desde que vino y a medida que pasaban los partidos, fuimos notando un cambio muy saludable en sus declaraciones públicas. Y ahí está una de las grandes causas para la superación de cualquier ser humano y en cualquier actividad.
Y eso es saludable reconocer las cosas, reconforta el espíritu y nos hace mejores en cualquier ámbito.
Ya lo he dicho, que no comulgaba con la filosofía de encarar el fútbol por parte de Gutierrez, pero el respeto nunca estuvo exento. Agarró un equipo y un plantel destruido, era brava la mano
y sin embargo vino, metió mano enseguida a mucha cosa, y el cambio se comenzó a notar. Poco le importó la diferencia de puntos que tenía en contra, primero arreglamos atrás para que no nos hagan goles y después vemos. Ningún jugador elegido por él, y en el medio de la correntada, fue acomodando el cuerpo.
La ansiedad de nosotros los hinchas, se hizo intolerable, cada uno quería cambios y cosas diferentes.
Y el técnico era Gutierrez, y el hombre, sereno, equilibrado, criterioso observaba lo que tenía, y lo que había llegado al club.
Y allí se dio cuenta de que había una botijada prometedora que pedía cancha. Y de apoco se las empezó a dar. Que ocurrió, que el plantel se hizo mas grande, y las posibilidades de mejorar al cuadro se agrandaban. Gurises de la casa como Corujo, Viña, S Rodriguez, Neves, Amaral, Ocampo, Carballo, Vecino mas la experiencia de otros, generaban expectativas de renovación y mejoras notorias en el rendimiento del equipo.
El planteamiento 4  1  4  1 , para un cuadro grande no es lo mas aconsejable, pero la fidelidad al mismo, mas la frescura y la velocidad impuesta por los jóvenes, fue una inyección fantástica.
Y algo que después del fracaso a nivel internacional, preocupaba en forma seria, porque había un plantel que como lo expresamos  muchas veces, si no tenía un cambio radical, que no se vislumbraba, no tenía futuro.
Una frase se puso en vigencia, cambia todo cambia, y una aureola de positivismo mental se apoderó de toda la institución. Y en tiempo record, se pasó de la malaria a un momento de esplendor.
Cuando nosotros expresábamos a voz en cuello tanto en radio como en este espacio, que si no se cambiaba, no había futuro, no lo decíamos para tener razón, lo decíamos porque era la verdad.
Y a veces es cuestión de animarse, todos decíamos y sin Bergessio que hacemos. Y miren ustedes hoy es suplente de lujo con su experiencia, El chori Castro pasó de un año de ostracismo a ser figura después de su golazo clásico y hoy aguanta 90 minutos. El 
Rafa García sacado de la zaga donde era un peligro por su vehemencia, en el medio y mas liberado, rinde y rinde sin tanta responsabilidad. Otros que llegaron, figuran poco, la juventud llegó con vientos de cambio, porque el cuestionado Gutierrez, también por mi y no me saco el sayo, se dio cuenta que moría con los ojos abiertos, e hizo lo que parecía imposible, cambió a todo Nacional y lo puso en posición de privilegio. Todos los méritos son de él, pero
ojo aún falta y no se ha ganado nada, pero principio quieren las cosas.

                                                                         Enrique Bello

domingo, 6 de octubre de 2019

LO IMPORTANTE ERA GANAR

Lo dijo el guti en la conferencia, después no hay mucho mas que agregar. Nacional ganó, sin despeinarse, jugando casi en forma displicente, parecía mas un práctica que un partido profesional donde se cobra entrada y se hace viajar a la gente 200 km ida y vuelta. Un mamarracho que hay que cambiar en forma urgente.  Hay equipos como este de Boston River que son una afrenta al fútbol profesional, y hay varios mas. Hay que estar en una cancha o frente a un televisor para ver  un partido como este. Fuera de broma era para dormirse. Debió ser una goleada estrepitosa en favor de Nacional, pero se cuidó, tocó para los costados, caminó por el campo paseando en la Piedra Alta, y pensó en la seguidilla de encuentros que se vienen. Corujo se fue con un tironcito, no creo que juegue entre semana por las dudas, volverá Neves y poca cosa mas. Todos jugaron bien, y enfrente daba lástima el loco Abreu y  con sus años a cuesta, no se a santo de que. No sabe que hay un tiempo para las cosas en la vida, y el saberse retirar es una virtud del ser humano. 
En Florida no hubo partido, y si una práctica liviana y sin exigencia. Ahora esto sigue, se habla de que Progreso lo quiere llevar al estadio Koster de Mercedes. Y bueno habrá que seguir paseando por el interior en la búsqueda de un campeonato uruguayo, única meta para la que faltan dos meses y con clásicos incluidos. No hay otra.  Todo  muy  chiquititito, esa es la pura y cruda verdad.

                                                                                 Enrique Bello

                                                                           

viernes, 4 de octubre de 2019

CUANDO EL FUTBOL PASA A SEGUNDO PLANO

Es claro y notorio que estamos a tres semanas de un acto eleccionario en el país. 
Un gobierno se va y otro llegará, según diga el voto de la gente,  en procura de revitalizar y mejorar cosas. Tarea compleja que ya todos conocemos de sobra.
Y el fútbol que, los que se dedican horas y horas diarias a repetir lo mismo en aras de un negocio publicitario que les da de comer, y al que hay que justificar de cualquier manera, no si una buena dosis de suerte que cada cual tenga, para que muchos avisadores tiren la plata a la marchanta. Pero así son las cosas, hay gente que nace con estrellas y otros nacen estrellados.
Dicen que se jugarán seis fechas en veintiún  días. Ya lo adelanto,vayan colocando dos unidades de emergencia en cada cancha, porque los futbolistas uruguayos no aguantan esta parada.
Casi nadie habla de fútbol, la gente está en otra cosa, es el cambio de gobierno o no. Pero cambiará la legislatura, eso es seguro, a lo mejor la reforma de Larrañaga, vivir sin miedo. 
Ya no se sabe ni que partidos se juegan, ni cuando, ni a que hora, ni en que cancha. Solo los charletas de turno, repiten y repiten.
Uno, que la verdad después de ver partidos de la champions y de otros paises, mirar lo de acá, es insufrible por lo malo y aburrido. Va quedando fuera de foco, y entonces ocurre todo a lo que nos estamos refiriendo. 
Nuestro Nacional a Florida, otra vez a una canchita, porque llamar estadio a eso no parece ser lo mas correcto.
Me acuerdo del Centenario, lugar de tantas batallas futbolísticas, buenas y de las otras, y verlo solo así, desolado, sin uso, sin gente de fútbol, sin aquellas charlas de la Olímpica con conocidos o amigos, y me da una nostalgia, que lo juro de verdad ni siquiera el Parque Central donde prácticamente me crié, me la trasmite. 
Como nacionalófilo jamás hubiera abandonado al Estadio Centenario, remodelar un poquito el Parque y mas nada. Pero los tiempos cambian y hoy me hablan de sentido de pertenencia, y uno escucha o lee y no puede hacer absolutamente nada. Porque es ahí donde se da cuenta, que el fútbol uruguayo todo, y a todo nivel está como el país hecho trizas. Y va a costar sacarlo de este ostracismo, si es que finalmente algún día se logra. La veo muy difícil, seguiremos con  el fútbol pijama de entre casa, dándole un color no muy alegre, yo diría siempre gris y pobre.
Esto que digo se que puede molestar, pero yo no me preocupo por las  molestias de la gente, trato de expresar lo que siento.
Hay que luchar ahora con una posición en la tabla, con mas credibilidad y posibilidad de concreciones, Hay una sensación en el ambiente de que se puede, la realidad y los resultados lo estarán marcando, es el deseo ferviente, pero no dar por ganado nada hasta el final, debe ser la consigna.

                                                                           Enrique Bello