Hoy y ya desde hace un buen tiempo en la cresta de la ola, por la sencilla razón de ser un goleador empedernido. Esa situación lo ha llevado desde sus comienzos en nuestro Nacional, donde no empezó bajo los mejores auspicios y cuando se empezaba a acomodar con goles y buenas actuaciones, se lo llevaron. Equipos importantes del mundo ya lo han tenido como un gran protagonista del gol, plata, mucha plata y fama a nivel mundial, lo han transformado en figura cumbre de la selección uruguaya. Hasta acá todo dicho y en forma por demás clara y elocuente.
Ha tenido siendo muy joven aún, problemas de todo tipo, el mas importante el de recismo por el caso Evrá, muy comentado y difundido a nivel mundial.
Pero Suarez no solo eso ha tenido que padecer, y no es poca cosa, sino que también ha sido protagonista de jugadas controversiales, dudosas, violentas, a favor y en contra suya. Tiene la característica de estar casi siempre en el ojo de la tormenta, mirado con respeto por muchos y con recelos y antipatías también por muchos.
Uno que lo ve desde jovencito, cuando en el Parque Central se le abucheaba porque erraba goles imposibles frente a los arcos y la gente pedía a gritos que se fuera, nunca pensó en que su carrera deportiva fuera a ser la que es hoy.
En Inglaterra son claros los innumerables inconvenientes que ha tenido, con críticas y hostigamientos no fáciles de sobrellevar para un muchacho joven. Que lo venden que no lo venden, que el Real Madrid, que el Barcelona, que el Manchester City, que cifra astronómicas en su derredor. Hoy máximo goleador con la camiseta celeste es aplaudido y abucheado en diferentes partes del globo. El recuerdo de los últimos Juegos Olímpicos fueron la clara y mas cruel muestra de contrariedad del público inglés hacia él. Sin embargo permanece en las Islas Británicas y seguirá jugando en el Liverpool.
Pero mas allá de todo lo expresado líneas arriba, que es verdad, Suarez, salteño, de familia humilde y grande, no es un jugador que haga honor a esa bandera que aparece en primera fila de eventos importantes organizados por FIFA, me refiero a la bandera del Fair Play.
Protestador como pocos, algunas veces con razón, la enorme mayoría sin razón, finge lesiones y golpes que no recibe, se tira al piso innecesariamente, engaña a los jueces complicándoles la vida, gesticula ante cualquier contrariedad haciendo que la tribuna salte cuando es la contraria.
Eso acá en el Uruguay se llama viveza, para mi no lo es. Siempre está mirado con lupa, ya ha sufrido suspensiones importantes. Todo lo que lo rodea mas allá de sus notables condiciones futbolísticas, siempre genera una aureola de cosa rara. La selección uruguaya lo disfruta, lo disfrutan sus compañeros, lo disfruta la gente, el inglés Gerarad lo ha defendido como pocos.
Para mi, que como futbolista lo quiero siempre en mi cuadro, lo digo sin tapujos, es un jugador desleal, miente en la cancha con total de lograr su objetivo de cualquier manera, hace enojar a los rivales, con sus actitudes antideportivas que para nada lo favorecen, porque condiciones le sobran.
Se hace criticar en forma absurda, y bueno dirán algunos, viva la cara de él, y es lo que es.
No me gustan jugadores con tantas condiciones, que se burlen de un espectáculo para el que la gente paga, actuando en muchos casos en forma antideportiva.
Por mi manera de ser no me gustaría que lo hiciera ni siquiera en el cuadro del que soy hincha, porque actuando en un ocasional contrincante, lo haría pedazos con una crítica despiadada.
Hoy todo el mundo lo aplaude, sobre todo en nuestro país, pero mucho mejor sería todo en su derredor, si fuera un mejor deportista y colega ejemplar dentro de las canchas; y no lo es.
Ejemplos de sus actitudes hay en cantidades industriales, imposibles de describir aquí, pero por decir algo bien reciente, el partido en Lima frente a Perú, fue una muestrita mas.
Por supuesto saldrán sus defensores acérrimos, nunca faltan, desde que se fue de Nacional, ya todo lo que rodeó su transferencia fue poco claro, su pase al Groningen de Holanda se hizo a travéz de las Islas Vírgenes Británicas.
Que quede claro porque algún tarado va a saltar por este comentario, sus cualidades futbolísticas no estuvieron ni están en controversia, por si las moscas vió.
A los que nos gusta el deporte limpio, vicho raro de estos tiempos, lo sé, no le gustan cosas como algunas mencionadas, y lo expresa de acuerdo a su leal entender, nada mas que ello. Que conste.
Enrique Bello
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