martes, 30 de junio de 2015

GUSTAVO MUNUA

Para mi fue sorpresa, pensé que todavía por lo menos un año mas jugaba. Varios nombres se escucharon, para mi el mas potable era Eduardo Acevedo, hombre serio, estudioso, inteligente, maduro, con experiencia en el club, conocedor del fútbol, analítico. Era un pensamiento y como tal lo expresé en mi programa de los domingos. Pero en los últimos días tomó cuerpo, que a Munúa no le disgustaba la idea de que le propusieran el cargo, alguna insinuación ya le había hecho al presidente. Con el curso de entrenador hecho en Europa, también el de entrenador de arqueros, con experiencia de 10 años en Europa jugando y observando metodologías diferentes y modernas, con 37 años de edad, joven, claro, lúcido, capitán y lider del plantel desde que volvió, respetado en el ambiente, como se suele decir habitualmente hombre de la casa, la conoce como pocos, hincha de Nacional acérrimo, defensor de la causa desde muy jovencito, ya con varios campeonatos uruguayos y con una experiencia dentro de las canchas innegable, apareció dentro la escenario mayor del fútbol con el deseo, las ansias y el convencimiento de que se siente con condiciones para agarrar la conducción técnica del club de sus amores.
Nada se conoce de él en ese aspecto, porque será un absoluto debutante en la función, pero primero él se la jugó, deja los guantes de la noche a la mañana, la mayoría de la dirigencia con el presidente Ache a la cabeza le dicen si, y se la juegan arriesgando. Dice la frase el que no arriesga no gana, acá en en el medio no había mucho para elegir y ya no es la primera vez que se adopta una resolución de este tipo.
Llega con un preparador físico de altísimos quilates, el profesor Jorge Franco, hombre organizado, serio, disciplinado, al que le gusta trabajar en cancha, tiene pergaminos sobrados y un nivel de sapiencia que para Munúa en sus inicios será fundamental. Un ayudante de campo que viene de Europa, que vendrá con figurines modernos para un Uruguay que se moderniza poco, Leonardo Romay como preparador de Goleros y algún otro profesional que ya está en el club. Algún pequeño divisionismo, natural en Nacional desde toda la vida cuando se toman decisiones de este tipo y que pronto se solucionarán, sumando entre todos.
La incógnita es grande, pero la espectativa es aún mayor. Llegó Munúa mejor dicho cambió de puesto, ahora tendrá que entrenar a muchach con los que jugó, tendrá que mandar y decidir, en momentos lindos y feos, y tendrá que dirigir, con miles de ojos que lo seguirán de manera muy distinta a cuando jugaba.
Ya la notoriedad pública será otra, tendrá que aprender a convivir con ella de la noche a la mañana.
Lo conozco de jovencito, hicha de todas las tribunas, buena persona. Conocí a su padre, cuando apareció no tuvo problemas en ir a jugar al Albion, para moldearse y volver al club de sus amores.
Hubo problemas con el cobro de su transferencia al Deportivo La Coruña, del que no se si aún se cobró, porque el tema había ido hasta la FIFA. Pero bueno ese es otro problema. Ahora se consumó, Munúa dirigirá a Nacional y todos nos embarcaremos detrás del buque que el conducirá. Toda la suerte del mundo para él y sus compañeros, y suerte para nuestra Institución que se jugó una gran patriada, para seguir intentando cambiar la chatura con la que convive desde hace años el fútbol uruguayo. Aleluya pues a esta movida que sacudió y de lo lindo´, y no podía ser otro que nuestro Nacional.

                                                         Enrique Bello

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