sábado, 4 de julio de 2015

ALGO QUE ME SACUDIO LOS SENTIMIENTOS

Hace  ya unos cuantos años, la verdad, no me acuerdo exactamente cuantos, pero deben ser entre 15 y 20 años, año mas o año menos, mi pograma  "Dale Bolso" tendría  unos 10 años de existencia, en aquellos tiempos, los lunes a las 9 de la noche en Radio Imparcial.
Era muy normal por aquel entonces que durante muchos minutos de cada programa, sacáramos gente al aire para que hablara sobre los distintos temas que hacían a la vida de nuestro Nacional. Así fuimos conociendo voces primero, y a los propietarios de esas voces tiempo después, en la propia radio o en otros lugares. Puedo decir con orgullo, que es inmensa la cantidad de gente que hemos conocido a través de un simple programa semanal de radio, hasta impensado y yo agregaría sorprendente, no por nosotros, sino por la propia gente que uno no se imaginaba pudiera prestarnos el oído.
De esa forma fuimos conociendo personajes inimaginables en su amor por Nacional, que de tantos que son, es imposible mencionarlos en este comentario.
Un día cualquiera y una vez finalizado el programa, una llamada muy especial, me sorprende y me dice, amigo quiero conocerlo personalmente, porque tengo cosas para decirle, mi apellido es Acosta, me dicen el gordo Acosta, vivo un tanto lejos, pero si tiene auto un día lo espero por mi casa, Nacional es parte de mi existencia agrega, con voz emocionada y me gusta mucho su programa por la firmeza de sus convicciones. Me dió la dirección, su teléfono, y allí quedó guardado entre mis apuntes como tanta otras cosas. El tiempo pasó y un día cualquiera de mañana yo circulaba con mi auto por las cercanías del barrio Colón y me acordé de aquel hombre llamado Acosta, del que me parecía estar cerca de su casa, pregunté varias veces a vecinos y gente de la zona que yo no conocía muy bien, y en un abrir y cerrar de ojos, estaba en la casa del gordo Acosta.
Un lugar con portón abierto, me mandé atrevidamente, a mi costado, grandes planchas de granito, veteados y de colores maravillosos, eran la muestra cabal de que allí se trabajaba con ese material caro y de gran categoría.
Un muchacho joven me sale al cruce y me dice, señor que desea, busco a Acosta, al gordo me pregunta, y le digo sí, es mi viejo, allí viene. Una figura gruesa, corpulenta, cascada por el trabajo, me saluda muy cordialmente, preguntando quien es ud, yo soy Enrique Bello de "Dale Bolso" créanmelo, el hombre casi se desmaya, no podía creer que yo estuviera allí en su casa como me lo había pedido tiempo atrás, el abrazo efusivo los golpeteos en la espalda, esos que emanan de la sinceridad de la gente, realmente me sacudieron. Yo no era nadie, no lo soy hoy, simplemente un hincha de Nacional como cualquiera, que solo tenía un programa partidario y mas nada. Pero ese hombre no lo entendía así. Me brindó durante un buen rato de su tiempo, para contarme cosas, anécdotas, comentarios y decirnos de su pasión enorme por su Nacional querido.
Era multifacético, ya su físico denotaba que le gustaba comer y muy bien, preparaba chorizos de rueda espectaculares con los que nos convidó regalándonos unos cuantos quilos.
Pero no terminaba allí su polifuncionalidad laboral el amigo Acosta, también trabajaba con sus hijos en placas, todo tipo de artículos en bronce, figuras, animales, adornos, etc, etc., imposibles de detallar por lo extenso de la nómina.
Asi las cosas me mostró todo su establecimiento, quedé impactado por todo lo que allí se producía y del nivel de ventas que tenían por la calidad de los trabajos realizados.
Fue en ese contexto de larga conversación donde el tema de la audición y de nuestro Nacional, no faltaban a la cita en ningún momento, en el que el gordo Acosta me dice, mirá Enrique yo voy a fabricar algo para ti y que por intermedio de tu programa que es muy escuchado, y en tu nombre le regales a Nacional algo que yo personalmente quiero que esté en un lugar preferencial en Los Céspedes.
Con mucho gusto le digo, lo que tu digas está bien, ese regalo que recibí varios días después porque hubo que producirlo, era un enorme y pesado escudo de Nacional hecho totalmente en bronce, que para cargarlo y llevarlo no fue tarea sencilla.
Naturalmente que se comenzó a cultivar una linda amistad con esa familia, durante muchos años.
El famoso y precioso escudo tricolor, lo llevé a mi casa, le comuniqué el deseo de Acosta de cual debería ser su destino final en Los Céspedes al por aquel entonces gerente Manuel Ucha e hicimos las coordinaciones correspondientes. El escudo fue entregado a Ucha en la sede social y de allí en mas jamás supe nada de él. 
Pasó el tiempo, me fui olvidando del hecho, fui a Los Céspedes infinidad de veces y nunca me fijé donde estaba y si realmente estaba colocado como lo hubiera querido quien poco tiempo después de obsequiármelo a mi, sorpresivamente dejó de existir, como si ese hubiera sido su último deseo para con su Nacional querido.
Mucho tiempo ha transcurrido desde aquel entonces y mas nada supe del escudo tricolor de bronce y su destino final.
Pero un hecho fortuito de los últimos días me motivó a escribir toda esta historia.
Una foto surgida en el diario El Observador a raíz de la asunción al cargo de entrenador por parte de Gustavo Munúa en Los Céspedes, realmente me sacudió el corazón cuando de la misma se ve a Munúa por primera vez saliendo del chalet de los técnicos, hacia su primer entrenamiento, y no se si la casualidad y el destino hacen que en esa fotografía y encima de la puerta se viera con absoluta claridad el famoso y legendario escudo tricolor de bronce que quien esto escribe jamás había visto colocado en un lugar preferente como en el que está puesto.
Imaginen mi alegría desbordante al verlo por primera vez como le hubiera gustado verlo a su auténtico creador en vida, el querido gordo Acosta.
Estoy feliz, en un momento de cambios importantes en las estructuras nacionalófilas que una pieza artística de la calidad de la mencionada, esté donde debe estar como símbolo de victorias para siempre. 
Que mucha gente se entere por esta nota que esta situación, también nos tuvo como humildes protagonistas de un hecho generado en las entrañas de nuestro programa, por gente anónima que creyó que el suscrito tenía que ser por derecho propio, el director de un orquesta sin música, pero con el sonido de música tricolor que desde el mas allá el gordo Acosta,hoy debe estar disfrutando a pleno, por él y porque no, por mi, que le dió el consumo final a todo lo narrado.

                                                         Enrique Bello 

1 comentario:

  1. Siempre es u mm placer leer sus publicaciones.Agradezco sus letras que ofrecen un regocijo para el alma y la emoción que sentí por su historia no me imagino lo que debe haber sido para esa familia. Mi orgullo por este sentimiento es enorme como la historia del club de mis amores.Y un verdadero placer es enterarse del amor que siento por está camiseta es compartido hasta la locura por muchísima gente.Por eso señor le doy las gracias por sus palabras y ARRIBA NACIONAL SIEMPRE

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