viernes, 17 de febrero de 2023

EL FÚTBOL URUGUAYO EN FRANCO DETERIORO MORAL

Dentro de lo que es hoy el gobierno del fútbol uruguayo, absolutamente dividido entre clubes y gente que lo conduce Y con un panorama descalabrado por los inmensos intereses económicos, no se pueden esperar cosas serias limpias y transparentes porque el asunto es rin caja. Si no miren los acomodos y desesperados como Alonso, y otros que lo acompañan los dinerales que se llevan a sus bolsillos apoyados por Dominguez y toda la mafia de la Confederación Sudamericana. 



Mientras tanto el fútbol en si lo que es el fútbol, hecho trizas entre los contras de Casal y los adulones de  Casal, y este mira de costado buscando bericuetos para seguir pateándoles el traste.  Una pobre imagen pública de la que la gente no entiende casi nada, mientras fortunas que se mueven con gente entregada a los distintos poderes, luchan denodadamente por cambiar un statu qúo, que ya impusieron por la fuerza servidores de poderes internacionales para beneficio de unos pocos en detrimento de la mayoría. 


La pregunta es que tienen que hacer en el gobierno del fútbol profesional gente como los árbitros, como los jugadores, como el futsal, como OFI, como el fútbol femenino, como la divisional C. Absolutamente nada, el fútbol es de los clubes como fue en otros tiempos, Junta dirigente, con delegados y un Consejo Ejecutivo para la condución del mismo con no mas de tres miembros, decentes, ecuánimes e imparciales. 

Eso es lo que debiera ocurrir, pero lo cambiaron todo por los acomodos escandalosos y por la maldita plata.


Los clubes y los jugadores seguirán sufriendo, la gente cada vez menos porque está harta de todo, en algunos casos por amor a su camiseta y para saltar en las tribunas seguirán haciendo el papel de la pabota y concurrirán a ver partidos.


Pero el olor a podrido es nauseabundo, asco ya da sin que nadie resuelva acorde a las circunstancias. Vamos por un muy mal camino pero los que se llevan la guita grande, dirán los tarados que se jodan. 


                                           Enrique Bello 

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