Ya la noticia me impactó, murió Manga, una lágrima se me piantó por la tristeza que tengo.
Jamás me podré olvidar de este hombre, que me hizo tan feliz como hincha a mi y a una generación que lo vio jugar y nunca lo olvidará. Fue un arquero fantástico, parecía casi imbatible, su físico imponente, su fuerza y amor propio para defender a Nacional fueron inconmensurables. Nunca se lesionaba y si se lesionaba jugaba igual. fue Campeón uruguayo varias veces, Campeón de la Libertadores, Campeón del Mundo, Campeón de la Interamericana. Recomendado a llegar a Nacional por el mejor puntero brasileño de todos los tiempos , Mané Garrincha. Jugó de titular en la selección de Brasil en el mundial de 1966, donde se produjo una carnicería contra Pelé por parte de los Búlgaros, hasta que lo sacaron de un mundial en el que Brasil era el gran candidato a ganarlo.
Botafogo fue su cuna entre 1959 y 1968 después de jugar en varios equipos y desde Botafogo vino a Nacional casi sobre el período de pases.
Ayer justo miraba una foto con el y varios mas, fui amigo, lo vi hacer el gol de arco a arco que quedó en la historia,fue a un arquero de Racing llamado Posadas. Ese partido tuvo mil quinientos espectadores porque fue un miércoles de una tarde de invierno absolutamente desapacible, de neblina.
Fue el arquero que aún hoy tiene un record sin vencer, estuvo 16 clásicos seguidos sin perder. Era insaciable, así fuera ganando por cinco goles quería mas, tal es así que en un partido se estaba dando ese resultado y corrió a un alcanza pelotas porque demoraba en dársela.
En una gira por Europa de partidos amistosos, en uno de ellos se ganó por un penal atajado por él y como la copa era preciosa, se la llevó con él y no la largó hasta llegar a Montevideo donde hubo que explicarle que las copas eran del club y no de los jugadores, ese fue Manga.
No hay que dejar de recordar que antes de la final en Lima contra Estudiante por la Libertadores se había jugado otro partido durísimo de clasificación contra Universitario y allí Manga atajó un penal con el pie a Héctor Chumpitaz que fue decisivo para lo que vino después.
Se nos fue una auténtica gloria del club que recordaremos por siempre, de una generación que no hizo otra cosa que defender a la Institución como se debe, dejando todo en la cancha.
En Botafogo su club de origen que le dio la alegría de ser último Campeón de América, dicen a voz en cuello que fue el mejor arquero del mundo en aquellas épocas. Dicen que la felicidad es esfímera yo digo que la felicidad que nos dio Manga es infinita.
Adios crack en toda la dimensión del vocablo, un Bolso de Ley que te vio jugar y ganar a todo y te trató personalmente, llora tu partida.
Enrique Bello