lunes, 26 de noviembre de 2012

ENTREGAMIENTO

Eso es lo que se vió en el partido Wanderers Peñarol.
Normalmente no hablo de estas cosas, aunque desconfío permanentemente. No tengo pruebas, pero a buen observador hay cosas que no se le escapan. Miro todo el fútbol que puedo, de aquí y de allá, elijo lo que me atrae o me gusta, y también lo que como comunicador tengo la obligación de mirar.
Ya sabemos que estamos en etapas decisivas del apertura 2011-2012, que si bien da posibilidades al ganador de jugar final o semi final, no deja de ser la mitad del campeonato uruguayo.
El equipo bohemio había generado espectativa de buen juego y de oposición al aurinegro, ya en en el tramo final, y así fueron a la cancha. El Tanque y Defensor habían perdido rueda, horas antes y Nacional varios partidos atrás, después de caer torpemente ante el Tanque y River Plate.
El manyaje de parabienes, todo le quedó servido en bandeja. Eso es absolutamente cierto, y lo aprovechó, la culpa no es de ellos, si los otros que se lo regalaron.
Pero un equipo de Wanderers que ya a los cinco minutos se vió entregado, livianito, frío y sin vibración. Un cuadro sin alma al que le conversaron a varios futbolistas y los arrugaron como un acordeón. Lo de su estrella Maximiliano Rodriguez del que yo tanto me jacté y hace dos años vengo sosteniendo que había que mirarlo con atención por parte de Nacional, se me vino al piso como un castillo de naipes. En un partido en el que tenía que demostrar su clase, fue un desastre, entregado al rival como un angelito, hubo pasajes grandes del partido, en que a través de la TV uno lo miraba y lo único que le faltó fue tirar la pelota para su propìo arco. Fue escandalosa su participación, ni que hablar, no fue el único, lo del ecuatoriano Mercado, el golero Martinez, los zagueros Mendez y Lago sin palabras. Hay partidos de fútbol que generan desconfianza, éste fue uno de ellos. Ya el pescado está vendido, Peñarol ganará este medio campeonato por ser el menos malo, tenían desesperación institucional por ganarlo, se han movido mejor que en los últimos años, pero siempre dejan la duda en cuanto a sus procedimientos. Este partido con Wanderers que se entregó mansito y sin agallas me ratificó todo lo que pienso.

                                                 Enrique Bello

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