Cuando los periodistas eludimos temas importantes, no estamos ejerciendo la profesión como se debe, ganemos plata o no, como por ejemplo es nuestro caso. Y así hay que actuar siempre sin jamás sacarle la cola a la jeringa. La profesionalidad de los actos no está marcada por la remuneración de los mismos, sino por lo que se hace y cómo se hace.
Todo este introito por el tema que ha sido la comidilla de esta semana para todos los medios periodísticos. La entrevista realizada por El Observador TV al Dr Jorge Da Silveira uno de los hombres más prestigiosos, o acaso el más prestigioso del periodismo deportivo uruguayo, durante las últimas décadas.
Al hombre se le saltó la cadena, sobrepasó la línea de lo estrictamente deportivo para incursionar en temas personales de un jugador de fútbol y, en concomitancia, generó un problema muy serio al deportista y a su entorno, al club al que pertenece, a la selección uruguaya que lo tiene como uno de sus convocados recientes; y generó un revuelo bárbaro en todos los estamentos del fútbol uruguayo.
El Club Peñarol, propietario de la ficha del jugador, salió a la consideración pública con un comunicado durísimo contra el periodista en cuestión. La Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales no dudó en una actitud similar, lo declaró persona no grata y exhortó a todos sus asociados a no darle entrevistas a Da Silveira. Los jugadores carboneros también se asociaron con dureza al comunicado del club contra el periodista, mientras una carta de Da Silveira a Peñarol retractándose de todo lo dicho extendida por la institución a la Asociación Uruguaya de Fútbol, desembocaría posteriormente en Portugal (Lisboa) en el Club Benfica, intentando bajar decibeles a un tema que ya se había escapado de las manos a todos los protagonistas, lo que se consideró públicamente como una embarrada de tal magnitud que no se podía tapar ni con una carpa de circo. Así las cosas un negocio muy interesante para el club estuvo tambaleante por varios días, hasta que con claros cambios en las condiciones económicas y formas de pago impuestas por los compradores, la transferencia finalmente se concretó. Las heridas quedaron abiertas en todos los flancos, Da Silveira reporteado por colegas reconoce su enorme error, se presenta en el programa Fox radio del que es panelista y dice vine a dar la cara pero me apartaré por un tiempo para que mis compañeros puedan actuar libremente. Han surgido comentarios periodísticos de última hora que dicen que por sugerencia de gente de su cercanía se apartaría también de otros programas.
Una composición de lugar y del hecho en sí, nos movió a introducirnos indirectamente en el tema, porque lo consideramos muy importante, dada la personalidad y trayectoria del Dr. Da Silveira, además de su enorme gravitación con sus juicios, que han hecho de este singular personaje de la vida nacional; aquello de si lo dijo el TOTO ponele la firma.
Primero aparecieron como cuervos, sus detractores, para aprovechar el momento y matarlo, empezando por las esferas mas altas del fútbol y muchos mas que no vale ni la pena entrar a detallar. Después sus defensores, que también los tiene y en gran cantidad, muchos conocidos, que le han llevado y le siguen llevando la valija, hechos que no por conocidos, dejan de ser muy pero muy desagradables en un ambiente muy venido a menos como es el periodismo deportivo uruguayo.
Conozco a Da Silveira desde hace 45 años, épocas del Clan 10 de Radio Ariel, desde el primer momento me di cuenta que iba a triunfar en el periodismo y así fue. Sin temor a equivocarme para mi es el mejor periodista comentando un partido de fútbol, reitero comentando un partido de fútbol, analizando, desmenuzando todos los aspectos técnico tácticos de un partido, pero punto. Cuando incursiona en temas personales, con su famosa frase "la cabecita" allí falla y se equivoca rotundamente, generando problemas y malestares con mucha gente sin necesidad alguna.
Hace y unos cuantos años, Hugo de León un -prócer de Nacional-, salió a la consideración pública tal cual es, y cansado de una persecución sistemática en los juicios de Da Silveira hacia él, cortó el diálogo para siempre y nunca mas le dirigió la palabra, eso le costó que Da Silveira lo siguiera criticando cada vez que tuvo oportunidad, pero De León indomable se mantuvo firme hasta nuestros días.
Hay algo que en este comentario no se puede soslayar, la enorme mayoría de los nacionalófilos no quiere a Da Silveira, hay gente que habla con él por el prestigio que tiene y el peso de sus dichos, jugadores, técnicos, dirigentes de ayer y de hoy, pero la realidad es que el nacionalófilo no quiere a Da Silveira.
Muchas veces en nuestro programa radial hemos fustigado la diferencia muy marcada al emitir juicios sobre temas similares que hacen a la vida deportiva y dirigencial entre Nacional y Peñarol. Se la hemos respetado, pero hace muchos años no la compartimos. Hoy es este pibe de Peñarol el que está en la picota pública, pero es que nadie recuerda, por ejemplo, bueno ya lo nombré Hugo De León, Juan R Carrasco, Daniel Fonseca, Julio Delly Valdez, Fabián O´Neill el chino Álvaro Recoba, Jorge Seré, Horacio Peralta y muchos más imposibles de nombrar en este espacio y dejo a uno de estos tiempos Diego Arismendi. Hoy se sumó desde España Luis Suárez con duras críticas y ojo no había sido vendido ninguno como es el caso actual, pero ¿y las cotizaciones no bajaban de todos los nombrados líneas arriba?
Dicen que parecido no es lo mismo, yo creo que lo mencionado viene al caso, como recuerdo para muchos. Acá hay memoria y no es cuento, no hablo de temas políticos, porque me haría un festival y no es momento.
Hay derecho a equivocarse y es un acto de nobleza pedir disculpas, eso es así sin vueltas y Da Silveira lo hizo, todo mi respeto a esa actitud, pero el daño fue hecho y no tiene arreglo a pesar que se minimiza en algo, porque finalmente el futbolista fue transferido.
No soy quien para dar consejos, ni a mis hijos se los doy, sí sugerencias, Dr. Da Silveira, ya está en el final de su carrera, limítese a comentar los partidos, como lo hizo en sus primeros tiempos siendo el mejor por lejos, hoy el mejor detrás suyo es Mario Bardanca, deje de lado los aspectos personales de los deportistas, júzguelos por lo que hacen dentro de la cancha, lo demás déjelo para entrenadores dirigentes familiares y amigos.
Será lo mejor para ud. si es que así lo entiende, y si tuvo esa linda y digna actitud de reconocer un error de tamaña dimensión a esta altura de su vida, mire hacia adelante para levantar un muerto que le perjudica su salud, y le agrego; mandó a la bolsa a gran parte de su extensa trayectoria.
ETICA DEL PERIODISMO
Párrafo del discurso de Ezequiel P. Paz Director y Editor de la "Prensa" de Buenos Aires en el 56 aniversario de
la "Prensa" el 18 de octubre de 1925
Informar con exactitud y con verdad; no omitir nada de lo que el público tenga derecho a conocer; usar siempre la forma impersonal y culta sin perjuicio de la severidad y de la fuerza del pensamiento crítico ; desechar los rumores , los " se dice" o "se asegura" para afirmar únicamente aquello de que se tenga convicción afianzada por pruebas y documentos ; considerar que es preferible la carencia de una noticia a su publicación o difusión errónea o injustificada ; cuidar de que en las informaciones no se deslice la intención personal del que la redacta o la dice ; porque ello equivaldría a comentar y el reportero o cronista no debe invadir lo reservado a otras secciones del diario u otro medio de difusión a su alcance ; recordar antes de escribir o hablar cuan poderoso es el instrumento de difusión de que se dispone, y que el daño causado al funcionario o al particular, por la falsa imputación no se repara nunca totalmente con la aclaración o rectificación
caballerescamente concedida ; guardar altura y serenidad en la polémica y no afirmar nada que hayamos de tener que borrar al día siguiente , y por último, inscribir con letras de oro en lugar preferente, y bien a la vista sobre las mesas de trabajo , las palabras de WALTER WILLIANS , insigne hombre de prensa norteamericano.
NADIE DEBE ESCRIBIR O DECIR
COMO PERIODISTA LO QUE NO PUEDA
DECIR COMO CABALLERO
Enrique Bello
En verdad, mejor comentario imposible
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