Fue protagonista de primer orden en una de las mas grandes fiestas que organizamos con "Dale Bolso" en Cambadu en 1990 con 700 personas que lo disfrutaron a pleno.
Hincha de Nacional rabioso, nunca lo ocultó, apreciado por todo el ambiente artístico, fue el símbolo de la gracia en el decir, durante mas de 30 años. Varias generaciones lo vieron y disfrutaron con su chispa y rapidez mental para la improvisación.
Carnavalero de ley , pisó cuanto escenario le dio su oportunidad, nunca nadie le negó una participación, hizo trizas cuentos y relatos magistrales, su guitarra era su fiel compañera, y lo seguirá siendo en la eternidad, para desde el mas allá seguir brindándonos lo mejor y mas difícil de hacer, hacer reir.
Descansa en paz amigo bolsilludo, y seguí con tu sonrisa y calidez en el cielo, donde te encontrarás con otros tantos como tu y esperarás a otros que llegarán para formar la gran banda de la alegría que varias generaciones disfrutamos por tanto tiempo.
Enrique Bello
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