miércoles, 1 de junio de 2016

PONGAMONOS DE ACUERDO

Se viene la última fecha del clausura, nuestro Nacional con posibilidades muy remotas, por no decir casi imposibles de lograr lo único que queda del primer semestre del año.
El común denominador dice mientras hay un hálito de vida, hay alguna esperanza.
Nacional Liverpool fijado para las 15 horas del sábado 4 de junio, aparentemente Juventud Peñarol, lo harían por disposición de este ilustre, por lo desastroso Ministerio del Interior, el domingo 5 a las 17.30. Un error garrafal.
Nunca se vio en el fútbol uruguayo, que un Ministerio resuelva cuando y donde se deben jugar los partidos de fútbol de un campeonato uruguayo, una barbaridad que no tiene pie ni cabeza.
Máxime cuando se juegan partidos que por las posiciones en juego, el sentido común indica que los mismos deben disputarse simultáneamente. 
Pero este comentario va mas allá de lo expresado líneas arriba, ayer martes 31 de mayo, en la tardecita, y por Radio 890 es entrevistado el jefe de Seguridad de Nacional, Wilson Miraballes, que le dice al periodista, que está satisfecho con la decisión tomada, que está bien que Peñarol juegue al día siguiente, porque de esa manera la seguridad está totalmente controlada y se evitan problemas entre ambas parcialidades, si juegan a diez cuadras ambos equipos.
Miraballes se mostraba muy satisfecho con lo actuado por las autoridades. Obiamente nosotros escuchando eso, de ninguna manera podíamos compartirlo y vamos a explicar porqué.
Pero las sorpresas fueron en aumento, sobre 22.30, y en el comienzo del programa hora 25, habla el presidente José L. Rodriguez y dice, los dos partidos deben jugarse a la misma hora y sin resultados vistos, así lo indica la ecuanimidad en el deporte, las posiciones  en juego, y las chances, es lo correcto, nada de ventajas para nadie. 
El Ministerio del Interior, no cumple su función como se lo marca la Constitución, resolver todos los inconvenientes que la seguridad de los ciudadanos merece. Y a raíz de esa incompetencia, se lava las manos y resuelve como cuando y donde se juega al fútbol.
Todo un despropósito que nadies puede entender, porque no hay explicación que valga.
La contradicción entre las manifestaciones de Miraballes y nuestro presidente, quedaron al desnudo, uno dijo una cosa, el primero, mientras Rodriguez habló aplicando coherencia y seriedad tratando de buscar un cambio en la absurda e incomprensible decisión adoptada.
Hay un detalle imposible de soslayar, Peñarol tiene lesionados en su plantel, además de cuatro jugadores con 4 tarjetas amarillas, si Nacional perdiera con Liverpool, o empatara, nuestro eterno rival
jugaría al día siguiente con todo a su favor, cuidando jugadores. 
En pocas palabras y para culminar, al diablo con la deportividad. le pegaron una patada en el alma. Todavía hay alguna gestión de último momento, ojalá impere en alguien la sensatez. 


                                                                   Enrique Bello








                                                       

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