Se fue a jugar un partido buscando una clasificación imperiosa. Sabiendo de antemano que se podían encontrar con problemas importantes debido a la situación social de Colombia y la violencia imperante en la mayoría de las ciudades.
C uando la cosa viene de nalga, lo primero que se debe hacer es mandar al frente de la delegación gente ducha, que sepa moverse en ambiente hostil frente a quien corresponda. Y Nacional no lo hizo. Mandó presidiendo la delegación a un delegado muy nuevito y sin ninguna experiencia y al señor Alonso que no se sabe que puesto ocupa en la institución. Ya de entrada nomás le erraron feo.
Un copamiento en la puerta del hotel y amenazas de todo tipo impidieron salir del mismo, a la delegación rumbo al estadio en tiempo y forma.
Allí surge la determinación, no se sabe de quien, Nacional en estas condiciones no se presenta, acá va mi opinión, era lo que se debió hacer y no se hizo por presiones y amenazas, debe haber ido alguna orden de Montevideo, a jugar porque nos arriesgamos a sanciones muy graves. Se aplazó una hora el partido, con jugadores perturbados y con escaramuzas al entrar al estadio y así entraron a la cancha.
Los que vimos el partido, valoramos a los jugadores y su actitud, pero era claro y evidente que sus cabezas no estaban concentradas para jugar el encuentro. Y se notó, mejorado en defensa pero sin ataque, cuando había que ir a ganar y frente a un mediocre equipo como es este del Nacional de Medellín en condiciones normales, se ganaba.
Pero para nosotros el error mayor fue presentarse cuando se les antojó a los de la confederación, el miedo fue grande dando una marcha atrás absolutamente absurda e injustificable.
Nacional debió asumir no presentarse, mas allá de amenazas de todo tipo, que no se iban a cumplir, y dando un ejemplo de dignidad al mundo, frente a un organismo de mafiosos, que les importa un bledo la vida de deportistas.
Debió ser ejemplo frente a todos los equipos del continente y sus federaciones, marcando un hito para decirles a los delincuentes internaconales que lo único que les importa es la plata, que había una institución que se jugaba a todo tipo de sanciones pero cuya dignidad institucional, recorrería el mundo, al no aceptar jugar entre balas, gases y agresividad demostrada en el lugar de los hechos.
Pero no, desde Montevideo, familiares nerviosos, y dirigentes del club y de la Asociacón Uruguaya de Fútbol mas la mutual de futbolistas permanecieron callados la boca, no defendiendo una postura que se caía de madura. Pero como la plata que cobran los enceguece, les importó un carajo que gente nuestra viviera momentos tan difíciles con su propia vida.
Inaudito por donde se le mire, pero pasó, la plata que cobran dirigentes uruguayos de Nacional y la AUF pudo mas que el sentido común y la defensa sin temores de una situación de violencia inusitada.
Que importaban las sanciones que le pudieran aplicar, si no se era responsable de la barbarie ocurrida.
Donde está la dignidad y defensa de valores y de la vida cuando ocurre tamaño desbarajuste.
Y hoy ya al borde de la eliminación por no ganar, que dirá el mal presidente Decurnex y el mal vice presidente Balbi y el mal representante de Nacional en la AUF Eduardo Ache, que permitieron, por arrugar frente a la mafia que una institución de linaje mundial como nuestro Nacional ganador de tres libertadores y tres copas del mundo, fuera pisoteada y vapuleada de la forma en que lo fue.
Así no se defiende a Nacional, Hubiera sido una enorme cachetada a Dominguez, que viene a comer asados acá y a los pocos días, como sabe que tiene la cola sucia, por defender la copa América en Colombia y que Uruguay les consiguió las vacunas para los jugadores del continente, le otorga la concreción de las finales de libertadores y sudamericana, y da la plata para la mejora del estadio centenario.
He sido por demás claro y contundente, poco mas para decir, pero la historia se encargará de juzgar todos los hechos, los de allá principalmente los de acá por parte de dirigentes que solo piensan en ellos y en la plata.
Es el mundo repugnante que nos toca vivir, y el fútbol actual inmerso en la podredumbre. A las pruebas me remito.
Enrique Bello
Allí surge la determinación no se sabe de quien, Nacional en estas condiciones no se presenta, mandaron a los jugadores mal descansados y nerviosos, no era para menos , cada uno a sus habitaciones.
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