LA SILBATINA FINAL LO DIJO TODO

 Veinticinco mil personas en las tribunas, apoyo increible, primer tiempo para entusiasmar, con una salvedad, el equipo rival Montevideo City Torque, perdió infinidad de pelotas en la salida por creerse el Real Madrid, y no pasó la mitad de la cancha. Así y todo siendo un desastre, tuvo dos chances de gol y Nacional con mas ruido que nueces solo alguna. Un golazo fuera de contexto por el botija Fagundez, puso las cosas en su lugar, que permitió ir al descanso merecidamente ganador.

Pero se ve que en el vestuario, se creyeron a estos les ganamos cuando se nos antoje, entraron dormidos, Torque hizo una variante que marcó la diferencia entre los técnicos. Cambió su esquema, colocó un jugador veloz, incisivo y encarador por la derecha como Siri en lugar de Palacios y ya solo eso alcanzó para ver que el segundo tiempo no sería lo mismo.  Y no lo fue. 25 minutos dominio total de Torque que en nada se parecía al del primer tiempo. Mientras Nacional daba mas en la herradura que en el clavo, teniendo varias claras chances de gol, no las convirtió. El rival se agrandó, siguió ordenando las piezas, puso a Darío Pereira y al zurdito Alvarez y los contragolpes hacían temblar a Nacional en cancha y a la gente en la tribuna.

Y otro mas de la casa, nos convierte el empate merecido a esa altura, Arizmendi el mejor de la cancha, casó una pelota en el área chica frente a defensas que apurados frangollaban, dijo que es esto y nos clavó como un zapato. 1 a 1 y la cosa se ponía fea.

El descontrol, los nervios de algunos, la falta de liderazgo y los errores de un entrenador que sacó a Yonatan Rodriguez, porque tenía amarilla puso al desordenado Trasante y mandó a Ocampo a la cancha, cuando se sabía que no estaba. y se fue otra vez lesionado. Error garrafal del técnico, de la Sanidad que autorizó a que estuviera en el banco, y de dirigentes que si se fueran de Nacional, le harían un favor a la historia del club.

Detrás de los alambrados la gente, los del vamo arriba, en estado de enajenación mental, gritaban e insultaban a los jugadores por no saber ganar un partido en el que tuvieron todo para hacerlo y por diferencia en el primer tiempo. Los silbidos se escucharon desde lejos, la bronca fue grande, 5 puntos en 15 disputados. Un consumo final de desazón, pero con muchos responsables. Este técnico es manya, y dirigió en Ecuador, no tiene idea de lo que hace, saca y pone y lo hace mal, lo echaron de la cancha, ya lo tendrían que echar del club, porque este campeonato hay que olvidarlo, está liqui liqui, 

Lo veníamos diciendo hace tres años y lo vuelvo a repetir, desde la primera época de Munúa, se conformó un mal y desbalanceado plantel y ningún técnico posterior lo pudo acomodar, ni siquiera el Guti que salió campeón, pero nada más. 

Y hoy todo permanece igual, o peor. La ineficiencia manda en el club con la gente que lo gobierna, y así vamos muy mal.

Señores, métanselo en la cabeza, este plantel de Nacional es malo, NO TIENE FUTURO.  Los muchachos jóvenes no lo arreglan. 

Hay algunos que tiran culpas a los arbitrajes, queriendo justificar cualquier cosa, que hubo despojo contra Liverpool, nadie lo niega, y cuantas veces te ayudaron, por favor, Torque, juega como en la playa, para divertirse, y ni así pudimos ganarle.

Nacional envuelto en graves problemas de todo tipo, el mamarracho absurdo del club de Ache, palcos, butacas, discusiones internas de dirigentes, manoseo a la gente del interior que nos los votó por inteligentes, y llegó la garlopa del caudillo de papel de López Rubio, para sacar Cónsules que se rompieron el alma en la defensa y representación del club.

No vendieron a nadie, la cantera está seca, las economías deterioradas, la borratina de socios ha sido brutal, ni la amnistía la acomoda.

Traen al colo Ramirez, sin fútbol, y ahí está desgarrado, y después medias cucharas que no dan soluciones.

Conclusión Caos, del que no pueden y no saben como combatir porque la incapacidad domina los estamentos del club. 

La cara de los futbolistas eran un poema, no hay nadie que los pueda levantar, porque ya en el clásico fueron un fiasco junto al entrenador. 

Que bronca me provoca, ver a la gente ahora reaccionar después que durmieron una larga siesta, o quedaron saltando en la tribuna aplaudiendo derrotas.

Pare de sufrir, hasta que un revulsivo sacuda la institución desde todos los cimientos, en este caso comenzando por arriba. La gente entenderá y si no, todo seguirá igual. 

                                                                    Enrique Bello