UNA MONARQUÍA DICTATORIAL Y PESADA.
La gente no parece darse cuenta en muchos lados, acá una encuesta dio en la últimas horas que un 47 % de los uruguayos no están interesados por este mundial.
Una fecha totalmente inadecuada cuando por ejemplo en Europa gran cantidad de países no culminaron sus ligas.
El propio Blater que fue como presidente de FIFA quien resolvió que este campeonato se jugara en Catar, salió a decir que se equivocó en tomar esa decisión, claro lo hizo después que se llenó los bolsillos de plata junto con los demás miembros, y con el país anfitrión, para el que cualquier plata es una propina-
Ya muchas figuras del espectáculo a nivel mundial dieron la espalda para ser partícipes de la fiesta inaugural.
Ahí si que la violación a los derechos humanos es flagrante con aquel que contraviene alguna norma de un país que por salir sorteado con la dosis de suerte de tener petróleo se creen dueños del mundo. Y no es así.
Ya periodistas, y comunicadores de diversas partes del mundo han tenido que vivir problemas con fuerzas de la policía social de ellos, marcándoles pautas a su trabajo, de esto se puede y aquello no.
Jugadores que llegan de todos lados cansados por la intensa actividad, muchos con lesiones que no saben si les permitirán jugar y otra enorme cantidad de futbolistas de las diferentes selecciones que se bajaron de la competencia, dejando a sus países en pampa y la vía sin sus mejores estrellas.
Un mundial que no será recordado de la mejor manera, que miraremos por TV porque somos gente de fútbol y nada más, pero sin el mas mínimo interés por muchas cosas de las narradas.
El desprecio por la mujer es asqueante y hasta cobarde por parte de gente que por profesar una religión difícil de comprender, le marcan pautas de convivencia a turistas y visitantes de otros continentes, con una violencia solapada, y escondida detrás del lujo y la ostentación de lugares inalcanzables para el común denominador de la gente.
No a la bebida con alcóhol porque si nomás, cuando una empresa ya tenía los derechos y nada habían dicho desde el primer momento. Y la FIFA se baja los pantalones y lo acepta, cuando tendría que decir, no hay mundial y nos vamos todos. Pero el tema es, ya amasamos mucho dinero y ellos mandan.
Muchos, incluso de acá, han ido y han mordido sus buenos pesos.
El mundial del caos, la corrupción y el desprestigio deportivo por obra y gracia de un ritual que les marca el profeta Mahoma y que deben cumplir a rajatabla. Poniendo en el tapete del comentario mundial que la plata y el lujo desproporcionado no es todo en la vida, cuando la ignorancia manda y el desprecio hacia los demás es moneda corriente.
Error garrafal de un espectáculo que quisieron transformarlo en fastuoso, y mas allá de todo, de como se juegue, lo que pase y el resultado final, será una cachetada mundial al mundo musulmán.
Enrique Bello
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