No hay dos personas a las que no les haya pasado por la cabeza, que Nacional jugó y perdió uno de los clásicos mas tristes de un largo tiempo a esta parte.
Tecnicamente hablando, se puede aceptar que un partido de estas características se pueda perder, porque el rival jugó mejor, porque es superior en ese momento, porque circunstancias fortuitas en el desarrollo del juego así lo establezcan. , pero lo que jamás puede ser aceptado es que se pierda en la forma decepcionante, de cabezas gachas, sin dar pelea, sin estado de ánimo, sin alma para disputar una pelota en el mano a mano, perdiendo siempre, sin rebeldía ante la adversidad, lo dijo el entrenador, tuvimos miedo de jugar y guste o no fue así. Si lo debió decir o no, ese es otro problema, el es argentino y no tiene idea de lo que es un clásico en el Uruguay. Por eso y otras cosas hemos dicho, Arruabarrena no es técnico para Nacional.
Se perdió bien, se le dio vida a un equipo que venía muerto y que a pesar del triunfo clásico sigue siendo un equipo con enormes problemas.
Peñarol ganó corriendo y sacó partido de la mediocridad e ingenuidad en la marca de los defensas de Nacional.
De la violencia adentro, ya la presumíamos, lo de Bizera y su antideportividad, ya eran archi sabidas por todo el ambiente del fútbol, lo pusieron para eso, para sacar jugadores, ya lo había hecho en el 2003 cuando al minuto de juego sacó a Peralta de la cancha cuando el chino iba a ser la figura excluyente de ese clásico. Macalusso no es un bebé de pecho, hizo un penal enorme tomando del cuello a Alonso y éste poco menos que le dio un beso, lo mismo Castillo que también lo agarró y Alonso le estiró la mano para incorporarlo. Bizera levantó como se dice bulgarmente en la pata a Scotti, y éste nada dijo. Cuando el codazo al nacho González, ningún compañero se acercó a meterle pechera a Buzera ni al árbitro. Con todo esto podes aspirar a algo importante.
No, y si a ello le agregamos la falta de sangre y coraje demostrada por el equipo tricolor en el resto del partido, todos lo vimos, dio verguenza, como hincha, me fui decepcionado del estadio y no precisamente por la derrota sino por la forma de la misma.
Afuera de la cancha, alguien podía no pensar en lo que iba a pasar, solo los incrédulos. Alguien en este país, con un mínimo de sentido común puede creer en la eficacia policial, son otros incrédulos.
Si piensan en que el Ministerio del Interior, lo solucione, a buen puerto van por agua.
La justicia deja libre por falta de pruebas a detenidos, después de lo que se vio, y aún comenta todo el país. Uno queda absorto.
Demoré una hora diez minutos para irme del estadio en paz y con tranquilidad, antes demoraba 10 minutos en llegar a mi casa. Vamos fenómeno, festejen uruguayos festejen.
Cuidado a mi no me conforman ganando este campeonato apertura, después de haber perdido en forma ignominiosa y deplorable el último clásico. Tuvieron servido todo a pedir de boca, fueron derrotados sin pena ni gloria. Pacheco festejó su clásico 27 ganado, ya superó a un prócer de la institución como Atilio García.
En Nacional tenemos que eliminar el vamo arriba, el nombrar a Peñarol como los del trece y muchas frases torpes impuestas a forcep sin el mas mínimo criterio. En fin uno dice todo esto, con una gran dosis de dolor y amargura. Cultura Nacional, cuanto combatimos esa frase que tanto daño nos hizo.
Soluciones para la violencia parecen estar a años luz, cada vez da mas asco ir a un partido de fútbol, la falta de garantías para la buena gente es total.
Y sobre el equipo actual, siempre me dejó dudas y las sigo manteniendo, respetando a los futbolistas como personas, insultarlos en la cancha, o personalmente en un entrenamiento como ocurrió, es deplorable e inaceptable.
Los dirigentes se reunieron con diversas posturas, unos mas acertados que otros,
pero muy lentos. Porta los mató con declaraciones públicas y dejó en claro la mediocridad diciendo son los mismos que te abrazan en los vestuarios. Vaya si es verdad.
Frustración por todo lo vivido, adentro y afuera de la cancha.
Tengo tranquilidad porque hace tres meses venimos diciendo la realidad de lo que estaba pasando.
Hoy es fácil hablar, marcar las diferencias, criticar, insultar, parecería mas prudente para muchos, mirar los partidos y no solo la camiseta, de esa forma se darían cuenta de como son las cosas realmente. Pensar y analizar con mas criterio parece ser lo mas aconsejable para no llevarse sorpresas tan desagradables como las del último fin de semana.
Enrique Bello
Enrique, ya lo hemos hablado antes del clásico, mucho antes. Con este cuadro, estos dirigenrtes y este DT, no se podía ganar, un equipo livianito, sin alma, un DT que no conoce el medio, aunque hace 1 año que vino y unos dirigentes que duermen el sueño eterno.
ResponderEliminarSolo discrepo con lo de Pacheco y Atilio. Es cierto. Ganó 27 clásicos pero jugó 55, mientras que Atilio ganó 25 en 44. Mucho mejor promedio. Atilio hizo 34 goles en 44 partidos, Pacheco 11 en 55. Y hay más diferencias, pero estas son las que importan.En momentos en que la manija es grande y persistente, hay que hacer las lecturas de las estadísticas en forma inteligente.
Un abrazo
pablo