lunes, 16 de octubre de 2017

HUNDIDOS Y SIN CHANCE

El Tanque nos puso de rodillas, el Parque Central silenciado una vez mas, otra derrota para la desolación de la gente.
No para nosotros, que siempre tuvimos claro desde hace mucho tiempo, que el actual plantel de Nacional, desde la época de Munúa era un plantel desbalanceado en  todas sus líneas, y pésimamente conformado. Así lo tomó Lasarte y nunca lo pudo arreglar. Este equipo de Nacional nunca jugó bien, acaso el primer tiempo frente a Botafogo y punto. Después poco y nada, listas de convocados mal elaborada, de concentrados lo mismo, nunca un equipo titular titular, cambios, mas cambios, ni en los bancos de suplentes y ni en las variantes aparecieron soluciones. Todo bajo la conducción de Lasarte. En cinco minutos , eliminado de la Libertadores, perdió el apertura con Defensor, perdió el clásico, ganó el intrascendente intermedio, y faltando 24 puntos por disputar del clausura, es decir 8 partidos, ya perdió toda chance en el clausura y tabla anual cuando aún no se jugó la mitad del campeonato. 
Síntesis deportiva, un desastre. Sin motivación alguna de técnicos y jugadores, así terminó para mi la era Lasarte, el que debería renunciar liberando a los dirigentes. No entiendo a algunos directivos que escuché, diciendo que todavía hay chance. Señores por favor seamos sensatos, está todo el pescado vendido. En cualquier parte del mundo ante una situación de similares características, como la que vive hoy Nacional, cualquier entrenador cae por su propio peso.
La caída nunca aclarada del ayudante de Lasarte, señor Neme, generó un problema interno, que evidentemente se sintió.
Los temas archi conocidos de las idas de Rafa García, del colo Romero por poca plata, y la que generó la transferencia de Carballo, con todas las connotaciones y comentarios, fueron mellando la buena convivencia en todos los estamentos de la institución.
La disciplina en parte del plantel, no ha sido la mejor, se ha querido minimizar, pero todo mas tarde o mas temprano se sabe.
Expulsiones, cinco amarillas de jugadores, lesiones a granel fueron perturbando al técnico y complicándole la vida con el manejo del plantel. 
Nacional, con Lasarte, nunca jugó bien al fútbol, esto está dicho en este espacio y en el radial, hasta el cansancio.
Problemas de marca en defensa, falta total de elaboración de fútbol en media cancha, pésima subida de laterales al ataque para apoyar a los delanteros, poco desborde, falta alarmante de remates al arco, no se ganan pelotas aéreas en el área rival mediante centros de los costados o de corners, nadie cabecea. 
Parece mucho para un equipo con aspiraciones como Nacional.
Uno debe respetar y siempre lo hemos hecho, a quienes conducen, para eso están, pero nuestra calidad de socios con mas de 50 años en los registros, y 29 de periodistas partidarios en serio, no pusilánimes sin alma y entregados al conformismo.
Nos dan el legítimo derecho a jugarnos como lo hacemos, con el espíritu de sumar, diciendo todo por el bien de Nacional. 
No hay nada personal contra nadie, que quede claro, porque hay gente que entiende mal estos comentarios y después lastima.
Pregunto: Mañana martes 17 de octubre cuando el plantel de Nacional vuelva a Los Céspedes junto con el cuerpo técnico, nadie pensó en que condiciones anímicas van a estar, cuando ya no tienen chance de jugar por nada.
Que estado de ánimo va a existir ? va a ser terrible vivir ese momento, yo no quiero ni imaginarlo.
Alguien va a hablar, será Lasarte, imagino y lo presumo que se despedirá del plantel diciendo muchachos, no pude, me voy.
Y así debiera ser, no queda otra, Medina al ruedo en forma interina, que haga lo que pueda, mientras la directiva que hoy lunes 16 se reúne, empiece a pensar rápidamente en el futuro 2018, para calafatear con decisiones trascendentes un estado de situación, que para mi forma de ver es caótico.
A los grandes males, grandes remedios, no queda otra, que sufrir este desagradable momento, hacer el duelo y darse cuenta que una institución de la grandeza de Nacional, no es la primera vez que lo vive, hay que levantar la cabeza y entre todos, mirar mas allá de nuestro ojos, para volver a flote.
En nuestro caso y sin creernos eruditos ni cosa que se le parezca, tranquilos, porque esta película la vimos antes, mucho antes que muchos, que ahora lloran y critican y pegan a mansalva. El tema es mirar el fútbol y lo que lo rodea, de frente, analizar, darse cuenta de las cosas mas allá del amor por la camiseta que todos tenemos, y no creernos campeones antes de tiempo. Los pájaros que vuelan alto, cuando caen, hacen un agujero en la tierra, y mucho ruido.
Parafraseando a una agrupación política que hoy gobierna a la Argentina, CAMBIEMOS, CAMBIEMOS YA; POR FAVOR.


                                                                       Enrique Bello


                                             



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