Hace unas semanas atrás era impensable que Nacional pudiera estar cerca de alguna cosa importante.
Pero Peñarol se ha encargado de darnos una manito, con el desmantelamiento de su equipo titular, y se vino abajo como un castillo de naipes.
Es verdad que nosotros no habíamos aprovechado nada las franquicias. Nacional ha jugado muy mal, entre lesiones, problemas de conformación del equipo de distinta índole, pero las diferencias de puntos permanecían incambiadas.
Ya tramo final del intermedio, y con una tabla anual que parecía inalcanzable, se dio vuelta la taba, y la realidad si es bien aprovechada, y contra todos los pronósticos podría cambiar.
Ahora el tema es Nacional, es Gutierrez y el armado del equipo con lo que tiene. En lo personal seguimos manteniendo nuestra posición sobre lo que pensamos. Pero surgió una chance importante para ponerse a tiro, no precisamente porque Nacional haya hecho las cosas bien, pero bueno, eso no es culpa nuestra, si la posibilidad de dar un zarpazo está latente.
Hay que ganar a Juventud, y el domingo el clásico. Y a lo mejor quien te dice que la motivación llegue.
Eso si, es cuestión nuestra saber sacar la ventaja insólita que nos otorgaron. Si no catastrofa será una palabra que pasará a estar de lado nuestro.
Esperemos este domingo 25, con un álito de esperanza, siempre renovada.
Enrique Bello
No hay comentarios:
Publicar un comentario