Hace pocos días tuvimos la oportunidad de conversar largo rato con una persona estrechamente ligada a Nacional y hablamos largo rato sobre diferentes temas que hacen a la vida de la institución.
Para mi interlocutor, el haber ganado este campeonato uruguayo fue según él, lo mas importante que le ocurrió desde su extensa vinculación al club en áreas de relevancia y decisión.
La frase mas impactante que me quedó fue, sentí un alivio como no me había pasado nunca.
Vos sabes lo que hubiera sido para nosotros si Peñarol ganaba este campeonato. Habría sido el cuarto en cinco años aunque cortados. Pero lo peor es que iban derechito al cuarto y a otro quinquenio. Y eso habría sido caótico para Nacional todo.
No te olvides que nosotros vamos primeros y con luz en la estadística, en lo que va del siglo y tal situación pudo haber estado muy cerca de revertirse.
Después de errores garrafales que se cometieron en el inicio de temporada, con la llegada absolutamente innecesaria de Dominguez como entrenador, se tuvo que cambiar en medio de una correntada que nos llevaba al abismo. Y sin saber a quien se traía a sustituirlo, dentro de un montón de controversias, llegó Gutierrez y por suerte ganó sudando tinta este campeonato pero lo ganó.
Hubo que tomar medidas complejas con los árbitros, se sacó de la AUF a una gran persona como el Dr. Julián Moreno que nunca debió ocupar ese cargo en este momento en representación de Nacional. Se ejerció una presión sobre la AUF que era de crucial importancia para intentar dar vuelta cosas imprescindibles.
La charla fue muy aclaratoria para mi, por eso la estoy trasladando a los lectores. Las finanzas del club fueron un gran inconveniente durante este primer año.
Mientras se condujo al club, se aprendió mucho de los errores que no fueron pocos, hubo que trabajar duro para ello. Desde diversos ángulos, se ayudó adentro y afuera y no sin sufrir, y el consumo final ansiado se consiguió. Una dosis de tranquilidad llegó a todos los que de una manera u otra colaboraron.
Ahora el triunfo ordenó cabezas, y permitió pensar, sin actuar a los bandazos y el 2020 sin ninguna dudas será distinto a todo nivel.
Llegó Munua, otro estilo de plantear el fútbol, pero se supone debe haber venido con mayor experiencia que la vez anterior. Tendremos que esperar para verlo, aún no tiene todos los jugadores que precisa para un equipo medianamente competitivo. El tiempo pasa, las arcas del club siguen flacas, y los jugadores que vengan, no pueden ser para recuperar, y si para jugar con los que están. Mucha juventud de la casa, con la experiencia de Bergessio, Gonzalo Castro, Mejía, Sebastián Fernández, es poco, vuelve Amaral y es
buena cosa si de jugar buen fútbol se trata.
Dejemos las críticas a Munua de lado, esperemos a ver lo que hace, ya Gutierrez se fue, y dejó una semilla plantada que cambió un panorama que venía de nalga. Pero se fue, ya no está mas, terminemos con esa comedia, así fue siempre, unos se van otros llegan y la historia y los resultados son los que juzgan.
Pero un lastre de preocupación que había llegado a los hinchas, se fue, y la esperanza de un futuro venturoso llegó a todos los que queremos a Nacional. Esperemos pues cosas positivas, y sin dejar de expresar que en lo deportivo hay que mejorar un plantel que da sensación de bueno y en casos especiales muy bueno, pero al que le faltan dos o tres futbolistas de cierta categoría que le den ese salto de calidad sumamente necesario para competencias que serán intensas. Se necesita como el agua bendita alguna transferencia y creo que está allí el ki de la cuestión para mejorar el equipo.
Como me lo comentó con mucho conocimiento y propiedad la persona con la que hablé, se intentan los mejores caminos para una superación institucional por la que clama la gente.
Enrique Bello
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