jueves, 18 de octubre de 2012

NO DRAMATIZAR

En este espacio nunca hemos incursionado en temas de selección, por la sencilla razón de que el mismo es de carácter partidario, no oficial, del Club Nacional de Football.
Pero una vez transcurrida la última fecha de la eliminatoria hacia el mundial Brasil 2014, hemos oído y leído cosas que realmente nos han llamado la atención.
¿Pregunto ? acaso Uruguay no puede perder como pierde cualquier equipo o selección del mundo.
Ahora otra vez la aplicación tajante de la teoría del hecho consumado, porqué, queremos hacerle creer a la gente que la imbatibilidad es patrimonio casi exclusivo de los deportistas de éste país.
No señores, y me refiero en primer término al periodismo, que va para atrás y para adelante como el cangrejo, ayer unos fenómenos, hoy un desastre universal. Y lo peor que esa actitud periodística se la implantan a la gente y ésta lo absorbe casi sin darse cuenta, y la repite y manda mensajes a los medios con las soluciones mágicas de siempre, sin el mas mínimo criterio, y las redes sociales, medio en el que las nuevas generaciones se mueven, con una rapidez de conceptos alarmantes. 
Así pues, asistimos perplejos a un momento deportivo, que no fue el primero ni será el último, porque todos juegan para ganar, todos avanzan, todos se preparan, todos estudian rivales y eso es el deporte, sobre todo el fútbol emparejado hoy en el mundo, como era impensable hace algunos años. Los uruguayos no sabemos perder, vemos como algo inaudito que otros nos ganen acá, en nuestro país o en el exterior. Y hay que terminar con ello definitivamente.  Y es en este tipo de situaciones, no límites, ni catastróficas como se les quiere poner hoy, en que el discreto, fanatizado, falto de análisis y credibilidad de muchos periodistas trasnochados que se dan vuelta como panqueques actuando y opinando según el resultado, y eso definitivamente está muy mal.
Hoy ya hay que cambiar todo o casi todo, nada sirve, que triste espectáculo estamos dando al mudo, sin la menor auto crítica, pero auto crítica en serio, y no a los bandazos como la que se está estilando por estos días.
Hay ciertos periodistas de nota que tienen un enfrentamiento personal con el entrenador y lo trasladan al plano de la crítica cruel y despiadada como los dueños de la verdad, y ojo que eso pasa también en el fútbol de entre casa y lo vemos permanentemente.
Y  después están los alcahuetes, de esos que se creen los grandes personajes de la opinión, les llevan la valija a todos lados, les dicen que si a todo, jamás les llevan la contra porque si no vuelan  y se quedan sin trabajo. Conclusión el entregamiento es tan asqueante que nos conduce a vivir el actual momento, donde el desconcierto con lo que se escribe o se habla, ya raya con el ridículo. Pero la gente se da cuenta, me refiero a los que mueven neuronas no a los giles que consumen y repiten como loritos, viste lo que dijo aquel. Por ello estamos como estamos, muchos nerviosos, otros llorando su angustia momentánea y otros con horas y horas de medios a su alcance repitiendo siempre lo mismo; nosotros lo dijimos. De esa manera han vivido la vida entera, pero pocos lo dicen.

                                                      Enrique Bello

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