jueves, 9 de abril de 2015

SIGUEN LOS VIAJES HACIA LA ETERNIDAD

Hoy le tocó el turno de ese viaje sin vuelta, a otro gladiador tricolor, ha muerto don Néstor tito Scavino, ochenta y tantos años de vida, me animo a decir cercano a los setenta de vinculación estrecha con nuestro Club Nacional de Football. Con muchas buenas, otras muy buenas y porque no decirlo , también alguna de las otras. Como todo en la vida se acierta y se equivoca.
Un bolsilludo de ley, fue dos veces dirigente Campeón de América, siendo Vice presidente de la Institución 1971 y 1988, con Restuccia primero y con Garbarino después. Empezó su carrera como dirigente en divisiones menores, el entendía que allí estaba el gran aprendizaje para llegar a primera división. Integró decenas de comisiones en todos los rubros. Fue empresario de nota, casi siempre en el mercado inmobiliario. Iba todos los santos días de su vida como dirigente a la sede social. Temperamental y sanguíneo a la hora de defender los intereses de Nacional fuere donde fuere.
Fue también dirigente, campeón uruguayo y de otras copas internacionales. En lo personal tuve grandes agarradas con él, pero siempre nos respetamos. Fue uno de los muchos, junto a nosotros, protagonista de la llegada de Miguel Restuccia a la presidencia de Nacional en 1968 para cambiar una historia que no era propicia para el club. En 1986 fue protagonista de un hecho del que se le echó la culpa, pero que el siempre negó, fue una situación desgraciada que generó que en este país, se le cambiara el curso a las matemáticas, haciendo que 32 fueran mas que 34 y que ese hecho llevara  a Peñarol a ser campeón uruguayo de ese año.
No vale la pena un día triste como el de hoy, ampliar en detalles, algo que siempre fue muy controversial y lastimó mucho a la familia nacionalófila inclusive hasta nuestros días.
La enorme decencia de Nacional, jamás correspondida en ningún acto por su tradicional rival, produjo aquel volcán cuya lava y cenizas siguen quemando el corazón y el alma de todos los nacionalófilos de los que vivieron y recuerdan los hechos y de los que saben algo, porque se lo contaron.
Que le quiten lo bailado a Scavino, se lleva a la tumba nuchos secretos lindos y feos del fútbol, era pícaro y bandido para manejar temas escabrosos,pero un batallador incansable para defender a capa y espada a su Nacional querido. No es fácil hoy ver actuar dirigentes como éste. Una casta que se fue.  Parafraseando al canario Luna, se van como se siguen yendo.


                                                          Enrique Bello










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