OTRO DESPOJO

Esta mañana un amigo me mandaba un whatsapp de audio, sobre este asunto del penal no cobrado y le dije no pienso escribir nada porque ya he expresado muchas cosas y  he dicho todo lo que había para decir. Pero no pude con el genio.
El tema ya se ha ido de las manos a mucha gente, desde que tengo uso de razón, la lucha de Nacional con los arbitrajes ha sido encarnizada, viene desde la década del 60 cuando Cataldi incursionó y todo comenzó a cambiar en favor de Peñarol. Recién cuando Restuccia tomó la presidencia de Nacional, las cosas volvieron a su cause durante cuatro a cinco años. 1968 a 1971.
Desde allí para adelante y cuando Magurno apareció en escena, pudo controlarse la situación en parte. Pero hay que decirlo, Peñarol armó una estructura muy aceitada y Nacional por diversos motivos no pudo combatirla.
Ya en 1998 el advenimiento de Tenfield, fue el socio ideal que Peñarol, necesitaba y desde ese momento, empezó la debacle que hoy estamos padeciendo.
Es así de clarito, diferentes directivas han pasado por nuestro club, y ninguna ha podido ponerle coto a esta situación con medidas contundentes. En los períodos en que estuvo Hugo de León, se marcó una presencia distinta, y todos la recordamos, fue positiva.
No es fácil luchar contra un sistema perverso, como lo es el del fútbol uruguayo. Totalmente corrupto y falto de credibilidad en decisiones y procedimientos.  Y Nacional mas allá que haya gente que pueda pensar otra cosa, no se ha movido en ese ambiente de deterioro moral, como debió hacerlo. Y hoy paga las consecuencias. Siempre lo he sostenido, la diferencia entre un dirigente y un hincha común es importante. El dirigente está obligado a pensar y no dejarse llevar por sus impulsos. El dirigente, debe saber de fútbol y donde se mueve y como se mueve.
Pero sabiendo de antemano que tiene que convivir con un solo contrincante en cancha que es Peñarol y que no deja librado afuera absolutamente nada. Mientras Nacional, salvo alguna rara oportunidad deja flancos liberados para que lo deguellen de parado como está pasando hoy y desde un buen tiempo a esta parte.
Peñarol es una institución solapada, a la que no le importa lograr sus objetivos a costa de cualquier cosa, y en las sombras se mueve como pez en el agua para romper todos los esquemas de probidad y respeto por sus semejantes. Atropella a todo el mundo, rompe todo sin prurito ninguno. Peñarol quiere ganar a cualquier precio sea como sea, ese es su ley motiv implantado desde la década del 60, y los resultados obtenidos no pueden llamar la atención. La gente joven no entiende nada de a lo que nos estamos refiriendo por lógicas razones de edad, y se amarga con razón al ver tanta injusticia.
Nosotros en Nacional hemos cometido un grave error con el tema Pque Central y el permanente hablar de sus cosas buenas y de las otras y hemos descuidado lo deportivo sabiendo que un enemigo, no adversario nos ha ido socavando los cimientos, con el apoyo de una prensa especializada  cómplice y de una empresa como Tenfield, que desde hace 21 años ha sido su brazo ejecutor.
No es fácil ser dirigente de Nacional, no cualquiera está habilitado para serlo, todos van con la mejor intención porque son nacionalófilos y quieren al club, pero no es cuestión de armar una lista y decir me presento. Porque después de fritas las tortas se ve la grasa que queda. Cualquier hincha de fútbol no puede ser dirigente de Nacional, eso me lo enseñó Restuccia que tuvo entre otros como mano derecha a Nasín Ache Etchart, el padre de Eduardo Ache  que conocía el ambiente como pocos. y habían otros que se movían maravillosamente porque tenían olor a vestuario y sabían donde se cocinaba el estofado.
No es cuestión de culpas ahora, en momento crucial, pero no olvidemos lo deportivo en medio del llanto, hace 20 días teníamos una ventaja inalcanzable en las tablas y la perdimos torpemente. El entrenador tiene un mareo poco creible, basta ver lo que hace con el manejo del plantel y es para tirarse de los pelos. Defensivo y poco equilibrado al tomar decisiones, me refiero a lo deportivo no a otra cosa.
El daño arbitral ya está hecho, no se ni me interesa que es lo que hará la institución, pero salir ahora aplicando la teoría del hecho consumado, parece tarde, si ya se, algo hay que hacer, pero qué.
No es mi responsabilidad.



                                                                                                                      Enrique Bello