lunes, 8 de junio de 2020

CUANDO UN DIRIGENTE SE TRANSFORMA EN NECESARIO

Obviamente ya el título denuncia lo que voy a tratar de decir en algunas frases.
Voy a hablar del nuevo advenimiento confirmado de Eduardo Ache a un puesto de relevancia para Nacional en la  AUF.
Los que nos siguen ya saben lo que pensamos, y hace pocos días ya escribimos sobre el tema así que lo que busco es clarificar algunos temas que no se deben dejar pasar por alto.
Pero quiero decir algo sobre todo a la gente joven, esa que va a la cancha a alentar de espaldas al campo de juego, casi ni mirando el partido y gritando con cánticos, aveces lindos y otras no tanto.,
Porqué a los jóvenes y algunos no tan jóvenes, que no han visto de Nacional nada mas que ganar algún campeonatito uruguayo.
En otra época ya bastante lejana, hubo entre los dirigentes de fútbol, de todos los equipos, una casta de señores con mayúscula, que actuaron siempre pensando en ver a ganar a su cuadro, pero no a cualquier precio. 
Pero a finales de la década del 60, otra casta de personas  llegó al fútbol para cambiar y ensuciar, porque ya no se toleraba mas que nuestro Nacional fuera dominador absoluto desde los mismos albores del siglo 20.
A Peñarol y hago una sola excepción, había llegado una gran persona, el Cr. Gastón Guelfi, pero cometiendo vaya a saber uno el porque, errores garrafales en la conformación de su dirigencia.
Y desde esa época, muchas cosas empezaron a cambiar, la llegada de un hombre inteligente y muy astuto y bandido, pasó a tener un gran predicamento dentro de lo que era Peñarol y especialmente la AUF.  Y fue un momento crucial, Nacional que tenía como documento  la cosa bien hecha, la decencia y honorabilidad en sus procedimientos, para ganar y dominar fuera de la cancha, comenzó a perder en todo, adentro del campo, y en la faz dirigencial.
Cataldi en la AUF como delegado aurinegro hacía y deshacía, a su antojo, ya los arbitrajes eran de verguenza en contra de Nacional pero el Colegio también lo había tomado Peñarol, con un dominio absolutamente nocivo para nuestra institución.
Y así fue transcurriendo la década del 60, y algo había que hacer, y entre hinchas comunes como nosotros, jovencitos por aquel entonces, desde la Tribuna Olímpica comenzamos a presionar a un hombre que siempre andaba cerca nuestro y nos parecía ideal para llevarlo a la Presidencia de Nacional. se llamó Miguel Restuccia, y logramos el objetivo. Y las cosas comenzaron a cambiar, corría el año 1968, todos sabemos lo que pasó después durante varios años.
Pero Cataldi muy despierto plantó una semilla en favor de su institución, para volver a sus inicios, preparó y enseñó a  muchos como se peleaba para ganarle a su eterno rival fuera como fuera.
Y se entabló una lucha que llega hasta nuestros días, tener gente preparada y astuta, para enfrentar a un rival que se mueve sin pruritos, para lograr triunfos sea como sea y a cualquier precio. 
Ache que apareció joven allá por el 98, fue ganando espacio, fue tres veces presidente, logró vinculaciones importantes en FIFA Y  CONMEBOL, y ganó varias cuereadas que parecían imposibles. 
Analizado hoy, todo el espectro dirigencial de Nacional adentro y afuera del club, no hemos preparado gente, y es un debe que hay que mejorar lo mas rápido posible. 
Entonces que quedaba después de seis meses de ausencia, en los órganos principales del fútbol, con Peñarol de fiesta, pero que por esas casualidades no nos ganó el último campeonato uruguayo 2019 por graves enfrentamientos internos que nos favorecieron. Eduardo Ache a la cancha, es decir donde debe estar, en el Comité Ejecutivo, no como delegado ni presidente de la comisión de obras del parque central. Se perdió un año y medio para que ello
 ocurriera, no se sabe si por enfrentamientos internos o por alguna otra causa que se desconoce.
Ahora otros López llegan para representar a Nacional y para defenderlo como se debe, con conocimiento de los reglamentos y sus manejos con astucia, con viveza y rapidez mental en los momentos justos, varias de estas cosas, criticadas muchas veces en la interna del club y afuera también, no me duelen prendas yo mismo las hice pero siempre de frente a él que me conoce muy bien y sabe que voy de frente.
Pero la realidad rompía los ojos, no había otro.

                                                             Enrique Bello














                                                 

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