VACAS SAGRADAS

El miércoles a la tardecita, un mensaje de texto a mi celular, me advertía lo siguiente, Ache en la 1010. Obiamente era para que lo escuchara. Ya es sabido que por un asunto elemental de higiene mental yo ese programa no lo escucho, ni me interesa lo que allí se pueda decir.

Naturalmente que por diferentes vías, la gente que escucha, como a tantos programas, hay cuatrocientos hoy en las radios, la mayoría diciendo y repitiendo lo mismo de la mañana a la noche y transformándose en insoportables por lo tediosos e insufribles. Plata para bancarlos hay, la información repetitiva es la base, opinión seria y responsable sobre lo que realmente hay que opinar, poquita poquita y cuando la tienen servida en badeja, no se la juegan. No es patrimonio de cualquiera jugarse opinión, el miedo no es sonso a la hora de cuidar su puestito, por eso es mas fácil y menos comprometedor dar información, el tiempo pasa, los minutos corren y todo el mundo contento. Nadie se genera un problema, hacen la mas fácil, mutis por el foro, cuido mi chacrita.

Pero diferentes medios de prensa se hicieron eco de lo que dijo Ache y algunas de sus consideraciones salieron a la luz pública.

De algunas me enteré, no me sorprendieron, porque lo conozco como un hábil declarante y repitió lo que dice en todos lados cuando habla. Lo que me llamó la atención fue la frase, en Nacional hay muchas vacas sagradas. Todos sabemos que en la India estos animales son intocables, estén donde estén. La metáfora es clara, al que le caiga el sayo que se lo ponga, En Nacional hay intocables,  no solo en lo deportivo, sino en lo institucional, y a los que habrá que remover de una forma o de otra. A buen entendedor pocas palabras bastan. Y saben una cosa yo creo sobre ese tema, que le asiste la razón de punta a punta y no es de ahora el tema, hace rato está implantado como algo normal y hay que liquidarlo de raíz Veremos si logra llevarlo a cabo. Pero el gato negro lo tiró arriba de la mesa.

Habló también de reducción importante del plantel superior, con muchos juveniles ( ojo con esto ) no todos los juveniles están prontos para primera división, hay que ir despacio para llegar ligero. Tampoco desjerarquizar el equipo sin tres o cuatro jugadores de buen nivel, sanos que sumen y graviten y que no superen,salvo alguna excepcionalidad los 30 años. Viejos y destruídos no mas.

Para muestra,botones son los que sobraron en el último período. Basta de paquetes con sueldos astronómicos para un medio que no resiste. Nacional es una asociación civil sin fines de lucro y no una asociación filantrópica para engrosar bolsillos absurdamente.

El reconocimiento de fallas está bien, como golpearse el pecho por aciertos obtenidos también, pero cuidado, esa es la obligación de los dirigentes, no se les vota para fracasar, sino todo lo contrario. Plantel de 25 a 26 jugadores, no mas, es lo correcto y mucho mas manejable para un entrenador.

Hacerse responsable en forma individual, no da la sensación de ser lo mas sensato, cuando se trabaja en grupo y se toman decisiones, allí las responsabilidades son compartidas y hay que asumirlas. No se equivoca el que no hace nada. Hay que admitir que el fracaso de este semestre y los errores cometidos fueron enormes, por ello es que el giro en la conducción y en la toma de decisiones para lo que se viene, tiene que ser, y debe ser radical, si queremos mejorar.

Afuera de la cancha estamos perdiendo por goleada y anduvimos lentos frente a los rivales.

Ya comenzó una limpieza de plantel, y así hay que llamarla, se caía de maduro que muchos jugadores no podían continuar, algún error se puede cometer, eso es normal, pero el fracaso fue grande y los futbolistas lo saben aunque les duela su ida.

Hay mucho para resolver a corto plazo, el tiempo para armar un nuevo plantel y una estructura de equipo titular, es corto. Vendrá una pre temporada, alguna adquisición con criterio y ojo clínico y un entrenador que respetamos pero en el que no creemos para sacar adelante una situación que ha sido complicada en los últimos tiempos. 

                                                                             Enrique Bello