Con dos equipos diferentes, viene afrontando la actividad local como internacional, es prácticamente poco común ver que un entrenador haga esto. Pero un tanto de razón le asiste cuando el calendario le ha marcado jugar miércoles, fin de semana, miércoles con viajes cortos incluidos pero viajes al fin.
Es una circunstancia claramente atenuante, para ir dando descanso y mejor recuperación de los futbolistas.
Un plantel numeroso, se lo ha permitido y Medina resolvió utilizarlo de una manera en la que creo, en un inicio, él no había pensado.
Un amigo me dijo una vez, a creer a la iglesia, a lo mejor Medina me contestaría lo mismo.
Queda la última chance para meterse en fase de grupos de Libertadores, Banfield llega en busca de una hazaña en nuestro propio Parque Central, tiene que ganar o empatar en dos goles para ir a penales, no le queda otra.
Y es allí que el Nacional de la copa, tendrá que buscar con todo su estadio a favor un resultado positivo que lo clasifique.
Que las chances están, no hay ninguna duda, que las posibilidades deportivas también, ni se discuten.
Pero a pocas horas del partido, las especulaciones sobre integración del equipo, son grandes.
Que Polenta si, que Polenta no, que Arismendi al medio, saliendo Oliva, que Arismendi pueda quedar fuera del equipo, con el ingreso del capitán, que Polenta juegue en lugar de Espino, que está bajo.
Todo el mundo habla y pregunta que hará Medina, desvestirá a un santo para vestir a otro, le dará el cuero para dejar fuera del equipo a Polenta, el juvenil Oliva que ha venido rindiendo muy bien desde que el entrenador lo mandó a la cancha, quedará por ser el mas nuevo, fuera del equipo.
Está brava la cosa, para uno jugarse, que pasará por la cabeza del cacique, el fútbol atildado de Sebastián Rodriguez, el momento de esplendor de Gonzalo Bueno, lo de Bergessio, en fin muchas cosas pasan por la mente de la gente, pero el que resuelve es uno solo, el entrenador.
Yo me la voy a jugar antes como me gusta, pienso que después de hablar con los jugadores, no cambia nada y deja todo como está.
Eso si; puede tener un banco de suplentes, como dicen los españoles, de puta madre.
Ahora bien, en lo que me es personal ya hice un atisbo de lo que pienso, sobre jugar con equipos diferentes, en la doble competencia. Creo que es muy riesgoso porque a la corta o a la larga se le van a generar problemas, para construir una estructura de equipo con columna vertebral, pronta y aceitada para compromisos relevantes.
Pero aclaro, que respeto enormemente a Medina a quien pedí que llegara a la conducción del plantel principal, después de aquella derrota fea contra El Tanque, cuando faltaban ocho partidos para finalizar el clausura 2017 y Lasarte había perdido la brújula del plantel que conducía. No es por nada pero fuimos los primeros en decir públicamente y con mucha antelación, Medina a la cancha ya. Ahora todo el mundo sube al carro, pero se olvidaron que hay primeros, segundos, terceros, etc. etc. Ah no me olvido de decir que lo critiqué duramente en como planteó jugar los clásicos, que fueron la debacle del mes de enero. Acá se dice todo, no somos resultadistas como por allí hemos visto en las redes sociales. Esos son los que no sirven ni aportan nada.
Esperemos el miércoles 21 de febrero y posteriormente analizar lo ocurrido, ojalá con triunfo y clasificación que Nacional necesita por múltiples razones.
Enrique Bello
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