viernes, 23 de febrero de 2018

UN MOMENTO DE PAZ

La participación de nuestro Nacional tanto en lo local como en lo internacional, durante lo que va del mes de febrero. Y los resultados favorables, han generado un momento de serenidad y tranquilidad institucional, que se necesitaban  como una bendición.
Era absolutamente imprescindible que hubiera un cambio sustancial a todo nivel porque el deterioro  ya estaba martirizando a todo el club y así no se podía seguir.
Lo de los clásicos de enero fue muy feo, aunque tuvo causas atenuantes, pero perder clásicos, de la manera que se perdieron, fue muy doloroso. 
Medina recién llegado, y con muy poco tiempo para consustanciarse y acomodarse como entrenador del plantel principal, pagó tributo a esa situación que lo agarró todavía con poca experiencia, y no por capacidad para el cargo.
Había que dar un golpe de timón, con llegada de nuevos jugadores para dar mas jerarquía al equipo, llegaron las posibilidades para los juveniles del club como hacía tiempo no se daba, aire fresco y la cosa comenzó a cambiar.
También se notó un cambio a nivel institucional, donde se dejó traslucir entre los dirigentes, que las luchas y peleas internas eran contraproducentes para el club, y que había que remar todos juntos en pos de mejores objetivos.
Y con pasos lentos pero seguros, Nacional salió a la cancha a decir, que el cambio estaba en marcha, y vinieron los partidos por las fases iniciales de Libertadores y el comienzo del torneo local, y Nacional gana, clasifica a fase de grupos y va primero en el apertura. Todo ello con un entrenador, que claramente cambió lo que había hecho en los clásicos de enero, armó dos equipos diferentes, algo no muy habitual, al tener que jugar durante cinco miércoles seguidos, y cuidó a sus jugadores.
Contra muchos de los que pudiéramos pensar distinto, la razón la tuvo el técnico, esa es la auténtica verdad.
Una aureola  favorable, llegó a todos los estamentos del club, aquello de que cuando la cabeza anda bien, el cuerpo y la extremidades andan bien, quedó claramente en evidencia. Algo que se necesitaba como el agua bendita, el dinero importante, comenzó a llegar, y si bien no es el sumun  calma los nervios y las preocupaciones existentes que  eran muchas en ese rubro. Yo no hablo de cifras pero es buena plata.
Lo económico y lo deportivo van de la mano y generan paz, y esta llegó en veinticinco días.
Nada se ha logrado aún, pero sigamos en ese tono, que todo llega por añadidura.
Cuando Nacional se politiza desde adentro, todo se complica y eso mas allá de las divergencias naturales, que se dieron siempre, se dan y se seguirán dando por la democracia participativa de toda la vida, el despatarro llega a lo deportivo. Eso es así e imposible de negar.
Sumemos todos los nacionalófilos, con tranquilidad, pero con esperanza, sin creernos que tenemos un equipo maravilloso ni nada que se le parezca, porque es allí que después vienen las desilusiones. Yo soy de los que pienso ir lento pero seguro, que es como se llega a buen término,y es lo que trato de trasladar en este comentario. Si la gente lo entiende,bárbaro y si no el delirio tomará por asalto a muchos, a los que el fanatismo desmesurado por amor a sus colores, no deja pensar.

         PAZ, SERENIDAD Y ORDEN PARECEN
                      HABER   LLEGADO

y eso hace que todo mejore y la sonrisa ilumine a  la gente

                      QUE   MAS   QUE  ESO


                                                                       Enrique Bello


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