Acá no es con el fin de aparecer como un adivino, nada mas alejado de la realidad. No es nuestra intención.
Todos sabemos que comentar sobre algún tema específico, es después que el mismo se conforma. Es decir se comenta algo que ocurrió.
Pero en este país y sobre todo en el fútbol, nosotros nos hemos llenado de un periodismo deportivo que quiere adivinar lo que va a pasar, entonces que hacen, cometiendo un grave error, comentan lo que aún no pasó.
El tema es bien claro, uno sobre un partido de fútbol que se va a disputar, si quiere hablar sobre el mismo, debe emitir una opinión previa sobre como piensa que puede darse el encuentro. Sobre que jugadores entrarán a la cancha, su parecer a favor o en contra, pero no asegurar quien va a jugar, aspectos tácticos, sistema de juego, porque después pasa lo de siempre, quedan con las ruedas para arriba y totalmente desairados. Si por ahí aciertan algo, la frase nosotros lo dijimos antes, y con la misma curran, presentándose frente a la audiencia como que saben un disparate, y la realidad indica que no saben absolutamente nada.
Son audaces, caretas, que vinculados de una manera u otra a un entorno que los sigue, pretenden sacar a relucir sus dotes de sabiondos del tema. Eso es lo que hace el periodismo uruguayo de pacotilla que tenemos. Y así hace quince días hablan y hablan por cuanto micrófono tienen a su alcance, para decir disparates a granel, envenenando a la gente.
El clásico en la ruta 102 fue su caballito de batalla, y va a continuar una semana, no tienen poder de análisis ni remoto, tiran conceptos al barrer sin el mas mínimo criterio, y hay gente que consume y consume. Y no se da cuenta, que todo lo hacen para justificar de alguna manera sus ingresos económicos, que mas allá de cualquier consideración es lo único que les interesa.
Llenan espacios radiales tirando fruta al mejor postor, por ello,son charletas, en su enorme mayoría poco creibles. Adivinos de mentira, que por lo general dan mas en la herradura que en el clavo. La ruta 102 y el estadio allí construido, les dio paño por unos cuantos días para estar entretenidos. No ocultan su amor por el mismo, y tampoco ocultan su deseo por lo que allí ocurra. Todos sabemos cual es ese deseo, la boca se les haga a un lado y Nacional pise firme para tapárselas y dejarlos calentitos por adulones sistemáticos.
Es lo que pienso digo y escribo hace mucho tiempo, por ello me permito esta licencia, no para quedar bien ni mal con nadie,ni odiar a nadie, no poseo ese sentimiento. Me importa poco eso, ni tampoco lo hago en mi condición de acendrado nacionalófilo. Es que me da tanto asco todo lo que se expresa, sobre todo por radio y televisión, la falta total de conceptos certeros, de análisis profundos, y ecuánimes que me violentan lo mas sagrado, fundamentalmente la sensibilidad. Si hay que perder se pierde y punto, hay veces que la grandeza de la gente vale mucho mas, pero lo que es intolerable es escuchar, cuando se nota que por los poros de muchos que hablan de fútbol, viven obstruidos por la deslealtad con la que resolvieron caminar por la vida. La derrota enseña y saber sobrellevarla no es para cualquiera. Es la diferencia con muchos.
Por algo la colectividad a la que pertenecemos, no se cataloga de mejor ni peor, es diferente. POR ESO DUELE NACIONAL.
Enrique Bello
Enrique Bello
Sin dudas, Señor...somos diferentes.
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