lunes, 13 de mayo de 2019

RUTA 102

Y contra todos los pronósticos, se jugó el primer clásico en el estadio de Peñarol. Un ejército para cuidar a dos mil personas de un equipo y otros imbéciles del otro. Y no debería jugarse nunca mas allí ni tampoco en el Parque Central. La mala educación, la ordinariez , la droga, todas cosas reconocidas por las autoridades del país, hacen imposible que se siga en esa absurda tesitura.
Baños rotos, en la tribuna de los hinchas de Nacional, que clase de gente es esa, nadie los pudo controlar, algo incomprensible.
Hinchas de Nacional que iban en  los ómnibus desde el aeropuerto de Carrasco en 40 unidades del transporte, en algo nunca visto en el Uruguay. algunos desaforados quisieron romper dentro de los mismos, los sacaron del forro y del partido y se presume deben de haber ido en cana. Otros de Peñarol arriba del techo haciéndose los graciosos, pienso que también no la deben de haber pasado bien.
La policía loca de la vida, por lo que  según ellos maravilloso operativo, que demandó meses, semanas, días y horas y además mucho dinero para ponerlo en ejecución. Una barbaridad todo por donde se le mire, tiempo desmesurado para llegar y entrar de los periodistas y del público en general, pero para Barrera, esto fue un antes y un después. Yo le pregunto, antes y después de que.
La ciudad a merced de la delincuencia, para una operación de inteligencia, para intentar controlar gente que no sabe de buenas costumbres, violentos y llenos de odio y sin la mínima educación, sin valores morales de ninguna clase, una minoría de la que saben quienes son, donde se mueven, como se mueven, donde viven, como se llaman, sus antecedentes. No es mas fácil radiarlos definitivamente, y llevarlos a cuarteles policiales o militares y ponerlos definitivamente en vereda. 
No, el asunto es un operativo, que desde el punto de vista racional, no tiene pie ni cabeza. Que horror el Ministerio del Interior y que horror la policía, y que horror la seguridad de la AUF. cuatro mil no, solo dos mil hinchas visitantes. Perdón por meterme un instante en política, pero hay que decirlo. Lo que se vio en derredor del clásico en la ruta 102, no es otra cosa que ver un grupo político como el Frente Amplio, fracasar estrepitosamente  una vez mas.

El partido, primer tiempo para olvidar, el segundo no le fue muy en zaga. Ya los dos goles en contra lo dicen todo, dos frangollos defensivos de terror. 
Nacional del que ya hemos expresado mil veces, con plantel mal conformado desde la época de Medina, agravado con la llegada de Dominguez, y con Gutierrez que lo agarró, pensando en algo diferente. Salió a la cancha con el esquema de su entrenador, jugar a la retranca, esperar de mitad de cancha hacia atrás, defendiendo lo mejor que pudiera, y esperando la posibilidad de algún contragolpe que no se veía por ningún lado, por la sencilla razón de que ni Bergessio, ni el chori Castro, ni Amaral, tienen velocidad  para jugar de esa manera. Todavía con el chori Castro que hasta minutos antes estuvo en duda por una lesión, el técnico arriesgó y al rato ya tuvo que hacer un cambio por Ramirez. Error importante del entrenador. Castro además no ha justificado en esta vuelta a Nacional una titularidad indiscutida.

Así transcurrió el primer tiempo, malo por solemnidad, fuerza, marca, agresividad, fútbol ausente.
Bergessio, que lucha, molesta, perturba a los contrarios, y está en todas las refriegas, también hace goles, a Peñarol ninguno, cuidado con eso, ve segunda amarilla y roja, bien sacada. El capitán, que no debe ser capitán, porque no tiene equilibrio emocional, dejó a su equipo con 10 para jugar el segundo tiempo. 
Después vino el lío Canobio Amaral, el primero tenía tarjeta amarilla, y debió ver la segunda y la roja, pero solo se la comió Amaral. Error garrafal enorme del árbitro y del línea que vio todo.
Ahora digo yo, Gargano es guapo con ese fisiquito, fue a manotear al borbollón, ahí hubo varios metidos, era roja a Gargano, y ni amarilla vio, porque de haber sido así con el patadón en el segundo tiempo también se iba. 
Bien dijo Gutierrez, tenemos mala suerte con los árbitros siempre salimos perdiendo nosotros, y tiene razón. La moneda sale siempre en contra. De terminar los dos con diez el primer tiempo, Peñarol se fue con los once. Si se habrá dado cuenta el técnico que ya en el intervalo sacó a Canobio de la cancha. Denuncia mas grave que esa para el juez, imposible.
Y así con un 1 a 1 se salió al segundo tiempo, y no había que ser un superdotado  para darse cuenta, que Peñarol tendría la pelota y Nacional recostado a defender cada pelota como la última. Sin posibilidad de contragolpe, Amaral intentó alguna cosita, pero como tuvo que esforzarse mas para correr y marcar, se volvió a cansar y afuera con él. Muchacho 22 años y no podes con la vida, los partidos tienen 90 minutos y hay que terminarlos sea como sea.
Ramirez luchaba como podía sin posibilidades, entonces el peso del resultado estaba en la defensa, Viña acertó bastante aunque falló feo en un par de cierres que casi fueron goles en contra. , Corujo y Carvalho sacaban para adelante sin destino y la pelota volvía, mientras el Rafa García y Neves jugaban en general un buen partido, sin ser grandes figuras, Cotugno marcó si, pero el peso lo tuvo Viña.
Menos mal que el partido se empató por lo menos, porque de haberse perdido, Bergessio hubiera sido el gran responsable. 
Lo de Papelito Fernández, que entró a jugar mas defensivamente, tal fue así que salvó un gol, y O Rivero para dar un poco de aire, no fueron cambios ofensivos, a no engrupirse.  Lástima el gol que se perdió Corujo de cabeza.
Lo vuelvo a reiterar por enésima vez y hasta el cansancio, sin elaboración de fútbol por el medio, y sin hombres veloces por las bandas, no hay historia con este plantel. Le falta claramente un salto de calidad si es que se tienen aspiraciones para lo que sigue de copa libertadores y se pretende ganar el clausura. De no ser así, no hay futuro venturoso, que se lo metan en la cabeza, todos los que nos critican diciendo, que damos para atrás porque expresamos la verdad. Saben lo que es dar para atrás, se lo explico, es lo que hizo Bergessio, y lo que hizo Gutierrez, que por su maldita manera de jugar a la retranca, no ganó este clásico frente a un rival fundido físicamente y animicamente, que hablando mal y pronto a los 15 minutos de juego muchos de sus futbolistas, no levantaban las patas y no podían con sus zapatos. eso es dar para atrás, no darte cuenta de una realidad que desde varios días antes ya se sabía.
Un resultado que no sirvió para nada para Nacional, no descontó puntos en el apertura, ni en la tabla anual, al margen de no darle vida a algún otro equipo. Desde mi punto de vista insatisfacción total.

                                                                     Enrique Bello


















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