jueves, 10 de octubre de 2019

CUANDO LA AUTOCRÍTICA SIRVE

Alvaro Gutierrez,  aprendió mucho al aplicarla, en esta su segunda era en Nacional. Ya desde que vino y a medida que pasaban los partidos, fuimos notando un cambio muy saludable en sus declaraciones públicas. Y ahí está una de las grandes causas para la superación de cualquier ser humano y en cualquier actividad.
Y eso es saludable reconocer las cosas, reconforta el espíritu y nos hace mejores en cualquier ámbito.
Ya lo he dicho, que no comulgaba con la filosofía de encarar el fútbol por parte de Gutierrez, pero el respeto nunca estuvo exento. Agarró un equipo y un plantel destruido, era brava la mano
y sin embargo vino, metió mano enseguida a mucha cosa, y el cambio se comenzó a notar. Poco le importó la diferencia de puntos que tenía en contra, primero arreglamos atrás para que no nos hagan goles y después vemos. Ningún jugador elegido por él, y en el medio de la correntada, fue acomodando el cuerpo.
La ansiedad de nosotros los hinchas, se hizo intolerable, cada uno quería cambios y cosas diferentes.
Y el técnico era Gutierrez, y el hombre, sereno, equilibrado, criterioso observaba lo que tenía, y lo que había llegado al club.
Y allí se dio cuenta de que había una botijada prometedora que pedía cancha. Y de apoco se las empezó a dar. Que ocurrió, que el plantel se hizo mas grande, y las posibilidades de mejorar al cuadro se agrandaban. Gurises de la casa como Corujo, Viña, S Rodriguez, Neves, Amaral, Ocampo, Carballo, Vecino mas la experiencia de otros, generaban expectativas de renovación y mejoras notorias en el rendimiento del equipo.
El planteamiento 4  1  4  1 , para un cuadro grande no es lo mas aconsejable, pero la fidelidad al mismo, mas la frescura y la velocidad impuesta por los jóvenes, fue una inyección fantástica.
Y algo que después del fracaso a nivel internacional, preocupaba en forma seria, porque había un plantel que como lo expresamos  muchas veces, si no tenía un cambio radical, que no se vislumbraba, no tenía futuro.
Una frase se puso en vigencia, cambia todo cambia, y una aureola de positivismo mental se apoderó de toda la institución. Y en tiempo record, se pasó de la malaria a un momento de esplendor.
Cuando nosotros expresábamos a voz en cuello tanto en radio como en este espacio, que si no se cambiaba, no había futuro, no lo decíamos para tener razón, lo decíamos porque era la verdad.
Y a veces es cuestión de animarse, todos decíamos y sin Bergessio que hacemos. Y miren ustedes hoy es suplente de lujo con su experiencia, El chori Castro pasó de un año de ostracismo a ser figura después de su golazo clásico y hoy aguanta 90 minutos. El 
Rafa García sacado de la zaga donde era un peligro por su vehemencia, en el medio y mas liberado, rinde y rinde sin tanta responsabilidad. Otros que llegaron, figuran poco, la juventud llegó con vientos de cambio, porque el cuestionado Gutierrez, también por mi y no me saco el sayo, se dio cuenta que moría con los ojos abiertos, e hizo lo que parecía imposible, cambió a todo Nacional y lo puso en posición de privilegio. Todos los méritos son de él, pero
ojo aún falta y no se ha ganado nada, pero principio quieren las cosas.

                                                                         Enrique Bello

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