En La Blanqueada un soplo de alivio corría por muchas venas. Ya no son 3 los puntos de ventaja, son 4, pero son distintos rivales y los nervios hacen mella.
Personalmente, no creo que a Nacional le de la nafta para lograr un objetivo muy difícil, pero Plaza Colonia pasa por la misma situación, pero es cuadro chico y entre ellos se matan en vez de ayudarse.
Una puertita quedó entornada y la esperanza latente, puede pasar cualquier cosa.
Capuccio, anda en la cuerda floja, no sabe cual es un equipo titular, y lo de Plaza limitado. Ahora los jugadores tienen su responsabilidad, la cantera está seca, y ahí se apuntaba, algo ha funcionado mal y yo creo que es la cabeza, hablo del presidente que en todo lo deportivo ha sido un fracaso rotundo, lo demás el tiempo lo dirá. La parte deportiva que asesora, lo ha hecho muy mal, y como el presidente dice yo no se nada, nadie da el bolantazo del chau chau adiós. Los demás dirigentes silencio stampa, tienen mordaza por intereses y no hablan. Panorama desalentador si los hay.
Si ganan el apertura, todo seguirá igual, y habrá masitas con sonrisas incluídas y los adulones de siempre golpeando espaldas. Ojalá se de, porque Nacional está adelante de todos nosotros y eso jamás hay que ignorarlo, pretendiendo tener razón a sus posturas y análisis. Son opiniones por lo que uno ve desde hace mucho tiempo. Y está dicho mil veces desde la primer llegada de Munúa. Allí empezó el desbarranque con técnicos y jugadores y los asesores deportivos, y ahí vamos de tumbo en tumbo sin entrar en detalles, y pongo como ejemplo único pero hay muchos mas, uno muy cercano, la vergonzoza derrota en el lugar de la pertenencia, frente a Peñarol que nos ganó, nos bailó y vapuleó eliminándonos de una competencia internacional en nuestra propia casa.
Fin de semana de 17 y 18 de agosto, si es católico, rezar, y si no vaya a saber uno que destino nos espera.
Enrique Bello
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