jueves, 25 de agosto de 2016

FECHA PATRIA

Este blog no fue creado para escribir cosas que no estén relacionadas con temas de fútbol o de deportes.
Pero este jueves 25 de agosto pos nostalgias, amaneció precioso con una temperatura super agradable. No era entonces un día para el encierro, con radio o televisión encendidas, sino era un día para tomar sol, estar al aire libre, si se quiere pasear o descansar, para los que tuvieron noche agitada.
Vivo en un lugar cercano a la costa, en un lugar que hoy estaba esplendoroso y disfrutable al máximo. Jardín y fondo con verde por todos lados, el verde sobresaliendo y las plantas y flores marcando la proximidad de la primavera.
Naturalmente, que por tener el lugar adecuado para ello, con mi esposa resolvimos almorzar afuera. Una picadita suave en lo previo, y un exquisito almuerzo después, se llevaron las horas de un mediodía fantástico. 
A mi señora se le ocurrió poner el altavoz de su celular en alto y me sacudió al oir la maravillosa voz de Alejandro Apo periodista argentino, leyendo cuentos de fútbol, escritos por la pluma extraordinaria del hombre de letras y escritor argentino Fontarrosa.
Quien no leyó alguna vez a Fontarrosa, no creo que sean pocos.
Pero quien escuchó alguna vez a Alejandro Apo, leer de manera sublime los cuentos de Fontanarrosa o Eduardo Sacheri.
Mientras almorzaba, un bocado y paraba, me emociono, cuando oigo a Alejandro Apo leer cuentos que en definitiva son verdad, y donde a medida que los lee, uno se va metiendo en los personajes nombrados, como si caminara junto a ellos dentro del cuento o del relato. Es increible pero créanme que es así.
Que oportuna estuvo mi esposa, ella me conoce tanto, tanto, que sabe lo que me gusta y lo que no, sabe mis gustos sobre las comidas, como pocos, conoce y vive mi pasión por el fútbol y por nuestro Nacional, aceptándome y soportándome absolutamente todo. Domina mis brocas y mal humores, porque conoce mi temperamento al dedillo. Sabe de mis gestos, lo que yo quiero decir sin hablar, está siempre ahí, cuando mas se la necesita, conmigo y con los hijos, nada pasa despercibido para ella, vive pendiente de nuestras alegrías y tristezas, A Apo se lo hice conocer yo; los sábados de veranos calientes en la playa, cuando nos calcinábamos al sol a los 2 de la tarde escuchando Radio Continental de Buenos Aires. 
Yo ya lo escuchaba hacía mucho tiempo y un día lo compartí con ella, que también se enamoró de su voz y su decir cristalino y elocuente como pocos.
Como sabía de mi admiración hacia Apo, un día me llamó el Dr. Mario Romano director de CAFO que es lo mismo decir el Estadio Centenario y me dijo, sabe que viene Apo a Montevideo el 19 de diciembre, de esto hace algunos años, va a leer un cuento, será en el Museo del Fútbol, es el cuento de Fontarrosa fanático hincha de Rosario Central, EL GOL DE LA PALOMITA DE ALDO PEDRO POY. se cumple un nuevo aniversario, y lo invito al evento.
Para mi un honor y una distinción que acepté de inmediato y allí estuve. Como si eso fuera poco una barra de parciales fanáticos de Rosario Central se hicieron presentes especialmente. Ese gol de la palomita fue a N Old Boys el rival de todas las horas. Vinieron con bombos y platillos, de verdad gritaron y cantaron hasta el cansancio en la cena ofrecida.
Para mi una jornada inolvidable, charlé con Apo que se llevó el cuento escrito por mi hija Carolina LE HIZO CRACK del libro Escrito en la Ventanilla de su autoría, relacionado con una historia mía, con el mas grande jugador que vi en mi vida, José Francisco (nene) San Filippo.
Que mediodía hermoso pasé, gracias a la impronta de mi esposa que captó el momento, para escuchar varios cuentos y relatos formidables entre ellos el del VIEJO CASALES sin desperdicio para los que amamos el fútbol. 
Cuando una mujer está en todas, pero en todas de verdad, no hay vueltas. Por eso somos familia y la familia fue es y será siempre la base de nuestra sociedad.
Las gracias son para ella, mi esposa, a quien de repente y casi sin darse cuenta, en forma humilde y sencilla captó  con que poco se puede hacer feliz a alguien, en este caso fui yo.


                                                               Enrique Bello

1 comentario:

  1. Felicitaciones, Enrique.
    Qué fortuna la de tener tal compañera de vida! Más aún cuando se tiene consciencia de ello.
    Un abrazo fraterno de un lector reciente.

    ResponderEliminar