lunes, 12 de septiembre de 2016

OTRA DERROTA

Ir  a canchas chicas, se está transformando en un vía crucis para Nacional. Parece que los jugadores ya entraran derrotados cuando salen del Parque Central. Ya viene ocurriendo muy seguido, por lo cual no es casualidad sino causalidad. Antes, en tiempos mas remotos Nacional recorría Montevideo y esto que se está viendo hoy era impensado. Podía si, haber algún traspié , eso era normal, pero en Jardines, Franzini, Viera, Trócoli, Nazazi, Belvedere , Saroldi, Olímpico, y hasta recuerdo la cancha de Huracán Buceo en la cantera de los presos, y agrego el Pantanoso de Progreso, ahí se iba y se pisaba fuerte, pero ahora no, ya los jugadores entran apichonados, y hasta poco menos que convencidos, de que van a perder. Y esto hay que cambiarlo urgentemente. Cómo ? se preguntarán muchos. Pues generando una mentalidad fundamentalmente en los futbolistas, mediante sicólogos, que para eso son útiles, y cambiarles la cabeza, haciéndoles ver que están en otra cancha y punto, y que los partidos hay que jugarlos y no perderlos antes. Eso es horrible para el hincha, que hace esfuerzos de adhesión a la enseña, sacrificando, bolsillos, gastos  extras y comodidades, solo por ver los colores de su equipo. 
Hay declaraciones públicas por ahí, que yo respeto porque no me creo dueño de la verdad, pero que para nada comparto.
Este plantel de Nacional que en muchos casos tiene buenos jugadores, técnicamente bien dotados en lo individual, pero que de ninguna manera alcanzan para ser el mejor plantel del medio. Yo no creo en esa frase,para ningún equipo uruguayo, eso es parte del folklore que quiere imponer el periodismo y después justificar o no sus dichos.
Ya por reiterado en decirlo, me cansa, yo eliminaría el cargo de gerente deportivo, no por Lembo que es quien lo ocupa hoy, sino me refiero exclusivamente al cargo. Fui toda mi vida y lo seguiré siendo partidario de la Comisión de Fútbol, integrada por tres dirigentes que estén imbuídos de lo que es el fútbol, y que uno por día vaya a Los Céspedes o lugares de entrenamiento, a observar todo lo que allí ocurre.Que los jugadores los vean, que se les pregunten cosas a ellos y a los técnicos, del porqué de tales o cuales cosas, que miren los entrenamientos, el tiempo de los mismos, si hay jugadores o no que se quedan un rato mas para mejorar defectos o fundamentos, o si cuando suena el silbato del entrenador dando por finalizado su trabajo, se van corriendo de la cancha.
Esos no son detalles menores, y de esa manera tener informados permanentemente al resto de la directiva.
Dejar librada todas las determinaciones al cuerpo técnico y al gerente deportivo, no me parece lo mas aconsejable. Ellos son funcionarios rentados sometidos a las jerarquías del club, y no hay que olvidarlo. Los dirigentes permanecen en sus cargos durante tres años por mandato de los socios. Los técnicos duran si ganan, y los jugadores son profesionales con contratos que no deberían ser mayores a un año, así lo exijan los empresarios o ellos mismos. No rendistes lo esperado afuera. Desde el 2017 un año abarcará todo el campeonato uruguayo y las copas internacionales que se disputen, Liberetadores y Sudamericana.
La gente me pregunta a mi, como si yo tuviera las soluciones mágicas, y no es así. ¿ que hacen Ruben Sosa y Cacho Blanco ?, la verdad no tengo respuesta.
Hoy hay un concepto muy arraigado sobre la profenalización en las diferentes áreas del club, Gerente General, Gerente Financiero, Gerente de Marketing, Gerente Deportivo, no se si alguno mas, lo desconozco. Entonces ocurre una cosa que no debería ocurrir. Que los dirigentes se desliguen un tanto, porque no hay que olvidar que los dirigentes son honorarios y tienen sus obligaciones particulares que atender. Pasan a ser asesorados en los diferentes items, por funcionarios rentados a los que ellos deben mandar.
El estatuto de Nacional marca con claridad que el Vice Presidente, es el presidente  de la Comisión de Administración.
Todos sabemos que las cosas han cambiado y el fútbol y su conducción no es igual a la de otros tiempos. 
Todos los nacionalófilos estamos preocupados, basta leer lo que me mandan mis lectores y oyentes, hace rato juega mal nuestro equipo. Ya perdió el apertura, el clausura y el uruguayo 2015- 2016, de forma incomprensible.. En buen romance, lo regaló a su rival tradicional, que lo agradeció casi sin darse cuenta.
Este uruguayo especial de 15 fechas, comenzó deportivamente muy mal, 3 puntos en 9 disputados, es poquito. Pero lo peor es el juego mostrado, fallas en defensa garrafales que le costaron la derrota, el medio campo inocuo, intrascendente, sin vida, y una delantera floja, que no remata al arco, que no gana por arriba y a la que los defensas matan a pelotazos frontales, sin el mas mínimo criterio. Nos quejamos de falta de zagueros al no estar Polenta, éste insustituible, pero largamos a Cabaco, a Aja en lugar de Rafa García, pusieron a Arismendi, fracasó, Victorino y Porras, están muy bajos y no justifican titularidad.
Silveira, dicen lo pidió el entrenador, se equivocó de medio a medio. A Lozano lo espero, sabe, hay que ordenarlo, y que Liguera cuando entró veinte minutos, cambió Nacional, lo marcaron bien y lo fueron anulando con un planteamiento ultra defensivo. No me olvido de Barcia y Viudéz, que tienen crédito.
Ahora que le hagan el segundo gol que le hicieron, es de baby fútbol, el fútbol es un juego de hombres, y hay veces que la pelota puede pasar pero el jugador. no. Espino y Arismendi ni una patada le dieron al autor del gol, lo aplaudieron por la gran jugada.
Hay un penal reclamado,que el línea cobró, y el juez desestimó en forma errónea.
Conclusión final se perdió bien contra un mediocre equipo, que llegó 3 veces e hizo 2 goles.
Desilusionante ver a Nacional, mucho para hacer para el técnico Lasarte que no parece haberle agarrado la mano al equipo. El tiempo pasa y este viaje es corto.
Se busca plata para ordenar la institución, y hay gente que tiene vocación de hacerlo, hay que recomponer  las finanzas que no viven su mejor momento.


                                                                        Enrique Bello

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