lunes, 21 de noviembre de 2016

CUANDO NO SE SABE APROVECHAR

Se le dio todo, perdió Danubio, Peñarol que es un flan de leche y llega como próximo rival, para hundirlo definitivamente.
Pero no, como siempre cuando la oportunidad está allí al alcance de la mano, la dejamos ir como el agua entre los dedos.
Veinte primeros minutos donde Defensor había insinuado mas, pero dos corazonada del colo Romero con dos bombazos como pedimos siempre, que para hacer goles hay que tirar al arco, pusieron a Nacional en ventaja, que en un principio pareció inalcanzable. Pero allí quedó demostrado que no se supo manejar el resultado frente a un equipo que a pesar de su derrota circunstancial, en contraposición al nuestro, nunca perdió la línea de juego y siguió batallando, hasta conseguir el descuento primero y el empate después, absolutamente justificado. Nacional después del segundo gol de Romero, no llegó al arco, y eso esa una grave denuncia para el equipo.
Primer tiempo con dos caras distintas en los vestuarios, que se notó claramente en el segundo, con Nacional desdibujado en la cancha, jugando muy mal en la zaga que nunca pudo con el centro delantero de Defensor. Muy mal los laterales, Espino con una voluntad indomable pero con poquísimo dicernimiento, Otálvaro el peor partido desde que juega como titular, marcó muy mal y fue responsable directo del tercer gol, marcando al revés. Fue sustituido inmediatamente por el entrenador que es bueno decirlo, habla mucho para la tribuna, pero da mas en la herradura que en el clavo en muchas de sus decisiones.
Romero creyó que con los dos goles que hizo ya le alcanzaba y después de ello, jugó pésimamente el partido, marcando muy mal y fauleando en forma desmedida varias veces, arriesgando tarjetas en forma innecesaria. Arismendi con su experiencia de años, lo hizo entrar, un pibe de veinte años, no marcó a nadie y fue sustituido de apuro porque lo echaban. Que poco piensa este muchacho. Adelante Viudez, Ramirez, nada de nada de nada, insinúan mas de lo que concretan, son virtuosos con la pelota en los pies pero les falta jerarquía en momentos decisivos. Sebastián Fernández desde que le colocaron a Silveira, que no está para titular de ninguna manera, lo minimizaron en su juego de ataque y ya no gravita como es su característica, la de complicar en el área, siendo un gran rebotero.
Si no está Liguera, el único jugador inteligente y pensante que tiene este plantel, para meter un pase en cortada, entre líneas, punzante y conectado con sus compañeros, el equipo queda rengo, y las posibilidades de ataque con peligro quedan minimizadas. Que alguien explique porque Liguera que en Fénix jugaba 75 a 80 minutos a buen ritmo y nivel, acá en Nacional entra tarde, para intentar arreglar desastres, pero no es mago. Liguera es titular, hasta cuando pueda aguantar físicamente y no hay vueltas.
Desde que comenzó este torneo corto con Lasarte entrenador, hemos seguido atentamente el juego de Nacional, para saber a que juega nuestro equipo, cual es el padrón que utiliza, el rendimiento individual de los hombres y en conjunto como tal.
Hasta cuando ganaba, fuimos críticos, tema que no es fácil manejar, con el fanatismo que impera en nuestro fútbol uruguayo, donde nadie analiza nada en profundidad.
De ahí nuestra tranquilidad para expresar lo que hemos escrito y dicho por radio.
La derrota frente a Defensor, fue una mancha difícil de asumir en un momento clave del campeonato y cuando la mesa estaba servida. Faltó clase y jerarquía, eso fue claro y notorio después  del tercer gol violeta el cuadro se murió, no tuvo respuesta, ni futbolística y lo peor anímica. Feo muy feo para un equipo con aspiraciones de campeonar.
Cinco partidos jugados en las canchas chicas, tres perdidos, uno empatado, uno perdido, en quince puntos disputados, solo 4 ganados, es una grave denuncia para un cuadro grande como Nacional. Que les pasa a nuestros jugadores, y a nuestro técnico, que justificaciones van a poner ahora. Por favor agarremos los dirigentes el toro por las astas, pónganse al frente de este barco escorado, y aún con chance de llegar a puerto, marquen presencia, en una semana crucial y para no tener que lamentar la deshonra que sería no ganar este campeonato, cuando se ha tenido todo al alcance de la mano.
Lo que mas me irrita como socio, como hincha y como periodista partidario que tengo que emitir opinión, es que el actual plantel de Nacional tiene siete u ocho muy buenos jugadores de fútbol, por eso les exigimos, pero por alguna razón que desconocemos no dan la talla a la hora clave.
Hay que calafatear de apuro a este barco, personalmente creo que el entrenador está desnorteado y se ha equivocado muchísimo en la conformación del equipo y en el manejo del plantel y a la hora de los cambios en un partido.
Sigo siendo partidario de la Comisión de Fútbol con tres dirigentes que sepan de fútbol, y no de gerentes deportivos, para que las explicaciones  sean fluidas del porqué de las cosas.
Muchos salieron a hablar que había que tener calma, porque venía el clásico y la calma era fundamental. Señores hay que decir las cosas como son y llamarlas por su nombre, en los momentos adecuados, advirtiendo errores y desaciertos, sin guardarse nada, es como se aporta para mejorar y no creyendo que tenemos un cuadrazo fabuloso.
Vaya si el clásico es ganable, pero jugando así es complicado.
Nacional no trasmite nada a la tribuna, y eso es grave yo agrego muy grave, cuando se aspira a algo trascendente. Y no es la primera vez que ocurre en los últimos tiempos.
Yo quiero seguir confiando, y doy un crédito mas a este plantel para que me demuestre que puede, aunque ganarle a este Peñarol actual, tampoco sería algo sobrenatural por lo devaluado en que está. Se mantendría la superioridad que viene de 8 clásicos atrás, pero lo mas importante sería posicionarse, para campeón con gran chance.
Esperemos, pero que hay que mejorar no hay ninguna duda, porque hasta el momento no se han sabido aprovechar todas las ventajas que los rivales nos han otorgado.

                               
                                                                  Enrique Bello

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