Unos de los varios sinónimos de flagelarnos, es por ejemplo atormentarnos. Y eso es lo que está ocurriendo hoy entre una enormidad de gente nacionalófila.
Es a esta altura poco creible, lo que uno escucha por ahí, lee en las redes sociales y recibe por vía del mail o el whastapp.
Porqué maldita costumbre somos así, cuando estamos en paz, buscamos nosotros mismos la guerra para desestabilizarnos.
Yo estoy convencido a esta altura de mi vida, que todo ello ocurre por el hambre de poder, la envidia y los celos que invaden y conviven sistemáticamente en nuestra institución.
Si no, es imposible entender de otra manera a nuestros hinchas.
Tenemos el privilegio de que cada tres años hay elecciones, para que quien lo considere, se presente a las mismas y compita por sus aspiraciones de ser dirigente. Y eso está muy bien que suceda. Es democracia pura y nuestro Nacional se caracterizó siempre por diferenciarse de otros en ese rubro.
Los estatutos de la institución hoy vigentes, mas allá de alguna modificación que hay que realizarle, son claros y terminantes, y brindan garantías a todos los asociados.
Pues si es necesario utilizarlos en algún momento, allí está para que cualquier asociado, haga de él la utilización mas conveniente si así lo considera.
Al margen de las Asambleas ordinarias para tratar memoria y balance anual, cada fin de noviembre, existen en el articulado del estatuto, elementos por demás claros para convocar asambleas extraordinarias, cumpliendo con determinados requisitos que no vamos a detallar aquí.
Lo que nos ha llevado a escribir esto, es la profunda molestia que nos genera que en forma subyacente, se estén socavando temas internos, que pueden ser ciertos o no, pero que hieren a las propias entrañas del club y poco favor le hacen.
Estamos todos de acuerdo, y yo me pongo en primera fila, por si alguien duda de mi posición. En mi vida tricolor voté diferentes directivas, gané y perdí, pero una vez concluido el acto electoral, Nacional, mi Nacional, siguió siendo lo máximo. Así entiendo yo mi sentimiento tricolor, mas allá de nombres que circunstancialmente por tres años serán los administradores y no los dueños del club.
Ahora bien, buscar diferentes circunstancias para generar conflictos, no van conmigo, y en mi manera de actuar en la vida.
De repente es porque no hago política en el club, lo defiendo y lo critico cuando creo y estoy convencido debo hacerlo, siempre con el afán de sumar y no de restar.
Aparecen críticas, sobre los partidos que no se podrán jugar en el Parque Central en lo que resta del Clausura. Las obras del mismo tienen un cronograma que hay que cumplir, se viene fin de año y la construcción comienza su licencia anual y otros inconvenientes aleatorios impiden cumplir con lo pactado en su momento, que era jugar con obras y todo.
Cuantas veces nos ha pasado y nos pasa a todos los seres humanos que pensamos en algo que queremos hacer y situaciones inesperadas nos hacen cambiar. Es lo que pasa con el Parque Central, cual es el problema de no poder jugar tres partidos y de un campeonato prácticamente perdido.
Tengamos memoria, el lugar de los grandes momentos de Nacional en la historia, se vivieron en el Estadio Centenario y no en el Parque Central.
Si; sabemos del sentido de pertenencia existente, por nuestro estadio en construcción, pero de ahí a criticar esto, es un verdadero despropósito, y no entiendo el malestar existente.
Pero hay mas, se hablan de dudas sobre falta de información por parte de algún dirigente en Comisión Directiva, sobre dineros recibidos a cuenta, sobre el manido caso de la transferencia de Carballo, sobre disconformidad con un Comité Ejecutivo de AUF con presencia de un hombre de la casa como Alejandro Balbi, los coqueteos con la empresa Tenfield, etc, etc. Aclaremos dijo un vasco y le echaba agua a la leche, coqueteos y ainda mais han tenido y vaya de que manera varias directivas hacia atrás, y nosotros hemos fustigado eso como pocos, en el ambiente de Nacional desde 1998 y generándonos a si mismos, varios dolores de cabeza.
Ya lo hemos establecido hasta el cansancio, si hay malestares, desconfianzas, y certezas documentadas, hay espacio suficiente
para manifestarse y hay que hincarles el diente si las circunstancias lo ameritan, los estatutos lo permiten. Falta poco mas de un año para las elecciones, la lucha política y dura, parece haber comenzado temprano, ya me imagino el 2018, lo que va a ser.
Aquello de que si querés conocer a pedrito dale un carguito, entra en vigencia.
Esta dirigencia actual de José L Rodriguez, que ha tenido aciertos y errores, como todas, que en lo deportivo termina un año a los tumbos, dividida internamente, eso es claro y notorio. Las renuncias y alejamientos así lo marcan, lo económico financiero vive dificultades, como vivieron otros que no fueron reyes de la magia, porque con la plata no hay magia que valga.
En las campañas electorales, todos tienen las soluciones, después la realidad, los pone en vereda. Conducir un institución como Nacional no es fácil, la calle Divina Comedia y sus habitantes, tienen una puerta en la que a todos les gusta golpear en procura de soluciones, que a lo largo se pagan carísimas.
Nacional no ha sido excepción, durante veinte años y espero que no se siga en esa línea de entregamiento que tanto daño ha hecho y que muchos quieren seguir justificando ahora, hasta 2032. POR FAVOR NACIONAL NO MAS esté quien esté y venga quien venga en el futuro.
Actuemos con mayor independencia de decisión, así nos cueste algún ostracismo deportivo y que a la larga será beneficioso.
Jake mate; dicen los ajedrecistas al ganar una partida, pues porqué no la aplicamos nosotros en la institución,y comenzamos a resurgir como el ave fenix, de las cenizas.
Total, si ya estamos jugados, y vuelvo atrás, SI; jake mate a los de afuera, pero no nos desangremos entre nosotros, para festival de las fuerzas opositoras, que hoy se restregan las manos por la vida que les estamos dando. Actuemos en consecuencia.
Kamikazes fueron los japoneses en la segunda guerra mundial, no me gusta tenerlos en Nacional, me duele el alma, ah y respeto a todas las posiciones existentes, compartidas o no, esto es una opinión absolutamente personal y a nadie involucra.
Enrique Bello
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