TENIENDO TODO NOS QUEDAMOS SIN NADA

Parque Central cada vez mas lindo, repleto hasta la bandera. A los tuertos se les dieron tres mil entradas y una tribuna entera, vendieron setecientas cincuenta. A eso lo llaman un cuadro grande en un partido en el que se jugaban gran chance de acercarse al campeonato uruguayo. Si habrá que tener cuidado con las cosas que se dicen, para no quedar regalados.
Defensor es una institución que ha crecido, eso es indudable, pero lo ha hecho en lo interno, no en cuanto a la adhesión de la gente, por ello para ser grande le falta convocatoria, es decir le faltan hinchas. 
Así se presentó a jugar su partido muy importante contra Nacional, y logró parte del objetivo buscado, no perdió.
Para mi manera de ver el fútbol, estuvo mas cerca de ganarlo que Nacional.
Los tricolores dejaron el alma en la cancha, sobre ello no hay discusión. Una figura excluyente se puso el cuadro al hombro, jugó con seriedad, sin protestar con jueces y rivales, pero marcando presencia y siendo el único que se dio cuenta como se juegan esta clase de partidos. Hizo un gol de antología, que mereció ser el del triunfo, pero que horrores enormes cometidos en la defensa de una pelota quieta, dejaron a Nacional mirando la fiambrera.
Conde es un buen arquero, pero no es un gran arquero. Los goleros tienen que salir del arco cuando las circunstancias lo exigen, juegan con las manos, y si es necesario como lo fue en la jugada del gol de Defensor, tiene y digo mas, debe salir con los puños, sabiendo que si cae algún rival, el juez cobra faul del atacante.  Eso es un axioma en el fútbol mundial, pues parece que Conde aún no se dio cuenta, fue absoluto responsable del gol de Defensor y el no triunfo de Nacional.
Ahora bien entremos al análisis de otros aspectos, un arbitraje tendencioso de Leodán González, pésimo en el manejo de las tarjetas,Se olvidó, a lo mejor a propósito, del inciso K de la regla 12, reiteración de faltas de diferentes jugadores, para golpear a sus rivales que fue utilizada por Defensor como recurso para perturbar a Nacional, cosa que consiguió con la anuencia de un mal árbitro.
Algún expulsado violeta debió haberse concretado, pero así y todo, Defensor jugó mejor que Nacional al fútbol, por la sencilla razón que lo hizo como equipo y no como los nuestros que todo fue a impulsos individuales y sin criterio ninguno, como ha sido durante todo este campeonato.
Ya dijimos de Polenta, pero hay que hablar y decir; y lo de Fucile, lo de Espino, lo de Viudez, lo de Aguirre, del pibe Corujo que voy a decir, al lado de los nombrados nada, lo de Liguera, el tata, a Bueno lo destruyó Lasarte, me pregunto a que lo trajeron, de K. Ramirez, y de Silveira no calzan los puntos el papelito, el hincha en la cancha dejando todo, mal sacado, porque de él, siempre puede aparecer algo.
Nacional como equipo no existe, y ahí hay enorme responsabilidad del entrenador que nunca le encontró la vuelta al plantel. Ayer no se dio cuenta que le iban a marcar a los dos generadores de fútbol, Zunino y S Rodriguez y murió con los ojos abiertos.
Cual es el trabajo, en pelotas quietas, jamás se vio, Nacional no tira al arco, no gana una pelota aérea en el área rival. Un corner a favor de Nacional nunca genera peligro, o son cortos o son largos, una falta a favor en cercanías del área, lo mismo.
Arismendi hizo lo que pudo, aunque en el gol de Defensor que nos hace un jugador bajo, el mama estaba detrás de él y eso es en un partido clave,una falla imperdonable.
Crónica de un final predecible para nosotros, no para los llorones, que solo tiran culpas, siempre a los árbitros o a Peñarol aunque no juegue. 
Protestamos mal y tarde, por diferentes situaciones, nos quejamos de todo, si el juez, si la cancha del rival, si esto si aquello, si nos pasean. Hemos tenido cantidad de jugadores lesionados, cuando no era uno , era el otro, tiempos largos de recuperación. Faltó reforzarse adecuadamente con un par de jugadores de jerarquía que le dieran al equipo un salto de calidad. 
Lo venimos diciendo por radio, y escribiendo en este blog, hace largo rato, con esto no alcanza, y los hechos nos han dado la razón. 
Hay que barajar y dar de vuelta para el 2018, último año de la actual directiva, mucho Pque Central, que está precioso, mejoras notorias en Los Céspedes, pero la gente va a la cancha a ver a Nacional ganar y jugar bien y eso hace rato no se da.
Otra vez el Pque Central, nuestra casa, no es sinónimo de triunfo o clasificación como mucha gente cree.
El sentido de pertenencia, es cierto, pero no es respondido acorde al mismo. Y nos ha pasado muchas veces. Cuidado con esto, que no es un tema menor. Ayer tuvimos una gran oportunidad, que nos había generado River Plate entre semana y no supimos aprovechar como tantas veces. Un changui inesperado otorgado por un equipo darsenero, desde mi punto de vista, uno de los peores River Plate de los últimos quince años. Y las tablas lo marcan claramente.
Hay que calafatear este barco que está como el sub marino Aras San Juan, perdido en las profundidades de un océano, no con cuarenta y cuatro tripulantes, que siguen sin aparecer,pero con muchos menos que tripulan una institución, que por varias y determinadas razones está a la deriva y sin rumbo fijo que la haga llegar al gran puerto que sus hinchas esperan.


                                                                          Enrique Bello