Jueves 4 de abril de 2013, llegamos al estadio 18.30, porque había que estar temprano, muchas cosas iban a ocurrir, junto a nuestro hijo, yerno y compañero de programa, porque dentro de cada uno había una dosis de incertidumbre muy especial. Todos presagiábamos que cosas importantes ocurrirían en esa tarde noche. de un otoño que ya se hace notar.
Ya la cosa había comenzado a primeras horas de la tarde, con el traslado en camión de la enorme bandera que sería presentada en sociedad por primera vez y frente a 50 mil personas.
Los comentarios en los diferentes medios de prensa se hicieron sentir, la redes sociales ya marcaban que la adrenalina era alta. Varias horas antes del partido se supo que la misma estaba pronta y ajustada para ponerla en escena a la hora señalada, minutos antes de que comenzara un partido muy importante frente a Toluca en busca de clasificación a octavos de final de la Libertadores. Ya se conocía previamente que Cacho Blanco y Gustavo Bueno dirigirían por última vez este proceso que les tocó de 7 partidos como técnicos interinos en la conducción del plantel.
También conocíamos todos, el equipo titular que iba a jugar y en general había disconformidad con la integración que se anunciaba. No eran claras las explicaciones dadas en lo previo del porqué de la exclusión de la concentración, de Abreu, Lembo, V. Sanchez, Albín y Luna.
A las 7 de la tarde el estadio era un hervidero, adentro y afuera con los que iban llegando retrasados y con apuro. para no perderse nada.
No llamó la atención ver en manos de la gente cantidad de cámaras fotográficas digitales, ni que hablar de los celulares, esos si, no le faltaban a nadie, todo el mundo con ellos en las manos.
Un encuentro casual en el Palco Oficial con el presidente Ache y una fotografía del paparazi nos permitió una charla casual de varios minutos con el mismo.
Vimos a un Ache distinto al que conocemos de años, saludado por muchos al pasar, nos dejó traslucir el no compartir él tampoco la integración del equipo. Nosotros le dijimos lo que pensábamos y el compartió de plano, pero se le notó molesto con lo publicado en diferentes redes sociales, desde donde él cree se ha perturbado el buen funcionamiento de la institución en los últimos tiempos. Me puso mucho énfasis al recalcar que está enormemente satisfecho con todos sus compañeros de directiva, por como estos están trabajando mancomunados en el esfuerzo.
Nos volvió a decir y ya van varias veces, que él y yo nos debemos una charla personal para hablar de diferentes temas relacionados con Nacional, que pronto se va a dar, porque hasta ahora a estado muy complicado.
Así las cosas nos fuimos al mejor lugar, en que podríamos ver el acontecimiento mas esperado de la noche. En el tablero electrónico de la Tribuna Colombes comenzó la cuenta regresiva, ya los árbitros estaban en la cancha vestidos totalmente de amarillo, cuando el número cero apareció en la pantalla comenzó el despliegue mas perfecto de un trapo, como suelen llamar los jóvenes de hoy a las banderas, que fue conmoviendo de apoco a los asistentes. que no podían creer lo que estaban observando. Un espectáculo majestuoso, se presentó a nuestra vista cuando la totalidad de los 30 mil metros cuadrados de un emblema tricolor jamás visto en nuestro Estadio Centenario, se mostraba esplendoroso con el escudo de Nacional en el mismo centro de la tribuna Olímpica casi en forma milimétrica debajo de la Torre de los homenaje. A un lado y a otro las frases que han hecho y hacen historia en las mismas entrañas del club y de los hinchas. El colorido que nos identifica, muy bien diseñado y definido, con gran sencilléz por los responsables para su buen destaque, no pasaron desapercibidos para nadie, el color blanco marcaba con inusitado esplendor la base de la misma para establecer con absoluta claridad y nitidéz el color de nuestra casaca.
El Parque Central y la foto en ángulo de Abdón Porte máximo prócer que dejó su vida por amor a la enseña, fueron tocantes en lo emotivo para que muchas lágrimas se derramaran por las mejillas
de concurrentes al espectáculo y de los telespectadores de aquí y de allá.
Latino América, Centro América y Norte América lo vieron en directo, el mundo entero accedió a la información a través de portadas en los diarios y en noticieros de TV.
En lo personal el impacto visual fue enorme, no me imaginé lo que iba a ver, me paré y aplaudí a rabiar, juro sin temor a equivocarme que ni en acontecimientos deportivos trascendentes y triunfales me emocioné como en esta ocasión, no me tiembla el pulso para escribirlo. Un espectáculo inenarrable, brillantemente organizado y planificado a la perfección, tarea que no era fácil concretar con la brillantéz con la que se llevó a cabo.
Felicitaciones a los ideólogos, a los que trabajaron durante mucho tiempo para confeccionarla, a los que pusieron dinero y así tener estampado su nombre en la misma, mas de cinco mil personas.
A los que la prepararon , la llevaron y la desplegaron magnificamente para su espectacular e inolvidable lucimiento, que quedará gravado para siempre en las retinas de todos los Bolsos del país. El sentir el grito unificado e imponente de todo el estadio gritando "Dale Bolso" "Dale Bolso" "Dale Bolso", nos emociónó aún mas, por nuestra identificación de 25 años con el mismo.
Después llegó el partido con jugadores sacudidos también por lo que vivieron minutos antes en la cancha. Eso los motivó, marcaron a destajo, maniataron al rival, no lo dejaron mover y le hicieron provocar mediante una presión insostenible dos errores defensivos que dieron tranquilidad para lo que ya se presagiaba,el triunfo final con clasificación incluída y tranquilidad para técnicos salientes y el entrante, para dirigentes y para nosotros los hinchas que lo vivimos con mayor intensidad.
PARAFRASEANDO A UNA FAMOSA PELICULA QUE HIZO REIR A VARIAS GENERACIONES CON UN ACTOR QUE HIZO HISTORIA.
FUE LA FIESTA INOLVIDABLE
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