lunes, 1 de abril de 2013

SE ABRE OTRA ESPERANZA

Después de muchas idas y venidas, un nuevo entrenador, llega para dirigir a nuestro Nacional.
Nunca es buen momento cambiar de técnico en mitad de un campeonato local y en plena copa libertadores. Pero diversas circunstancias así lo determinaron. No había que ser un iluminado en esto del fútbol para darse cuenta, que después del acto electoral de la institución en diciembre último, las posibilidades del chavo Díaz en la conducción de los planteles tricolores Iba a ser harto difícil, al venir de un campeonato perdido frente al rival tradicional, y con un plantel muy pesado en experiencia y años para un hombre joven, nuevo y llegado en condiciones que no fueron las mas adecuadas por todo lo que ella acarreó desde el mismo inicio de las negociaciones de la directiva anterior liderada por Ricaro Alarcón. Este se encaprichó, por la presión llegada desde afuera y desde adentro, para que llegara Hugo De León, y sin mucho análisis, y generándose problemas innecesarios, él primero, y la institución después, la decisión se tomó. Las consecuencias iban a surgir después de las elecciones, allí comenzaron los vaivenes, se perdió un tiempo precioso, de lo que se presumía, crónica de una muerte anunciada, Díaz cada vez con menos crédito siguió en su puesto, el tiempo seguía pasando y también se seguía perdiendo, llegaron nuevos jugadores al plantel, éste se agrandó en vez de achicarse. Ahora los caprichos individuales pasaron a otro lado y Eduardo Ache se hizo sus gustos, trajo a Abreu, a Albín, a Alonso. Así pasó el verano, amistosos varios, nunca un equipo con visos de titularidad en muchos hombres, la disconformidad de la gente se empezó a hacer sentir, la prensa no se quedó atrás con sus comentarios adversos a la situación planteada. Así comenzó la actividad internacional con actuación decepcionante en casa frente al Barcelona de Ecuador con empate, los malestares crecían cada vez mas,  un triunfo que generó una esperanza en México después de otro desatrozo primer tiempo. Llegó el torneo local y  una derrota que dolió mucho, porque fue con baile incluído, frente a Defensor en casa. El presidente Ache contra viento y marea dijo Díaz continúa, nada cambia, mientras ésto ocurría el entrenador quebrado en los vestuarios no quería seguir, estaba abrumado por una realidad que nunca pudo sobrellevar, a pesar de que quienes lo conocen bien, lo saben con excelentes condiciones. Pero lo que empieza mal termina mal. Una semana después en Melo empate con Cerro Largo y allí las presiones se hicieron insostenibles para todos los involucrados, técnico y dirigentes y Díaz cayó poniendo el cargo a disposición para que la situación no apareciera como una destitución. 
De apuro, y por no tomar decisiones en momentos justos, con un tiempo perdido sin sentido alguno,  se apeló a Cacho Blanco, que estaba cunmpliendo otra función, y a Gustavo Bueno, hombre de la casa de varios años trabajando en formativas. Una dupla que nada tenía que ver entre si. Se dijo por pocos días, mientras se buscaba nuevo técnico. Se juega en la bombonera frente a Boca y agarrados del travesaño se gana un partido poco creible, pero se gana. Ese triunfo obnubiló a muchos y se jugó contra Central, se ganó, y todo parecía color de rosa, no para nosotros, si para los que no analizan y se embalan con resultados circunstanciales. La pregunta fue que hacemos, Peñarol dejaba puntos y nosotros con gran generosidad se los devolvíamos.
La gente se malhumoró, el tiempo pasaba y Blanco y Bueno ya no eran mirados de la misma manera que al principio. Las presiones ahogaban a los dirigentes, una trilogía liderada por Ache, Fuentes y Decournex, tenían el cometido nada fácil de encontrar al entrenador final y concluir con un desorden pocas veces visto en muchísimos años.
Técnicos se mencionaron a montones, uruguayos, fuera de concurso, Argentina fue donde se puso el ojo después que De León volviera a desistir en la segunda tentativa. Martino, Falcione Arruabarrena los candidatos mas firmes. Se habló con todos, Martino dijó que no, y se optó por el famoso vasco ex lateral izquierdo de Boca campeón de América y del mundo. Sin antecedentes de gran destaque, vice campeén con Tigre y alguna cosita mas, eran su palmarés. Yo quiero recordar en este momento a cuatro entrenadores argentinos que en su momento pasaron por Nacional sin pena ni gloria, Pedro Delacha, Miguel Basílico, Alfio coco Basile, Eduardo Luján Manera. No se si Arruabarrena será otro, espero que no, joven, 37 años, dicen que muy buena persona y suponemos que como buen vasco ,sea de firme personalidad. Lo recibimos con afecto y con expectativa de ver un Nacional que juegue mejor al fútbol, que hace tiempo los hinchas no vemos. 
No va a ser fácil por lo menos hasta junio lidiar con un plantel complicado y con muchos nenes con trayectoria internacional. A mediados de año verá con que se queda, porque limpieza de plantel, no tengan ninguna dudas los lectores, que va a haber.
Con la fe de siempre como tricolores de alma, pero con la serenidad que el momento exige, con el apoyo a quienes tomaron la decisión de traerlo, pep Guardiola era imposible, y con la esperanza de un futuro cercano de actividad importante y de triunfo es que escribimos esta nota.
No somos tontos, cuidado, sabemos de que hablamos. Somos periodistas por ello comentamos y opinamos con razón o sin ella, pero pensando que lo hacemos seriamente y con amor nacionalófilo en el alma. Bienvenido Arruabarrena y que Nacional y su hisoria lo iluminen y a la recíproca, ud ilumine y llene de triunfos y gloria a nuestro Nacional. Que así sea.

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