COSAS PARA COMENTAR FUERA DEL PARTIDO

Lo vuelvo a reiterar por enésima vez, y no por repetido deja de tener vigencia. Mas allá de lo que ha sido y es para todos los nacionalófilos nuestro querido y legendario Parque Central, además del sentido de pertenencia, que tiene para la gente. Hay que decirlo, en días congelantes como el de ayer jugando contra Defensor, hay que ser guapo para soportar el frío intenso que hubo que aguantar, casi de acero, hay que ser para no quedar enfermo, porque realmente fue cruel la tarde noche de este domingo 4 de octubre. Quien habla, que conoce muy bien al Parque por haber vivido durante años muy cerquita del mismo, un poco en serio y otro poco en broma lo bautizó por su temperatura fría fría hasta en verano, sobre todo en la tribuna José M. Delgado, como la tumba de los héroes, porque la verdad, y a pesar de las reformas, hay que aguantar ahí, ver un partido en condiciones normales sin quedarse entumecido.

Digo esto con el máximo respeto, no para recibir críticas ni malestares. Hasta en los Palcos hace frío con las ventanas abiertas, con eso ya digo bastante. Pero como dice el dicho es lo que hay valor, hay que aguantarse mientras los que hacen obras no coloquen losa radiante para mayor confort de los estoicos aficionados tricolores, obiamente lo último va como chanza.

Sigamos con las críticas; que orden es esa y de quien, que para retirarse de la tribuna Delgado por el portón que da a las canchas tenis, haya que esperar amontonados contra el mismo, con los peligros de una avalancha, mas de quinientas personas durante quince minutos, apretujadas y caladas de frío hasta los huesos y gritando desesperadas para irse. 

Vamos, al que le caiga el sayo que se lo ponga, quien se hacía responsable si allí pasaba algo grave, juro que yo y varios mas que estábamos en esa horrible situación, le hacemos un agujero a la institución, que no le alcanza una vida, para pagarla.

Clarito como el agua lo que está bien está bien pero lo que está mal o muy mal, se denuncia como en este caso. Nosotros no andamos con vueltas para decir las cosas, al que se moleste mala suerte, pero queremos soluciones y no problemas.

Pero tengo mas, hay pa todos. Cuando llego al Parque Central sobre las 17 horas, paro mi vehículo en la calle Comandante Braga a la altura de la cancha de basquetball , cuando me bajo viene uno de esos tantos personajes que pululan las calles de Montevideo, con el rótulo que nadie les dio,  de cuidadores de coches y me dice, son 50 pesos, le dije que, de donde sacaste eso, donde está escrito, quien dio esa orden, estás loco muchacho, le contesté; acá todos nos pusimos de acuerdo para cobrar eso, me contestó.

Mi indignación con esta especie de tránfugas, que lo que menos hacen es cuidar autos, y la calentura tamaño baño. Reaccioné rapidamente y me dije si no le doy la plata, estos me incendian el  auto. Así resolví irme y encontrar otro lugar adecuado donde no me intentaran robar, pero no le dí el gusto a ese personaje y compañía y a los que les hice frente arriesgando mi integridad física. Pocos minutos después, me acerco a tres policías de tránsito dos hombres y una mujer que estaban en la esquina de Comandante Braga y Carlos Anaya, les comento el hecho y sin darme mucha bola, y si bien me daban la razón a mi protesta, uno de ellos me dice, haga la denuncia, y que estoy haciendo le contesté, no, en la comisaría me dijo. Me di media vuelta y dije cartón lleno, vamos fenómeno.

Acá Nacional debería ejercer un control previo, para defender a su gente de atropellos como el que sufrió quien habla, apretando a la policía para que elimine a la manga de sinverguenzas, que a la fuerza quieren imponer pagos ilegales por estacionar. Otra mas, sin tapujos fiel a un estilo de decirlo todo. Algún día se terminarán, muchos no todos, personajes desdentados y mal olientes, transformados por autoridades, en pseudos personajes del asfalto, a los que no se les pone coto no en el Parque Central y alrededores, sino en toda la ciudad.

                                                      Enrique Bello