domingo, 18 de octubre de 2015

UN REENCUENTRO Y EL PARTIDO

El partido era contra Fenix, la tarde gélida como nadie entiende en este octubre de 2015, con gripes y resfriados de todo tipo. En el Palco del Estadio poca gente minutos antes de comenzar el partido. 
La sorpresa grande fue chocarnos de frente al ingresar, con una figura, grande, espigada , ya con años encima, pero en muy buen estado físico y mental, era nada mas ni nada menos que Ayrton Correa de Arruda (Manga) el mejor arquero y mas completo que haya tenido Nacional en los últimos 70 años.
Una figura inconmensurable en el arco, fue casi imbatible, con el buzo tricolor se cansó de ganar y lograr títulos desde que llegó hasta que se fue, pintoresco, hombre de mil anécdotas dentro y fuera de la cancha, que aún hoy los veteranos recordamos. Como futbolista de Nacional a los hinchas nos generaba tranquilidad verlo parado nomas, hizo muy feliz a una generación, nunca se lesionaba, nunca faltaba a un partido, fuera este oficial u amistoso, ese era a grandes rasgos este monstruo del arco, un verdadero fenómeno.
Cacho Blanco, ese gran amigo que tenemos en la vida, campeón de todo con la camiseta de Nacional, lo llevó al estadio, y fue su compañero permanente durante varios días, como lo fue en la cancha. Y allí estaban juntos ganándole a los recuerdos, cuando diferentes personas se les acercaban para la foto inolvidable. Casi sin darnos cuenta, nos dimos un profundo abrazo con Manga, por supuesto que no me conocía personalmente porque los años han pasado, yo si lo recordaba porque en la época en que jugó en Nacional, en el mejor equipo del mundo por aquel entonces, yo iba todos los días a Los Céspedes a ver los entrenamientos y codearme con una constelación de cracks juntos, que nunca mas se volverán a ver en un equipo uruguayo.
Emocionante tarde, compartida con mi compañero Norberto Garrone y su hijo Nicolás, con Ramón Requesens,  que nos decía en el año 71 cuando ganamos todo yo me recibía de Ingeniero Civil. El comienzo de la tarde fría, fue lo mejor de la jornada, también con el dirigente Claudio Puig que se sumó al momento.

Después de esas emociones vino el partido, que malo, que tedioso, insufrible, que mal nuestro Nacional, atrás en el medio y adelante, todos sabemos que cada partido es distinto, ver lo que vimos contra Defensor era difícil se repitiera. Pero de allí a jugar tan mal, y esperar que el marcador a favor se abriera con un gol en contra del rival hay un trecho. Primer tiempo solo con una llegada al arco, el desborde de Fucile, el centro y la pelota en el palo de papelito Fernández, y punto, pareció muy poquito para un equipo con aspiraciones de campeonar.
Ya el segundo tiempo, Fénix con 10 hombres, se replegó con línea de cuatro, otra de tres delante y siguió con tres delanteros para presionar y no dejar salir prolijamente a Nacional, sobre todo por los laterales.  Mientras tanto algunos intentos de desborde no culminaban adecuadamente, Porras muy marcado jugaba su peor partido en mucho tiempo, Amaral se perdía ante una maraña de piernas, Nacho González, fue el que intentó mas pero con altibajos, adelante Alonso casi no la tocó en todo el partido, Espino y el colo Romero cuando intentaron subir lo hicieron mal, Polenta y Gorga, sufrían en pelotas quietas cuando Pallas iba a cabecear. El gol un centro de Amaral bien ejecutado, fuerte al área, terminó en el gol en contra de Pallas y dio tranquilidad a Nacional, ya en descuentos Nacho González casó una pelota de zurda y la metió contra un palo para asegurar una victoria muy complicada.
Una cosa quiero decir, a la gente no le gusta ese juego de Nacional, de tirar la pelota para atrás en forma reiterada, para la vista del espectador es desagradable, al técnico le gustará pero es un abuso jugar así y mas para un cuadro grande, y otra mas, muchachos, hacer goles de calidad, muy lindo, pero no tirar al arco, es muy feo, los goles se hacen rematando, aveces entra, aveces no, pero Nacional no es el Barcelona de Messi, Iniesta, Neymar, ojo tocar y salir jugando es bueno, pero la exageración no; Mal partido, un equipo adormecido en cancha que borró de un plumazo lo muy bueno de quince días atrás contra Defensor. Es cierto Fénix planteó una marca diferente, pero jugó 56 minutos con un hombre de menos que no se sintió.
Ahora vendrá Sud América, el domingo en el Parque, cuidado, todos los días no son de fiesta y ya estamos en la recta final y no se puede perder un punto. Con muchas dudas nos fuimos del Centenario. Sigo afiliado a que hay que jugar por lo menos con un puntero que desborde, si no el fútbol es muy centralizado y nuestro goleador Alonso, tiene que jugar de espaldas al arco y es cuando menos gravita.

                                                                Enrique Bello











                                                         

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