miércoles, 24 de febrero de 2016

CUANDO LA MENTIRA DESBORDA LA MENTE

Es claro y notorio que el comentario de las últimas 24 horas en el Uruguay, ya dejó de ser el Dengue y todos sus casos, y también el inexistente título de Licenciado en Genética del Vice Presidente de la República Raúl Sendic.
Insolitamente y aunque parezca mentira, los nombres colocados a las diferentes tribunas del nuevo estadio de Peñarol próximo a inaugurarse, fueron la comidilla, no solo de programas periodísticos deportivos, sino también de la prensa en general y de la gente.
Los nombres puestos a las diferentes tribunas, fueron decisión de varios dirigentes aurinegros, no todos, porque hubo discrepancias.
Los mismos recayeron en tres connotados personajes, ex presidentes de otras épocas, Guelfi, Cataldi, y Damiani padre. El cuarto y que llevará el nombre de la tribuna principal es el de un auténtico desconocido señor, del siglo diecinueve, presidente de un club de cricket  llamado CURCC, nos referimos a Frank Henderson. Aclaramos que no fue el fundador de Tienda Inglesa, porque algún despistado podría pensarlo.
Las redes sociales, los sms, los wastapp, los facebook, los twitter , explotaron, cada uno quería poner un nombre, el primero que le viniera a la cabeza, el asunto era discrepar con la resolución adoptada. Cientos de nombres surgieron desde todos los ámbitos, pero ya era cosa juzgada, Damiani jr, con el apoyo de algunos de sus servidores, puso punto final al asunto y el tema en cuestión no quedó en manos ni de socios ni de hinchas.
Ahora bien, invito a los lectores a no olvidarse en ningún momento del título con que hemos encabezado este comentario, allí está el ki de la cuestión que nos convoca.
Ya hace algunas semanas, allí si, consultados los hinchas,, votaron por las redes sociales, el nombre del estadio, todo diferente a como  se eligieron los nombres de las tribunas.
Que salió de ese engendro, una mas, de las tantas mentiras dichas durante años y que de tanto metérsela en la cabeza a la gente y con apoyo de muchos periomanyas, no todos, porque hay algún sensato y racional, de apoco se fue transformando en verdad.
Nadie sabe quien lo dijo a nivel internacional, no hay nada oficial que exista en ese sentido, pero esta desnorteada gente se sacó el gusto y le puso a su nuevo estadio Campeón del Siglo. 
Quedó absolutamente clara la sensación pública, de que con ese nombre marcarían una diferencia  sobre cualquier equipo de nivel internacional, en un error u orror conceptual que ni los que han protagonizado con su aprobación tamaño disparate, se lo creen.
Yo me puse a pensar, realmente, quien cree eso, nadie, primero porque no es verdad, y segundo porque es una aberración haberlo oficializado, en la interna.
Estamos en el siglo 21, van mas de 15 años transcurridos, imagino que a este paso, a este, lo bautizarán vaya uno a saber como, todos los que vivan al finalizar el mismo. 
La desesperación por ganar algo, sea como sea, a cualquier precio, ha obnubilado las mentes de una colectividad que con los debidos respetos lo digo, a la hora de encontrarles neuronas vivas en su organismo, se nota que las mismas escasean en grado superlativo, desde el mas encumbrado de sus "personajes" a sus mas desubicados parciales que son por supuesto, la mayoría.
Pocas veces vi en mi vida vinculada al deporte tanto desvarío, que mareo por dios, tiene la colectividad aurinegra, que no sabe ni lo que quiere ni a donde va.
Quiero desde este espacio mandar la mas profunda de las felicitaciones, porque con el nombramiento del señor Henderson, a la tribuna principal, a quien fuera primer presidente del club al que dicen pertenecer, agarrados de una piola como lo es  el CURCC reconocen tácitamente, que nacieron en 1913 un 13 de diciembre de ese año.
Desde aquì el CLUB NACIONAL DE FOOTBALL agradece eternamente que este día tarde o temprano se iba a dar. 

SEÑORES CUANDO LA MENTIRA DESBORDA LAS MENTES
                          NO HAY NADA QUE CONVERSAR

                           EL PEZ POR LA BOCA MUERE

                                                                            Enrique Bello

No hay comentarios:

Publicar un comentario