viernes, 18 de diciembre de 2020

B O C H O R N O

Se terminó otra Copa Libertadores para Nacional, goleado y sin levante en el propio lugar bautizado como con sentido de pertenencia, llamado Parque Central. 

Una goleada  estrepitosa con baile incluido, con errores cometidos de todo tipo, desde arriba, desde el medio y desde abajo.

Una goleada histórica en nuestra cancha, con verguenza incluida, una afrenta internacional vista en todo el continente y un lastre para una directiva que desde el punta de vista futbolístico, ha sido un fracaso total.

Desde que se fue Medina, habiendo perdido el campeonato, todo lo ocurrido ha sido un desastre. Planteles pésimamente conformados por todos los entrenadores, llegados hasta el momento, Munúa por dos veces, Dominguez, Giordano y hasta el propio Gutierrez que si bien ganó el campeonato, terminó el mismo y se fue corriendo porque se dio cuenta como había ganado, y que era imposible con lo que tenía, volver a repetir. 

Bueno, lo de la infinidad de jugadores mediocres traídos al club con el aval de Iván Alonso, todos fracasos absolutos, por la sencilla razón de que el presidente decía a voz en cuello, yo no se nada de fútbol, y la prioridad la tiene la gente del ámbito deportivo. Ellos son los que asesoran en la materia. 

La preocupación del presidente y de la directiva en general, fue siempre ordenar al club financiera y económicamente. Y no estaba en la cabeza de nadie que si no se tiene un buen equipo, se pasan penurias no solo en lo internacional sin también en lo local.

Lo del partido frente a River Plate fue la frutilla podrida que hizo que la torta no se pudiera comer.

Venimos diciendo y nadie lo puede desmentir, que el plantel actual de Nacional no tenía futuro, muy mal conformado en las diferentes líneas, con muchos jovencitos mandados a la cancha todos juntos, Sin la base necesaria que dan cuatro o cinco jugadores de experiencia que los van moldeando, sacándoles la responsabilidad de que sean ellos los protagonistas principales. 

Y ni Bergessio al que hubo que darle el capitanato eso es una denuncia, ni chori Castro, y menos Rafa García, podían ser lo que hoy llaman referentes. Ninguno de los tres está capacitado para esa función. 

Si bien hay varios juveniles con buenas condiciones, largados a la cancha de la manera que se hizo, con el nombre de cantera inagotable fue de los mas grandes desaciertos de los diferentes entrenadores que han pasado en poco tiempo. Pero mas aún el señor Alonso que ha sido un verdadero fiasco en sus asesoramientos, sigue ahí en su cargo por la inoperancia de dirigentes que no saben de fútbol, algo que jamás debe ocurrir, porque si no saben de fútbol no pueden estar en el fútbol. Así de clarito y no es la primera vez que lo digo.

Y lo que está pasando hoy, tiene responsables, que tienen que dar la cara. Ahora van a venir que el Covid 19 , los contagios, las cuarentenas, las suspensiones de partidos por diferentes circunstancias, son los que generan esta debacle. No señores no busquemos excusas.

Tenemos un mal plantel, que llevó a tener un mal equipo, que perdió y cuando ganó lo hizo con la zoga al cuello, eso es indesmentible.

No tienen la culpa los Trezza, los Laborda, los Corujo, los Neves, los E Martinez, los Snti Rodriguez, los Ocampo, los Pablo García, los Amaral, los Vecino, los Carballo, los Orihuela, los Oliveros, que no es de la cantera pero es jovencito.

Se creyó que estos eran la fuente de ingresos, para las soluciones económicas, y se equivocaron de medio a medio, Si ya están vendidos Orihuela y Santi Rodriguez, no se sabe como y en cuanto ni la forma de cobro, todo en la nebulosa. Ojalá sigan vendiendo pero después de lo de ayer, los compradores posibles se fueron corriendo del Pque Central, y con apuntes de bajas propuestas futuras. 

Errores cometidos que no pueden ser aceptados así porque si, como si nada hubiera pasado, y pasó y fue feo.

Que el fútbol es profesional nadie lo duda, pero primero hay que jugar armar buenos equipos competitivos y lo demás viene por añadidura y no con sufrimiento.

A mi no me sorprendió en absoluto, me senté a ver el partido sabiendo lo que iba a ver, un cuadro jugando al fútbol y otro a la pelota, no imaginé una goleada como la que se dio, que Gallardo pudo haber evitado, parando a sus jugadores en su voracidad por convertir.

Acá los entrenadores deben aprender lo que es trabajar, enseñando el dominio de la pelota, la circulación de la misma, la triangulación, el pase filtrado, el desmarque sin la pelota buscando el espacio para recibir. Y lo peor son la mayoría iguales, Dejo a dos de lado que con buenos jugadores hacen mejores cosas que la mayoría, Carrasco uno de ellos y el otro Marini con el City Torque, ganarán o perderán pero no dan lástima en una cancha. 

Yo se que el nombrar a Carrasco, no le va a gustar a muchos, denle buenos jugadores de cabeza abierta, que entiendan el juego  y después me dicen. Carrasco trabaja y exije y el que no cumple afuera. Y eso es lo que necesita. Y un asesor cerca pero de nivel para cambiar ideas. 

Marini el de City Torque, es bueno, y hace maravillas con lo que tiene, y su cuadro con todas las contras que le busquen es el que juega mejor al fútbol en todo el Uruguay, como lo fue el River de Carrasco en el 2008, al que le robaron el campeonato uruguayo contra Peñarol. 

Acá se dice todo lo que se piensa, Nos pasamos protestando y desgastando con los jueces que nos perjudican, y hacemos poquito para evitarlo.

Volvamos al Estadio Centenario y saquémonos la mufa de un Parque Central que ni renovado, genera resultados agradables para el hincha. Ayer vino un cuadro jugó al fútbol con elegancia, señorío y clase y no le importó nada, podemos hacer 10 goles pues hagámoslo y estuvieron cerca. y yo pienso así. 

Por ello y habría mucho mas para decir, la derrota de 180 minutos por 8 a 2, es el bochorno que se consumó un 17 de diciembre de 2020 en el Gran Parque Central .Y o casualidad el 17 es el número de la desgracia.


                                                                 Enrique  Bello 

 

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