Se terminó el año deportivo para Nacional. El mismo ha sido para el olvido, No se ha ganado nada, se perdió la copa de oro frente a Liverppol en el comienzo de temporada. Se perdió contra Rentistas la final del apertura que servía y mucho para jugar finales de campeonato. A nivel local se ganaron y se perdieron partidos por todas las canchas jugando en general bastante mal. Vino la Libertadores contra equipos de segundo orden, se les ganó afuera no sin sufrimiento y así y todo se terminó en segundo lugar de la serie, y vino el Independiente del Valle de Ecuador, que debió ganarnos los dos partidos como local y visitante y una tanda de penales, generó clasificación y buena plata, pero puso al linajudo River argentino para intentar lo imposible.
Y lo imposible llegó, porque con un equipito de jovencitos, llamados torpemente como cantera inagotable, y dos o tres veteranos sin liderazgo, el consumo final se preveía, un 0 2 en contra en Buenos Aires, y una goleada estrepitosa e inesperada en el lugar de la mufa Parque Central al que quiero mucho, pero que es la tumba de los héroes y allí mismo nos han eliminado de las copas internacionales infinidad de equipos de medio pelo, cuya lista es muy larga como para recordarla en este momento.
Se perdieron de ganar dos millones de dólares y quedar entre los cuatro mejores de América. Pero la tarea era muy compleja.
Días antes se perdió un clásico desgastante, con errores premeditados de un mal árbitro, desconocedor de las reglas como la del penal, como también la desconocieron los dirigentes y la prensa.
Ya contra River se entró a la cancha entregado, sabiendo lo que iba a pasar, bastaba mirar las caras de los jugadores y alcanzaba.
Ahora lo que pasó pasó, ya la final con Wanderers, lo último que quedaba por jugar, se aplazó para enero o vaya a saber uno cuando, por la pandemia que azota al país. Obviamente a Nacional no le convenía jugar este partido después de dos debacles, con equipo y jugadores destruidos anímicamente, y Wanderers saltó y con razón los protocolos se estiraron como chicles.
Pero este es un momento crucial para la institución. A los dirigentes les queda un año, ordenaron los números del club todo lo que pudieron, algo que es función y obligación de los mismos. Pero han cometido errores gravísimos en la parte deportiva.
Comienzo por el presidente persona de prestigio, un hombre de bien, empresario inteligente pero que tuvo la hidalguía de decir desde un primer momento, y lo repitió infinidad de veces, que no sabía nada de fútbol. Y eso es un enorme error. Si se metió en este baile que es el fútbol uruguayo, plagado de cosas mal hechas, de irregularidades de todo tipo tenor y tamaño, desde su conducción, desde la mesa ejecutiva, desde el sistema arbitral, y desde los tribunales que al margen de demorar fallos, al momento de ejecutarlos, dan mas en la herradura que en el clavo y se transforman en no creibles
Se demoró una vida en colocar a Ache como cuña de experiencia en la AUF, , los delegados que se fuman todo lo negativo frente a sus pares aurinegros. Y esa relación de abrazos y besos con los presidentes del rival tradicional, sin darse cuenta que son enemigos y en cualquier momento te clavan el cuchillo en la espalda. Y prepárense con este Ruglio que es de lo peor que nos puede haber pasado. Un barrabrava, devenido en dirigente , creador de las peñas que pintarrajearon el país entero, en paredes, plazas, parques, calles, columnas, árboles, sin que las Intendencias dijeran nada.
Un tipo que se rodeó con un inmenso escudo que lo cubra para hacer todo tipo de trapisondas, adentro y afuera de la cancha.
Si no ponemos atención en un momento crucial, estamos liquidados.
Dejar por un rato tranquilo al Parque Central y sus obras y al club social en la sede. Ahora hay que armar un equipo, pero un equipo en serio, con cuatro o cinco experientes y con los cuatro o cinco mejores de esta camada juvenil.
Sacar a Giordano, Alonso, y toda la demás gente que pulula por ahí llevándose dinero en forma innecesaria. Y arrimar al club en forma urgente ex jugadores que aporten lo que saben, al caso Ostolaza, Cardaccio, De León, Victorino, Lemos, Luzardo, De la Peña. Espárrago, Rodolfo Rodriguez.
Armar una Comisión de Fútbol como las de antes con tres dirigentes que sepan de fútbol que estén arriba de los entrenadores, controlando y preguntando, porque esto y porque aquelllo. No mas Nacional TV y cosas raras que aportan poco al común denominador.
Es la última bala en la recámara que les queda, actúen en consecuencia y pongan a Nacional en el sitial que estuvo siempre y no dando pena y arrastrándose en las canchas porque la incapacidad de decisiones racionales, coherentes y sensatas, no ha dado frutos como medio país espera.
El Tiempo se terminó, ahora llegó el turno de los que se metieron en un brete en el que se han mareado y no saben como salir.
Enrique Bello
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