viernes, 11 de diciembre de 2020

UNA DERROTA QUE DUELE

Los que tienen la paciencia de leernos o escucharnos, ya lo saben, este equipo de Nacional no tenía futuro a nivel internacional, por infinidad de razones bien sencillas de explicar.

Lo primero es que a nivel dirigente surgen los primeros errores, ponen a cualquiera que encuentran a mano como entrenador, como es el caso del actual, que nunca convenció a nadie dirigiendo varios equipos. Otro grave error es seguir hablando de cantera inagotable de futbolistas juveniles , unos mejores que otros, pero mandados a la cancha antes de tiempo y en forma apresurada, como si fueran unos fenómenos. Ya lo decía el pulpa Etchamendi hace cuarenta años, los juveniles ganan partidos, los hombres ganan campeonatos.

River Plate nos recibió, en Avellaneda, un River ni sombra del de hace un par de años. Así nos ganó y nos ganó bien y sin un gran esfuerzo, porque lo de Nacional sobre todo en el segundo tiempo fue penoso. El primer tiempo se lucho a pelotazo y ganas, pero sin criterio, sin rematar al arco, sin un centro bien ejecutado, con un Bergessio luchando aun sin recibir una pelota bien jugada, con Trezza lleno de voluntad pero muy desordenado, Neves y Martinez sin gravitar, Laborda reventando la pelota, Oliveros mas bajo que otros partidos donde Matías Suarez, lo tuvo loco y Orihuela se veía desbordado.

Nacional jugó a la pelota, River al fútbol, jugadas polémicas, pero no decisivas.

Mientras en la cancha se jugaba, afuera, la galanura y el señorío de Gallardo, eran la imagen de respeto hacia la institución que lo llevó en su retiro a salir campeón como jugador y el primero en campeonar como entrenador.

Es claro y notorio, así como juega Nacional a la retranca esperando algún error feo del rival es imposible ganar y aspirar a algo positivo, también en lo local. 

Le hacen creer, o la gente cree, no nosotros, que tenemos un gran equipo, eso se llama no saber nada de fútbol, si no se analiza como es debido. Que hay cinco o seis jugadores con muy buenas condiciones lo hemos dicho hasta el cansancio, pero los tiraron a la cancha sin preguntarles o darse cuenta que no estaban prontos para entrar. Entonces el desánimo gana a la gente, y nada sirve.

Yo pienso y ya lo dije, no creo que Alonso haya sido el gran asesor que dice tener el presidente Decurnex, pero al presidente se le respeta. Mucha cosa muy mal manejada, pero parecen no darse cuenta. Ahora clásico con menos de 72 horas entre un partido y otro con viaje incluído, Mendez y Orihuela lesionados, Bergessio fundido y el Rafa García lejísimo de un rendimiento como para ser titular. 

Los clásicos son distintos pero Peñarol, desespera y mucho mas descansado, llega mejor físicamente, y Saralegui pronto para correr como loco un posible triunfo, por la ruta 102 y una permanencia en su cargo que pende de un hilo. 

De ese partido escribiremos el lunes, es un partido por las chauchas.


Hoy haremos en la tardecita el 6to programa radial con el título de este comentario, se escucha por whatsapp  y por facebook. Los invito, a oirlo donde no le mentimos a la gente.


                                                                    Enrique Bello 

 

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