TARJETAS AMARILLAS

Este es un tema que cada vez entiendo menos, ahora se habla de las mismas, como casi mas protagonistas que los propios futbolistas que las reciben.

Las situaciones se presentan tanto a nivel local como internacional, y parecen ser por estos tiempos las grandes figuras en cada partido de fútbol.

Que si está bien mostrada, que si no, que era amarilla, que no, que correspondía la roja y así las discusiones y los comentarios, por lo menos en nuestro país, son la comidilla de cada fin de semana.

Frente a Rosario Central; Nacional que se jugaba la primera posición en el grupo de libertadores, tuvo muchos problemas de integración, paperas, gripes, lesiones, cansancios, pero hubo tres jugadores, que sí, podían jugar, Conde, nico López y Romero, pero a los que el entrenador Munúa, resolvió no colocarlos pensando en que si recibían otra tarjeta amarilla, no estarían presentes en octavos de final.

Esto en otros tiempos no muy lejanos, ni se consideraba, digo mas, ni siquiera pasaba por el pensamiento de nadies.

Siempre en la mente de los técnicos, lo que surgía era jugar con lo mejor que se tenía, mas allá de las manidas tarjetas. 

Ahora el chucho puede mas y entonces nos privamos de los mejores jugadores para un encuentro en el que se jugaba una importante clasificación.

La verdad, difícil de entender, pero fue lo que ocurrió y vimos como éramos derrotados en forma ignominiosa, con goles de no creer y con baile incluido en el segundo tiempo.

Señores por favor dejémonos de cosas raras, y juguemos los partidos con lo mejor que tenemos, y si quieren con una exigencia a los jugadores con la obligación de ser cuidadosos con su actuación en la cancha para no perjudicar al equipo.

Pero lo primero es lo primero, jugar con lo mejor para ganar, y los que piensen diferente dejando de lado jugadores en circunstancias como la vivida frente al equipo rosarino, no merecen estar en nuestro club por miedosos.

                                                                          Enrique Bello