miércoles, 4 de abril de 2018

LA ALTURA Y SUS HISTORIAS

Nacional fue allá a Cusco en Perú, y jugando como hay que jugar en esos lugares de mas de tres mil metros de altura, lento, pensando siempre en el desgaste físico y mental, haciendo tiempo, como es común, jugando en forma inteligente, tratando de tener la pelota y no reventarla para que volviera rápido. Así de esa manera viene con un puntito, que pudieron y debieron ser tres.
Dicen los que saben que no es sencillo jugar ahí, Nacional lo hizo con un buen plantemiento de Medina para este partido en especial. Y estuvo cerca, él mismo lo dijo, no me voy conforme con el resultado después de lo visto. Conde no hizo una atajada, y eso marca como jugó Nacional en defensa, que permitió con buen juego generar chances de gol a favor.
Una lástima no haya sido posible un triunfo que se mereció, frente a un rival muy chato que no mostró absolutamente nada, que no tuvo ideas para entrarle a la defensa de Nacional, pero que además demostró enorme discreción técnica en la mayoría de sus jugadores.
No me explico aún como Garsilazo le ganó a Santos allí, es un equipo horroroso y agrego mas impresentable para una copa Libertadores.
Partido feo de ver en general, donde Nacional dominó todos los aspectos del juego y debió ganar.
Perucci, tal cual lo pienso, jugador de jerarquía, bien los zagueros Corujo y Erramusmpe, el botija Oliva ratifica condiciones, Arismendi y su experiencia en el medio, Bergessio inteligente y generoso en el esfuerzo, De Pena y Barcia muy buen trabajo, Fucile y Aguiar los mas bajos, pero sin grandes problemas.
Ahora ojo, porque este punto no se si da para seguir en carrera. Veo mucho entusiasmo, hay que ganar acá los dos partidos de local e ir a La Plata a buscar algo con un pesado de la copa.
Satisfecho si, pero no loco de la vida con el resultado, que al no perder, dejó una puerta abierta para el futuro inmediato.
Vendrá un parate de unos cuantos días para recuperar gente y volver a lo local, donde la tabla dice de un primer lugar que hay que mantener, con el clásico del 22 de abril en el que habrá que poner en cancha el mejor equipo que tenemos y sin inventos raros.


                                                                       Enrique Bello

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