martes, 10 de abril de 2018

UNA MANÍA QUE TENEMOS QUE CAMBIAR

Durante toda mi vida como nacionalófilo, me han tocado vivir enorme cantidad de circunstancias y de diversa índole.
De las buenas, obviamente muchas mas y de las malas también.
Todo ello por ser un hombre claro, cristalino, buena gente, sano pero muy frontal para expresar  sus sentimientos y opiniones jamás faltándole el respeto a alguien. Esto último ha sido nuestro patrimonio en nuestra relación con Nacional y con el fútbol y el deporte en general, pero también en la vida.
Con 56 años en los registros sociales de la Institución, y una vinculación bastante estrecha con la misma desde muy pequeño, he visto y oído de todo un poco.
Voté por primera vez en 1968, lo hice por quien fue para mi el mejor presidente de Nacional de los últimos 50 años, don Miguel Restuccia, al que llevamos entre unos cuantos hinchas de la Olímpica al sillón presidencial. Era un empleado de UTE  como tantos en nuestro país. 
Tuve el privilegio de tratarlo, conocerlo en profundidad y hacerme amigo de él. Hice campaña política en su favor siendo yo muy joven, colocando carteles y pasacalles en los alrededores de la sede y del Parque Central, porque no había otra cosa para su famosa lista 5. 
Ganó Restuccia siendo un desconocido absoluto, como fue el actual y fustigado presidente José L Rodriguez, así de clarito lo digo.
Ni que hablar que armó el mejor equipo que anduvo por las canchas del mundo por fines del años sesenta y principios de los setenta.
Ganó todo lo que se podía ganar y quedó en la mejor historia del club.

Todo esto tiene que ver con un análisis profundo sobre las actuaciones y logros de todos los presidentes de Nacional, desde Restuccia hasta nuestros días.

Comienzo por Restuccia, fuera de concurso, dificilmente sea igualado. Sufrió por agravios, mentiras y trampas, surgidas desde las entrañas del club, la barbaridad de comerse siete meses de cárcel injustamente, siendo sobreseído de un delito que no cometió, pero sabiendo todos que llegó pobre a Nacional y se fue siendo mas pobre. Un grande de la historia contemporánea que jamás olvidaré.

Don Alonso Leguísamo  ocupó el cargo de presidente mientras Restuccia estuvo en la Cárcel infamemente.

Mas adelante llegó Iocco, al que la gente considera un patriarca de Nacional, no yo. La famosa frase de Don Dante fue famosa para identificarlo. Tuvo logros muy importantes, Fue el primero en designar un preparador físico antes que al entrenador. Le dijo a Mujica llegó su hora, hágase cargo. La dupla eliminó a Peñarol de la Liberetadores, y en seis meses llevó a Nacional a Campeón de América y del Mundo, y campeón uruguayo.
Iocco fue ideólogo para que José Sasón compañero de directiva fuera a Inglaterra y negociara con la empresa West Nally que la final de la Intercontinental se jugara en un solo partido y en Japón. Y así fue. El primer Campeón del Mundo en Japón fue Nacional.
Pero la ingratitud, el olvido y el desagradecimiento, de la gente, le llegó y le pegó con dureza a Iocco, ante una desafortunada actuación del equipo que venía en baja, y antes de que subiera a su auto en el estacionamiento del palco, le dieron vuelta su vehículo.
Tuvo una falla garrafal, reconocida por el mismo a quien habla, en un mano a mano. Manejó pésimamente el problema surgido en México con Waldemar Victorino y Washington González. A Victorino goleador empedernido, lo arruinó para la selección uruguaya en la eliminatoria para el mundial de España 82, y lo terminó vendiendo por chirolas al Deportivo Cali, cuando valía una fortuna. Logrando lo que logró, sufrió la ignominia de la gente

En 1983 accede a la presidencia un hombre estrechamente vinculado a Iocco, el Dr. Rodolfo Sienra. Arma lo que se llamó el equipo de las estrellas, con el pato Aguilera, Antonio Alzamendi, Carlos Berrueta, Miguel Brindisi y Juan Ferrari. La intención de Sienra fue muy buena, valorada por todo el mundo. Nacional fue campeón uruguayo en ese 1983. Cuando Sienra terminó su mandato se fue y no quiso saber mas nada. Un hecho fortuito lo perturbó en grado sumo. Una noche caminando por la Av. Arocena en Carrasco y al retirarse de un restaurant, pasó alguien en una moto y le gritó, Sienra hijo de puta, andate de Nacional. Ahí mismo surgió la idea de escribir un libro para marcar lo que es el fútbol. El título no podía ser mas elocuente.  ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO.

Mas tarde entre 1986 y 1988, el Cr. Mario Garbarino conduce a Nacional sin ganar un solo campeonato uruguayo, pero sale Campeón de América y del Mundo, ojo los campeones del 87 y 88 fueron Defensor y Danubio. tuvo verdes y dos re maduras que quedaron en la historia.

En una  única lista en 1989 llega Roberto Recalt un hombre de bien, con gente que lo perturbaba bastante con caprichos de hazme caso a mi, y fue bravo, fue el gran impulsor de Delli Valdez y su llegada pero no pudo lograr mas que una interamericana y una recopa, que no fueron poca cosa, ningún campeonato uruguayo que fueron logrados por progreso en el 89 Bella Vista en el 90 y Defensor en el 91. 










Después llegó Ceferino Rodriguez un asturiano muy promocionado por ser presidente de Cambadu, accedió a la presidencia. El sostenía que Nacional se arreglaba economicamente con veinte personas que pusieran veinte mil dólares cada una. 
Se rodeó de gente que lo ayudó poco y si bien ganó el uruguayo de 1992,  eso no minimizó su mala gestión. Fue un hombre muy criticado por la gente, quien esto escribe le dijo una vez, Ceferino si usted dirige a Nacional como dice se muere Nacional con ud y ud con Nacional.
1993, 1994, 1995, 1996 y 1997, todos se los fumó él por tozudo, fuel el quinquenio de la chanchada para los manyas, en el 97 cuando Nacional había ganado el apertura, Con Recoba fulgurante, Casal se lo sacó a Nacional, para llevarlo a Italia, y antes del comienzo del clausura y pleno campeonato uruguayo, el miembro de Nacional en el Comité Ejecutivo de la AUF, se come el gran sapo del año. Le cambian el reglamento y aplican la tabla anual, la que finalmente le terminó generando a Peñarol el quinquenio. Ese miembro, y aunque el se siga molestando conmigo, fue nada mas ni nada menos que el Dr. Víctor Della Valle, que fue un error que se le escapó no hay ninguna duda, pero que costó sangre sudor y lágrimas. Síntesis del mandato de Ceferino fracaso absoluto que lo transformó en el peor presidente de la historia de Nacional. Se le advirtió muchas veces que iba por mal camino, no quiso escuchar a los que querían ayudarlo y allí estuvo el consumo final.


Después de esa debacle que lastimó profundamente a la Institución, llegó Iocco nuevamente, un patriarca del club accedió a la dfirección técnica, Hugo De León, había que cortar el sexenio de Peñarol, se armó un equipo con personalidad, se acompañó todo desde las grandes esferas del club y se ganó el campeonato.
La tranquilidad y la paz llegaron al club para trabajar de otra forma. No se pudo conseguir ganar el año 99, centenario de Nacional, lo que Iocco tanto ansiaba, como ansiábamos todos los hinchas. Igual hubo fiestas maravillosas, que no pasaron desapercibidas en el mundo. Se ganó el campeonato uruguayo del 2000, es decir dos mas con Iocco.

2001, Eduardo Ache a escena electoral y llega a la presidencia, era hombre muy consustanciado con Iocco. Gana los campeonatos 2001 y 2002. 2003 Peñarol 2004 Danubio, 2005 y 2006 Nacional.
No es malo  deportivamente el proceso Ache, con mucha cercanía a Casal después venida a menos por algunas divergencias. Dos pesos pesados. A pesar de ganar tuvo sus controversias con mucha gente, Ache no es un tipo fácil de lidiar con él. Tuvo en su mandato el comienzo de la modernización del Parque Central, que hasta estos días sigue generando comentarios de todos tipo y tenor. 
Otros vendrán que bueno te harán, era una frase de nuestros abuelos. 


Se fue Ache y llega un hombre muy particular fisicamente por su cabello, empresario de nota y exitoso, asumió a fines de 2006 y estuvohasta fines de 2012, con altos y bajos, con confrontaciones, con su frase de cabecera CULTURA NACIONAL y allá fue con altos y bajos, se animó a traer a Carrasco y hacerlo salir campeón con Nacional como entrenador, ante el descrédito por su actitud que según muchos iba contra la lógica.
Tuvo a Gallardo como técnico, recién retirado como futbolista y también salió campeón ante todos los pronósticos en contra. Ganó varios campeonatos uruguayos. Tenía buen feeling con la gente, cometió errores como todos los presidentes, ninguno se salva.
Y se fue satisfecho y pensando muy distinto a sus antesesores, con los que tuvo importantes diferencias conceptuales, lo digo porque me lo confesó a mi, en charlas que yo no puedo ni debo ventilar.
Fue quien me entregó y a su pedido, mi medalla de 50 años de socios de la Institución.


Vino Ache otra vez, 2013, 2014, 2015, en este último año y en el que se volvió a juntar con Morgan Martinez, llegó a la elección agrandado y con la fusta bajo el brazo, dando por sentado su triunfo en las urnas. Se olvidó de las redes sociales, y la gente le dio un voto castigo, porque había perdido credibilidad en su gestión, por varios motivos, asambleas tumultuosas por el P. Central que mal hicieron al club, gente celosa, en fin un mareo grande del que Ache fiel a su estilo guardó en silencio, y terminó mascando el polvo de una derrota impensada,frente a un novato recién llegado y desconocido, que le ganó legitimamente en las urnas.
En su curriculum tricolor tiene tres mandatos, no es poca cosa, por algo fue, en el primero del 2000, nosotros con nuestro programa le llevamos 400 votos, que el nunca reconoció y con eso ganó la primera vez. Yo lo respeto como el no lo hizo conmigo.


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