Fue el que ha realizado Nacional después de perder en forma penosa el campeonato uruguayo 2018. Un cúmulo de errores y horrores cometidos a todo nivel, entre técnico y jugadores, mas la gerencia deportiva y la dirigencia. Han desembocado en una reclamación que para nosotros no tiene sustento legal alguno.
Yo pienso que a varias personas en el club, los atacó un pujo de desesperación, para intentar ganar afuera de la cancha, lo que se debió haber ganado adentro y con absoluta comodidad.
Yo creo que lo que se ha hecho, fue mucho mas para apagar un incendio que hoy devora a toda la institución, y donde el fanatismo de la tribuna incidió y vaya de que manera.
Ya lo que se sabe, es que hay errores en la presentación del reclamo por parte de dos personas que son funcionarios del club y que no estarían habilitadas para hacerlo, si no es con la anuencia en la firma, de parte del presidente.
Peñarol ya recusó a un miembro del Tribunal de Contiendas por estar vinculado laboralmente como socio particular a un delegado de Nacional.
Nacional, jamás en su historia había realizado una reclamación de este tipo. Ha habido mucha gente a favor de hacerla, pero como decimos siempre sin analizar nada en profundidad sino poniendo pasión. Otros entre los que me encuentro no acompañamos esa tesis, por considerarla pobre y sin elementos que realmente hagan creer en una posible razón. Pero hay gente que sostiene a pie juntillas que siempre que surgen dudas reglamentarias hay que reclamar. A mi lo que mas me llamó la atención fue que Peñarol sacó de la cancha a la persona cuestionada, si estaba tan seguro de que todo estaba bien. Pero ahora los eruditos dicen que ese hecho nada tiene que ver. Peñarol escribió una contestación de 58 páginas, acaso daba para tanto su preocupación. Da para desconfiar.
Pero cada uno actúa como se le antoja, y es válido, en lo personal para Nacional la veo fea, y si fuera así, sería una mancha que completaría un año para llorar, agregado a ello el hazme reir de la gente y la burla de todo un país.
Imagínense el periodismo deportivo, de fiesta total y un panorama desolador para las dos conducciones, la que se va y la que entra que tendría que cargar con otro karma inesperado.
Hay Nacional querido, que mal andas, quien te saca de este singular y doloroso momento, donde se ha dado mas en la herradura que en el clavo.
Enrique Bello
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